Por causa de la pandemia del coronavirus se han entregado libertades fundamentales a cambio de una presunta seguridad. Ahora que los confinamientos llegan a su fin, el Estado español parece que considera seguir apelando a nuevos mecanismos para controlar la vida de las personas. Todo en nombre de la salud, claro. Esta vez, las restricciones podrían estar relacionadas con el consumo de alcohol. En las últimas horas, trascendió que las autoridades sanitarias estaban trabajando en un proyecto para, literalmente, prohibir el vino y la cerveza en los bares.
Según estos trascendidos, difundidos en varios medios locales, el Gobierno socialista estaba por lanzar una nueva normativa con la finalidad de “promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable, sin incluir en ella el consumo de alcohol”.
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Con la noticia en los titulares de los principales portales, la referente opositora a la coalición gobernante del PSOE y Podemos, Isabel Díaz Ayuso, arremetió desde sus redes sociales. Compartiendo una copa de un vino blanco, la presidente de la Comunidad de Madrid criticó la idea de la supuesta prohibición de la que hablaba ayer España.
Un buen vino como el que los señores del gobierno nos quieren prohibir. pic.twitter.com/akKR7NM54c
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) April 27, 2022
El proyecto, que habrían recibido los medios españoles (que transcribieron con exactitud en varios artículos), también hacía referencia a la obligatoriedad de ofrecer “agua del grifo por defecto en los menús”. También se especulaba sobre un nuevo incremento en el IVA a las bebidas azucaradas y edulcoradas y una nueva ampliación de “espacios sin tabaco”, que afectaría directamente a lugares privados.
Ante la catarata de críticas que recibió la noticia, las autoridades sanitarias españolas, antes de cualquier confirmación oficial, salieron a hacer una aclaración. Aseguraron hace instantes que el programa se trataba de concienciar mediante recomendaciones voluntarias, en el marco de una campaña de salud cardíaca. Según Sanidad, no pensaban implementar ninguna nueva prohibición ni en bares ni en restaurantes. Ahora quedará la duda si se trató de una información falsa o si la coalición de izquierda reculó con su iniciativa paternalista, ante los lapidarios cuestionamientos que proliferaron apenas trascendió la noticia.
¿Prohibir el vino mejora la salud cardíaca?
Aunque las autoridades sanitarias estén preocupadas por el corazón de los españoles, el consumo responsable de vino, lejos de complicar la salud cardíaca, podría incluso colaborar con ella. Así lo asegura la médica argentina Carolina Salvatto (MN 161012). En diálogo con PanAm Post, la especialista indicó que el consumo moderado de vino “podría ayudar a prevenir el daño de los vasos sanguíneos, así también como disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares”.
Entre las virtudes de la famosa “copita de vino con la comida”, Salvatto destaca el incremento del “colesterol de las lipoproteínas” (conocido como el “colesterol bueno”) y la prevención del daño arterial causado por las lipoproteínas de baja densidad (“colesterol malo”). “El vino tinto contiene polifenoles, entre ellos el resveratrol, conocido por sus beneficios para la salud. Protege del estrés oxidativo, causante de la aceleración del envejecimiento celular”, resaltó.