El Gobierno de Mauricio Macri tuvo que enfrentar otra tapa “negra” de los diarios en materia económica. Durante 2018 la actividad económica cayó un 2,6 % y el sector privado perdió 191.300 empleos. Esta situación viene de la mano con lo que se percibe en la calle: comercios que cierran sus persianas, empresas que se funden o se van del país y pérdida de trabajo.
La situación económica de los que pueden seguir operando y de los que conservan el empleo no es buena. Los márgenes de ganancia se achican, los comerciantes se quejan de que es imposible trasladar a los precios el incremento de los valores en los insumos y las mercaderías y los trabajadores perciben mes a mes cómo la inflación y la devaluación le come el salario. Mientras el sector privado sigue pagando el ajuste que debería hacer el sector público, el Estado mantiene todos los privilegios. Allí no hubo ni ajuste ni corrección.
Esta discusión se plasmó ayer en un debate televisivo, donde el senador Fernando “Pino” Solanas responsabilizó al “neoliberalismo” por la gente en las calles, que no tienen ni techo ni comida. El economista Roberto Cachanosky lo increpó y le recordó que mientras el sector privado está cada vez más esquelético, Solanas tiene un equipo de 35 asesores. “El senador tiene, entre planta permanente y planta transitoria, 35 empleados. Eso es casi una Pyme y lo pagamos los contribuyentes”, señaló el conductor del Informe Económico.
Volver al pasado
Las cifras oficiales confirmaron que, para el final del año pasado, en el sector privado había 616.6100 trabajadores registrados. Esta cifra es un importante retroceso: Argentina volvió a tener el mismo nivel de empleo de 2014. Lo poco que se había crecido hasta 2018 fue borrado de un plumazo por los últimos sobresaltos de la economía.
Consultados por los medios, los referentes económicos de Cambiemos volvieron al manual de las excusas: cuestiones externas, sequía para el sector agropecuario y volatilidad internacional. Lo cierto es que estas problemáticas son reales, pero los vecinos, que también las sufren, no pasan por las gravísimas angustias que atraviesa la endeble economía argentina.
Caer dos años seguidos
En diálogo con PanAm Post, el economista Adrián Ravier advirtió que esta caída interanual podría significar la segunda consecutiva, algo que no le ocurría a la Argentina desde 2011. “En línea con lo que vine ocurriendo desde 2011, la economía crece en años impares y cae en años pares. Esto tiene que ver con el ciclo político y las elecciones, algo que, lamentablemente, el Gobierno de Cambiemos no ha podido solucionar en tres años de mandato. Lo preocupante es que si se rompe esta dinámica será por una caída este año y por primera vez desde 2011 estaríamos en dos años seguidos de retroceso”.
Según Ravier, 2018 tuvo un primer trimestre de expansión, después de un 2017 de crecimiento, un segundo trimestre afectado por la sequía y un tercero con una crisis cambiaria muy grande, potenciado por las recomendaciones del FMI. En la opinión del economista, el primer trismestre de este año mantendrá las dificultades, pero la situación mejoraría en el segundo con el impulso de la cosecha. “Esto podría permitir un rebote en el tercer trimestre, pero esto depende de la estabilización del tipo de cambio”.