EnglishLos jóvenes venezolanos Guillibet Cardona (18) y Eduardo Guerrero (19) son activistas de la oposición venezolana en Caracas, y ambos estudiantes de Derecho. Ella es es secretaria general del movimiento estudiantil Soy Usemista, de la Universidad Santa María; y él, miembro de la juventud del partido Primero Justicia —del excandidato presidencial y gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles.
Este mes dejaron ver su compromiso con la lucha estudiantil venezolana cuando participaron en el encuentro de estudios liberales Universidad ElCato, en Costa Rica, organizado por el Instituto Cato.
Desde el principio, robaron la atención de otros jóvenes participantes provenientes de una variedad de países de América Latina. No solo porque ser venezolano en un encuentro libertario da mucho tema de conversación, sino porque, acompañados de otro activista de Primero Justicia, Antony Barreto (24), vivieron las de Caín para llegar a Costa Rica en medio de la crisis cambiaria que afecta la oferta de pasajes aéreos en Venezuela.
Cardona y Guerrero emprendieron el viaje hasta la frontera colombiana desde Caracas, para, desde la ciudad de Cúcuta, volar a Bogotá, y desde allí a San José. Pero las complicaciones del viaje no afectaron su ánimo, decidido a buscar soluciones para Venezuela a través de las experiencias y propuestas de otros países de la región.
En medio de ese proceso de reflexión, cuestionamiento, y creatividad, ofrecieron una entrevista a PanAm Post sobre el rol de la juventud en la crisis democrática venezolana y la emigración acelerada de quienes se suponen, enmendarán a este país en peligro de extinción.
El Gobierno de Venezuela acaba de anunciar la posibilidad de que las Fuerzas Armadas utilicen armas de fuego en contra de manifestaciones, de tornarse violentas. ¿Cómo afecta eso al movimiento estudiantil y qué acciones tomarán?
GC: Indiscutiblemente vamos a seguir protestando. Porque nos parece que esas medidas que está tomando el Gobierno lo está haciendo, más que todo, para generar miedo a la población, para que las personas tengan miedo a salir a protestar por sus derechos.
Aparte que es inconstitucional, el artículo 68 ampara que no se puede reprimir protestas pacíficas, y la Constitución es la norma suprema. Tú no puedes pasar por encima de la Constitución y menos para menoscabar los derechos de los venezolanos.
¿Tienen planificada alguna acción a raíz de que se conoce esta resolución?
GC: Nosotros vamos a seguir alzando nuestra voz y vamos a seguir protestando por todo lo que nos parezca injusto.
Ya yo no tengo miedo de lo que haga este Gobierno. Estamos en discusión sobre las medidas que tomaremos, pero seguiremos reclamando.
¿Qué implica ser un joven activista de la oposición venezolana? ¿A qué actividades se dedican?
GC: Como no podemos comunicarnos a través de los medios, nuestra única ventana son las redes sociales, y eso nos ha obligado a estar más presentes en las calles, haciendo asambleas, conversatorios, y llevándole un mensaje de cambio a la población. Ahora los muchachos van a las colas [para hacer compras], le dan agua a las personas y conversan con la gente para explicarles el porqué de la situación.
¿Cuál es el mensaje de cambio que llevan?
“Cuando los venezolanos recuperemos la libertad, vamos a defenderla con sudor, lágrimas y sangre, porque no nos la van a volver a quitar”.
GC: Que lo que tenemos ahora no es lo único que podemos tener. Podemos vivir mejor, y las personas no se tienen que conformar con el Gobierno que tenemos actualmente.
¿Les hacen propuestas políticas para el futuro?
EG: Llevamos propuestas de políticas públicas. Por ejemplo, en Caracas promovemos la ordenanza de Titularización de Tierras que se inició en el municipio Sucre (de Gobierno opositor), y ahora llevamos la iniciativa al concejo municipal de Libertador (de Gobierno oficialista). Desde Primero Justicia llevamos a la calle la Ley del Primer Empleo, que después de discutirla durante cinco años, el Gobierno la tomó como propia y la sacó por vía habilitante.
