English¿Por qué emigran las personas? ¿Cómo llegan a Estados Unidos? Cuando salen de sus hogares, ¿saben que posiblemente no verán más a sus familiares? La historia previa al hecho migratorio, quizás la más larga y dolorosa, no ocupa gran parte de la masiva cobertura mediática respecto a la mal llamada “crisis de inmigración” de Estados Unidos. Los grandes medios se remiten exclusivamente a la cobertura de las informaciones políticas, a las reacciones de expertos y a los comentarios sesgados de quienes ignoran la travesía migratoria. Se pierden la noticia.

Tales motivos nos remiten, de forma casi obligatoria, al film 7 Soles (2008), que a pesar de ser una historia de ficción, tiene muy poco de ella. Su realizador, Pedro Ultreras, es un periodista y cineasta de origen mexicano que se ha dedicado al periodismo en español en Estados Unidos. Actualmente reporta para Univisión la experiencia de los inmigrantes indocumentados que se suben al tren conocido como “La Bestia”, para llegar al país del norte.
El relato de 7 soles es recomendable para todos aquellos que quieran conocer el lugar donde comienza esta noticia.
En la película, Ramona, una mujer mexicana, emprende junto a sus dos hijos menores un viaje para cruzar a pie la frontera de México con Estados Unidos, y reunirse, después de años, con su esposo. El padre de los niños había dado en el país del norte los primeros pasos para alcanzar el “sueño americano”; ya tiene vivienda, automóvil, un trabajo y una promesa laboral para Ramona.
El padre, para poder reunir a su esposa e hijos, contrata desde Chicago a un grupo de coyotes, quienes buscan en México a la mujer y a los niños, y los introducen en un viaje de esperanzas que terminó en pesadilla.

La veracidad de este film inicia con la despedida entre los migrantes y los padres de Ramona. Entre ellos se compartía la certeza silenciosa de que no se volverían a ver, y con ella el inicio del pesar que acompaña a la mayoría de los migrantes: la desintegración familiar.
Los protagonistas se unieron a la travesía de un conjunto de personas que también pagó por los servicios de los coyotes. Una mujer con un lactante, una pareja, un adulto mayor. Todos, sin importar su edad o su condición, perseguían el mismo sueño.
Cada uno con un galón de agua en la mano, y con sus pertenencias en la espalda, arrancó el camino por el desierto de Arizona. El cansancio ya les pesaba cuando los movimientos de la patrulla fronteriza de Estados Unidos ocasionaron un repentino cambio de ruta, el cual iba a ser difícil de emprender con las pocas provisiones de agua, comida, y energías.
Como espectador, cualquiera con una pizca de buenos sentimientos se introduce en este grupo como si se tratara de un migrante más.
Son inevitables las escenas de sufrimiento y violencia que suceden tras la noticia de que el camino se extendería por más días.
El perecimiento progresivo de los miembros del grupo, y su abandono en el desierto, deja una profunda tristeza. La promesa de unirse con sus familiares queda rota en el intento.

“Este desierto es un panteón gigante”, dice el coyote que comanda la banda cuando ellos se alarman por los restos humanos que quedan a un lado del camino. Cuerpos de tantas personas que no pudieron continuar el viaje.
Hechos como los que suceden en 7 Soles se repiten en este lugar todos los días. De no haberlos contado, la historia de Ultreras no sería verídica.
Pero además de tristeza, la crueldad del desenlace también puede causar en el espectador un sentimiento de rabia y rebeldía con el sistema de cosas del mundo. Tras ver la película uno puede preguntarse cómo es que hemos permitido que la tierra funcione bajo este marco de restricciones y desigualdades extremas. Sin libertad para alcanzar los sueños. Precisamente es la búsqueda de esa libertad, y por ende, de la felicidad, que muchos pierden la vida intentando alcanzar la frontera, una línea establecida por los humanos que separa los sueños de las pesadillas.
El final de la película de Ultreras nos deja un asomo de esperanza. Después del dolor compartido, nos hace sentir también la felicidad de la reunificación familiar. La dicha de un padre de cargar de nuevo en sus brazos a alguno de sus hijos. Dicha que en estos momentos se le está privando a centenares, si no miles, de niños y padres.
Tienen 13 y 15 años son d Honduras viajan en La Bestia con su hermano de 22 van a Houston. Su historia @UniNoticias pic.twitter.com/T7NoZqsZ29
— Pedro Ultreras (@pedroultreras) July 5, 2014
Como cierre, Ultreras sentencia: “A la memoria de todos los inmigrantes que en la lucha por alcanzar el sueño de una vida mejor han dejado en el camino su propia vida”.
En estos momentos de desinformación, es un deber de la ciudadanía universal conocer los dramas humanos que se esconden tras los fenómenos mediáticos, disminuidos por los noticieros y mal abordados por los políticos.
Detrás de la migración se esconden historias como las de Ramona y sus hijos. Historias esenciales que nos remiten a la humanidad que todos tenemos capacidad de compartir.
Si nos prohibe subirnos a La Bestia, caminaremos todo Mexico, pero no nos detendrán, me dijo un migrante de Honduras. pic.twitter.com/onnGvsVpIg
— Pedro Ultreras (@pedroultreras) July 13, 2014