English Venezuela, el país con las reservas de petróleo más grandes del mundo, recibirá el próximo 26 de octubre su primera importación de crudo desde que inició su historia como Estado productor de crudo en el siglo XIX.
El cargamento de dos millones de barriles viene de un socio de la OPEP, Argelia, —a pesar de que este país tiene una capacidad diaria de exportación mucho menor a la de Venezuela: 1,5 millones de barriles frente a 3,9 millones.
El petróleo ligero importado (Saharan blend) será usada por la compañía estatal venezolana, Petróleos de Venezuela (PDVSA), para mejorar la calidad del crudo pesado que alberga la región con las mayores reservas comprobadas, la Faja Petrolifera del Orinoco, al sureste de Venezuela.
Fuentes cercanas a PDVSA dijeron a Reuters en agosto que esta compra reducirá los costos de este procedimiento, ya que la compañía estaba usando nafta para aligerar el crudo pesado, derivado que es mucho más costoso.
Históricamente, Venezuela usaba su propio crudo ligero para completar este proceso y vender petróleo de mejor calidad fuera de sus fronteras. Sin embargo, la fuente de Reuters, explicó que algunos de estos yacimientos tradicionales están acabados, o la producción ha decaído en muchos de ellos.
Marianna Párraga, periodista venezolana especializada en la industria petrolera, explica también que PDVSA solía aligerar este crudo pesado en mejoradores (complejos industriales). Sin embargo, mucho de ellos tienen graves fallas, y el último inaugurado abrió funciones en el año 2000.
Desde entonces, no se han construido plantas similares. En el 2010 PDVSA abrió un conjunto de licitaciones para mejoradores en la Faja del Orinoco, pero solo un poco de ellos están en construcción y muchos no estarán listos para el 2016 como se planeaba, asegura la periodista.
“Con grandes retrasos a cuestas, PDVSA y sus socios han tenido que recurrir a la importación de nafta en el mercado abierto, pagando precios muy altos debido a que muchas de las compras se hacen al contado, no a través de un contrato de suministro”, sostuvo en Prodavinci.
Reuters informa que PDVSA cambió la importación de nafta por la de crudo ligero, y por tanto ha firmado con Sonatrach —la compañía argelina de petróleo a cargo de la transacción— un contrato de suministro para los años venideros.
El domingo, PDVSA informó a los medios que esta compra es completamente normal, y que se justifica por el incremento de la producción en la Faja —precisamente cuando uno de los mejoradores del área, Petrocedeño, recibirá fuerte mantenimiento.
“Ante la información tendenciosa contra la industria petrolera por parte de autodenominados expertos petroleros que manipulan la información, Pdvsa informa al país que la adquisición puntual de crudo liviano en el exterior obedece a la necesidad de utilizarlo como diluente”, dijo la compañía.
Una orden de dos millones de barriles de crudo ligero ruso, comprado a Petrochina, que llegará el próximo noviembre, confirma que estas operaciones continuarán. En este caso, la mezcla rusa Ural, será entregada a la refinería Isla, de PDVSA en Curazao, frente a las costas Venezuela, según reporta El Universal. La fuente de este diario también indicó que no hay un contrato formal entre PDVSA y Petrochina para estas entregas, tal y como el que se firmó con Sonatrach de Argelia.
La caída de un imperio industrial
Venezuela, co-fundadora de la OPEP en 1960, ha perdido en la última década su influencia como país productor de petróleo, a pesar de que tiene las reservas petroleras comprobadas más grandes del mundo en la Faja, de cuyos 55.314 kilómetros cuadrados, sólo se están explotando 11.593.
Marianna Párraga atribuye esto a la caída de las inversiones en exploración y desarrollo, especialmente en las reservas de crudo ligero, que podrían proveer una solución al problema en cuestión. Por otro lado, el régimen ha aumento los impuestos sobre las compañías extranjeras y creado conflictos entre PDVSA y los socios de la Faja.
“Venezuela ha hecho muy poco en la última década por desarrollarlas eficientemente. Se ha concentrado únicamente en asegurar la mayor captura de renta posible. Ese enfoque, aunado a la politización extrema de la industria (algo que le resta visión comercial a la empresa) está afectando seriamente el desempeño de los negocios del país”, sostiene la periodista en su análisis.
Además, en 2002, el expresidente Hugo Chávez dirigió una purga masiva de profesionales especializado que protestaban por la interferencia chavista en la empresa. Exigían el mantenimiento de la meritrocacia en PDVSA, como un valor que se originó en los inicios de la compañía en 1975.
Perdimos boom petrolero(100$/barril) en regaladera y ahora nos vemos obligados a importar crudo.Ese también lo van a regalar?
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) October 15, 2014
Una economía quebrada, y dependiente, enfrenta la caída de los precios
Desde el principio de la revolución socialista en 1999, Venezuela ha disfrutado de unos rampantes precios petroleros. De hecho, el economista venezolano Angel García Banchs ha calculado un aumento de 1.400 % entre 1998 y 2012, año en el cual alcanzó su precio máximo (de US$8 a $120 el barril).
Pero desde junio, los precios del crudo venezolano han comenzado a sucumbir, de $99,11 a $77,11 el barril, hace tres días.
Las exportaciones de petróleo representan el 95% del ingreso venezolano, y el control estatal sobre el cambio monetario implica el subsidio sobre una amplia cantidad de productos. La disminución de ingreso en moneda extranjera significará el detrimento de este esquema intervencionista, que aplica a casi todo tipo de compañías y organizaciones privadas que necesitan autorización del Estado para adquirir bienes en moneda extranjera o cambiar sus activos en el exterior a una moneda más estable.
“Es un golpe enorme para Venezuela, más que para cualquier otro país”, dijo Alberto Ramos, jefe economista de Goldman and Sachs para América Latina, a Bloomberg.”Tienen que ajustar el gasto o emitir más dinero, y emitir más dinero significa que su hiperinflación se acelerará aún más(…) es una suerte de incendio”.
El presidente Nicolás Maduro no se rinde, sin embargo. Dijo frente a las cámaras el viernes que el Gobierno mantendría sus programas sociales, sin importar el precio del petróleo.
Maduro recordó que el presupuesto público de Venezuela fue hecho a un precio de barril de US$60, y dijo que el presupuesto de 2015 seguiría el mismo camino. Los Gobiernos chavistas estiman tradicionalmente un precio bajo del petróleo en sus presupuestos, así tienen libertad de usar algunos remanentes sin ningún tipo de planificación.
La gigante del gas ruso, Gazprom, estima que el precio del barril permanecerá entre los $70 Y $75 en los próximos meses. Un representante de la compañía señaló que la negativa de reducir la producción por parte de los países de la OPEP, y el rechazo a la petición de Venezuela de convocar una reunión urgente, son señales de ese indicador.