También invitamos a la gente a participar, a organizarse, a salir a protestar de manera pacífica.
¿Llevan a cabo actividades en las barriadas o zonas populares?
EG: En el caso de Caracas, la mayoría de la población vive en zonas populares; yo provengo de una de ellas. Lo que nosotros tratamos de hacer es que, aunque la gente no salga a protestar completamente, lo que planteamos dentro de la comunidad es el trabajo social.
Por ejemplo, en diciembre llevamos juguetes a las comunidades, para niños de escasos recursos; Siempre hacemos asambleas, tratamos de que los vecinos entiendan que nosotros como oposición, no somos fascistas, u otros términos que utiliza el Gobierno para agredirnos. Queremos que entiendan que estamos con ellos.
En Caracas, la ultima vez realizamos una actividad en Catia y nos sacaron a golpes, pero eso no evitó que entráramos una segunda vez al barrio; si a mi me sacan yo vuelvo y entro, y la gente tomó eso en cuenta.
Una crítica común hacia la oposición venezolana es que aplica las políticas populistas que se han implementando antes. ¿Ustedes hacen algo para marcar la diferencia?
EG: Lo de los juguetes se puede ver como una práctica populista, pero tenemos una Venezuela donde el Gobierno practica eso; Hay gente que simplemente no puede comprarle a sus hijos un juguete, y creemos que los niños no tienen la culpa; Los padres tienen que conseguirles leche y pañales [productos escasos], tienen un sueldo mínimo que no les alcanza (US$30,72 al cambio libre). Lo hacemos como un trabajo social, como una labor, y con todo el cariño posible.
¿Creen que en los barrios se esté dando una batalla de ideas, y que se esté debatiendo el futuro de Venezuela?
GC: Ha habido un cambio significativo en las personas de los sectores populares porque el chavismo tenía mayores seguidores, pero poco a poco hemos ido sembrando el mensaje de que, aunque el Gobierno les preste ayuda, no tienen por qué conformarse con eso, cuando es posible mejorar la calidad de vida.
En los sectores de menores recursos económicos, ¿cuál es la receptividad hacia los jóvenes?
GC: Hay muchos que nos han recibido bien, incluso hasta militantes del Partido Socialista Unido (PSUV). Eso no se veía antes.
La emigración de la juventud venezolana está alcanzando un nivel histórico. ¿Por qué prefieren dedicarse al activismo dentro de Venezuela?
“Nosotros vamos a cambiar al país para que vuelvan y podamos salir adelante”.
GC: Nos duele sumamente lo que está pasando en nuestro país. Yo he tenido la posibilidad de irme a otro país y sin embargo no he querido, porque quiero seguir luchando por mi país. Si todo el mundo se va, quién va a ayudar a que haya un cambio.
EG: Yo con los valores que tengo no me visualizo fuera del país, lejos de mis padres, mis familiares, y mi comunidad. Siento que puedo colaborar al cambio en mi comunidad, y poco a poco vamos sumando gente.
¿Qué les dirían a los jóvenes que sí se han ido?
EG: Bueno, que vayan a prepararse. Nosotros vamos a cambiar al país para que vuelvan y podamos salir adelante.
GC: Nosotros entendemos la posición de muchos que se han ido del país porque no han tenido la oportunidad de desarrollarse ni de tener una calidad de vida óptima. No podemos criticar a los que se van, pero respetamos mucho a los que se quedan porque realmente quieren a su país.
¿Por qué vinieron a la Universidad ElCato?
EG: Nos llama la idea de la libertad, y de la democracia, y en Venezuela no la tenemos. La perdimos, y no la valoramos cuando la tuvimos. Cuando los venezolanos recuperemos la libertad, vamos a defenderla con sudor, lágrimas y sangre, porque no nos la van a volver a quitar.