Este domingo 26 de noviembre los hondureños acudieron a su cita cívica para elegir un nuevo presidente del país, parlamentarios y alcaldes.
La jornada comenzó en punto de las 7:00 a. m., hora local, y se desarrolló sin incidentes ni violencia, que era el temor que se había difundido por medio de las redes sociales.
Minutos antes de las 4:00 p. m. el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció que no se daría el alargue de una hora que se ha acostumbrado, por lo que el ejercicio democrático finalizó a las nueve horas reglamentarias.
Alrededor de las 6:00 p. m. los resultados de boca de urna comenzaron a rodar en redes sociales y medios de comunicación, y le daban la victoria contundente al actual presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien busca la reelección para un segundo período.
La espera que se supondría fuera de cuatro horas para tener el primer boletín informativo por parte de las máximas autoridades electorales se convirtieron en casi nueve horas, ya que el TSE indicaba que no tenía aún una tendencia que se pudiera considerar “estable”, por lo que esperarían.
Al filo de las 8:00 p. m. el actual presidente y candidato por la reelección se proclamó como ganador de los comicios debido a la ventaja de casi 10 puntos que las primeras encuestas le otorgaban. De la misma manera, Salvador Nasralla Salum hizo lo mismo, ya que justificó que según los resultados de las primeras actas electorales que tenían en su poder indicaban un triunfo contundente.
Resultados preliminares de las #Elecciones2017Honduras presentados hace unos momentos por el pleno de magistrados del #TSE ⤵ pic.twitter.com/qgxJgqmWZ5
— TSE Honduras (@tsehonduras) November 27, 2017
Casi al marcar las 2:00 a. m. de este lunes, el pleno de magistrados del TSE compareció ante la prensa y la opinión pública para divulgar los primeros resultados que representarían el 47 % de las urnas contabilizadas, que según detalló el magistrado presidente, David Matamoros Batson, suponen ser de las dos ciudades más grandes del país centroamericano: Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Según las cifras reveladas en el primer boletín del TSE indican lo siguiente: el izquierdista Salvador Nasralla lidera la tendencia con un 45,17 %, Juan Orlando Hernández se ubica en segundo lugar con 40,21 % y el liberal Luis Zelaya se queda en un inobjetable tercer lugar con un 13,67 %. Estas cifras corresponden al 57 % de las mesas escrutadas, mientras que aún quedan por contabilizar 2.400.000 votos.
El llamado de la Misión de Observación de la @OEA_oficial al puebo hondureño es a preservar la tranquilidad que imperó en todo el proceso electoral, hasta el día que se conozcan los resultados finales #Elecciones2017Honduras #TodosVotamosPorHonduras pic.twitter.com/wi2V6LfTVZ
— TSE Honduras (@tsehonduras) November 27, 2017
Medios locales y diversos sectores de la sociedad hondureña, así como la misma Organización de Estados Americanos (OEA), consideran que la ventaja que favorece a Nasralla Salum es aún muy pequeña para considerar que el país centroamericano tiene ya un virtual presidente, por lo que se ha llamado a la cautela hasta que se tengan resultados más certeros que incluyan las votaciones del sector del interior de Honduras.
Según informes de diferentes delegaciones de observadores internacionales las elecciones en Honduras se llevaron a cabo en total calma y sin incidentes que lamentar, también destacaron la importante afluencia de ciudadanos a las urnas. Por otra parte, informaron que el atraso en la transmisión de resultados por parte del TSE fue observada en todo momento.
El pueblo Hondureño luchando contra todos los pronósticos institucionales ha sorprendido al mundo eligiendo un nuevo Presidente de la República @SalvadorAlianza .
— Manuel Zelaya R. (@manuelzr) November 27, 2017
Una vez divulgados los resultados preliminares, el presidente y candidato, Juan Orlando Hernández, se comunicó con sus simpatizantes por medio de un audio en el que indicaba que si bien es cierto que los resultados no les favorecían, aún debían esperar los resultados de las urnas en donde, según los datos de su partido, tendrían una ventaja por sobre Nasralla de hasta siete puntos porcentuales.
Por su parte, Salvador Nasralla, favorecido con la tendencia, durante la madrugada de este lunes, mientras se encontraba reunido con simpatizantes y acompañado por el expresidente Manuel Zelaya Rosales, aseguró ser “el nuevo presidente de Honduras”.
Honduras aún espera resultados finales por parte de las autoridades del TSE, por lo que la moneda que decidirá quien ocupará la primera magistratura del país centroamericano aún está en el aire, la Cual podría ser ocupada por el ungido por el chavismo o sobre el actual presidente, quien sería el primer mandatario de ese país que busca la reelección.
Sin embargo, en el Congreso Nacional se perfila un panorama muy inquietante en caso de que Nasralla resulte el ganador de esta contienda electoral, ya que el conservador Partido Nacional proyecta adjudicarse 62 diputaciones, mientras que el chavista Partido Libertad y Refundación tendría 30 curules; el Partido Liberal 26; la Alianza Patriótica 4; Partido Innovación y Unidad Social Demócrata 4 y el Partido Anticorrupción 1.
Con este escenario, Nasralla Salum no tendría una entrada fácil para poder derogar e introducir leyes, ya que su gran bloqueo será la numerosa bancada del actualmente oficialista Partido Nacional, su más agudo rival.
Mientras que un escenario aún más difícil tendría en las alcaldías, debido a que se proyecta que el Partido Nacional obtenga al menos 140; el Partido Liberal 89; Libertad y Refundación 28; y los demás partidos un promedio de 1 cada uno.
Además, vale la pena destacar que las dos principales alcaldías del país, la de Tegucigalpa y San Pedro Sula, continúan en poder del Partido Nacional con una victoria que se proyecta contundente.
En caso de que el escenario actual no cambiara y Salvador Nasralla se alzara con la victoria, el país centroamericano podría atravesar uno de sus períodos socio-políticos más complejos, debido a que se teme que el expresidente Zelaya y sus aliados busquen venganza por lo sucedido en el 2009 cuando fue derrocado del poder por orden de la Corte Suprema de Justicia debido a su intención de imponer una Asamblea Nacional Constituyente con intenciones continuistas.