A diferencia de lo que leerán en los medios de comunicación masivos, el Dr. Anthony Fauci sigue manteniendo conversaciones con Donald Trump y, además, lo considera una persona «inteligente que entiende el problema» al referirse sobre la pandemia.
El contexto completo de esta frase nació de la conversación —entre el periodista de la revista alemana Der Spiegel y el especialista en inmunología— sobre la situación del COVID-19 en los Estados Unidos: «¿No se siente impotente cuando mira la situación actual en los Estados Unidos?», consultó el periodista, «nunca me siento impotente. Indefenso significa que no puedes hacer nada y hay mucho que podemos hacer», replicó Fausi a una de las primeras preguntas.
Prosiguió el periodista y consultó por qué Trump tenía una retórica tan poco inteligente y nada científica sobre la pandemia: «¿Por qué siempre pareció un presidente mal asesorado?», Fausi fue sincero y respondió «¡esa se lleva el premio a la pregunta del año!», haciendo referencia a que no había una razón o una respuesta en específico. Pero el periodista insistió y le pidió «la respuesta del año» al epidemiólogo, «en serio, el presidente es una persona inteligente. Él entiende. Tiene sus propias ideas sobre las cosas. Los expresa de otra manera, pero es un tipo bastante inteligente», espetó en la entrevista.
Fauci es uno de los epidemiólogos más importantes de los EEUU y reconocido en todo el mundo. Desde 1984 ostenta el cargo de director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas en Bethesda, Maryland. Su instituto tiene un presupuesto de, nada más y nada menos, USD $6 000 millones, siendo una referencia en investigaciones de patologías como: SIDA, tuberculosis, malaria y las autoinmunes, según datos de Der Spiegel.
El experto en enfermedades infecciosas, además, ha asesorado a un total de seis presidentes estadounidenses desde la administración Reagan. Un veterano de la medicina.
Ciertamente, ha tenido sus diferencias con la Casa Blanca, de hecho, hubo una gran polémica porque Donald Trump, después de elogiarlo públicamente, empezó a criticarlo; incluso llegó al tildarlo de «un poco alarmista», pero Fausi negó que haya dejado de tener conversaciones con el presidente, de hecho, el experto mencionó que la semana anterior habló con Trump sobre la vacuna que están desarrollando en los Institutos Nacionales de salud. Inclusive, ante el inadecuado comentario de Trump sobre la supuesta «recomendación de ingerir desinfectantes para combatir el virus», Fausi puntualizó que eso fue sacado de contexto en un momento delicado.
Eso sí, el doctor confesó a Der Spiegel que lo que hizo la Casa Blanca para desmeritarlo fue «realmente desafortunado e injustificado», pese a ello, Fauci, al parecer no guarda ningún rencor a la administración ni tampoco a Trump; dejando por sentado que todo el revuelo mediático en torno a su figura también ha sido una situación exagerada.
El especialista también hizo referencia a lo complicado que es llevar un mensaje de salud pública cuando la pandemia está politizada, y tiene toda la razón, de ambos bandos políticos —tanto demócratas como republicanos— se ha utilizado la COVID-19 como instrumento de campaña para las próximas elecciones de noviembre, en especial del bando opositor, que antes de la crisis económica y sanitaria tenía escasas posibilidades de triunfar en las elecciones. El periodista de Der Spiegel también señaló que en Alemania ocurre el mismo fenómeno de politizar la salud pública. Y la realidad es que en todo el mundo sucede esta situación.
Fauci fue claro en mencionar que EEUU es un país muy grande, así que es susceptible o vulnerable a sufrir este tipo de coyunturas como la pandemia.
El experto se mostró, también, «cautelosamente optimista» —al igual que sus colegas— sobre el desarrollo de la vacuna. El investigador habló de que aún no está definido ni para cuándo ni qué tan efectivas serán los antídotos contra la enfermedad, pero afirma que de aquí a principios del 2021, «decenas de millones de dosis deberían estar disponibles».
Otro punto interesante de la conversación con Der Spiegel fue cuando el periodista le consultó a Fauci si espera «secretamente a un Joe Biden como presidente», el epidemiólogo fue contundente: «Una de las razones por las que creo he podido asesorar con eficacia y éxito a seis presidentes de los Estados Unidos, desde Ronald Reagan, es porque sigo siendo completamente apolítico. Soy un científico, un médico. Soy un individuo de la salud pública. No tengo ideología». Fauci siguió explicando que, si él llegase a empezar a tomar posturas políticas, su calidad como científico y su credibilidad como funcionario de la salud pública podía disminuir, y que esa es la principal razón por la cuál se ha mantenido neutral durante sus períodos como asesor presidencial.
En síntesis, tal y como reveló Fauci, las relaciones con la Casa Blanca continúan y no cree que Trump sea un tipo anti ciencia, más bien, todo lo contrario, lo considera alguien inteligente y que entiende el problema más allá de las diferencias que pueda tener con la administración.
Las declaraciones de Fauci son muy interesantes, porque además menciona el tema de la polarización y la malinterpretación en los mensajes de salud pública, y este fenómeno ocurre no solo porque está alimentado por los políticos, sino por los grandes medios de comunicación que, en su afán por manipular y exagerar, terminan siendo cómplices de llevar un mensaje dañino a la sociedad.
La revista Der Spiegel en Alemania entrevista al epidemiólogo Faucci quien, contrario a lo que dicen otros medios, define a Trump como un sujeto inteligente que comprende la situación. https://t.co/XWRQ6KBvvS
— Ivo Hernandez (@IvoCaracas) August 21, 2020
Fauci no es un adulador de Trump, ni tampoco un tipo totalmente crítico e irracional contra el presidente estadounidense, simplemente alguien con una postura sensata que entiende que la economía del país se debe reabrir con las medidas sanitarias correspondientes y que entiende la complejidad del problema en toda su dimensión. ¿Diferencias con Trump? Seguro que hay miles, pero también hay otros temas en los que coinciden como se puede deducir en sus palabras.
Moraleja: no hay que dejarse llevar por la avalancha mediática y su polémica.