El polémico muro fronterizo que tanto ha promovido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cada vez parece ser una realidad más palpable, y es que la primera etapa de este millonario proyecto ya se visiviliza desde las calles de la fronteriza ciudad de Tijuana.
Murallas de concreto de gran tamaño, o de metal con picos en la parte superior se notan ya a través del desierto que muchas vidas de migrantes centroamericanos y mexicanos ha cobrado en su intento por llegar a Estados Unidos.
Estas construcciones en proceso se encuentran vigiladas por policías, además de estar rodeados de maquinaria pesada utilizada para la construcción, según se visibiliza desde el punto de control migratorio terrestre en Tijuana, Baja California.
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Dichos prototipos marcan una diferencia estructural con el muro fronterizo ya existente, y es que el objetivo de la construcción es, según el presidente Trump, bloquear el tráfico de drogas, armas y personas que perjudican a Estados Unidos.
Cada uno de estos modelos le costó al Gobierno federal USD $500.000 sus proporciones son de 5,5 y 9 metros de alto por 9 de ancho. Los materiales con los que están siendo edificados son concreto reforzado o acero, incluso con “materiales alternativos”.
La fecha límite para que estos prototipos estén finalizados es el próximo jueves 26 de octubre, cuando comenzarán a ser evaluados por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, quienes considerarán su viabilidad, resistencia, costo y seguridad.
Sergio Tamay, presidente de la organización Ángeles de la Frontera, indicó: “Los muros se brincan, y si están más altos, se pueden agujerear o hacer túneles cómo ya quedó demostrado”, además, agregó que las drogas siguen pasando por dicha frontera en grandes cantidades, ya que “está la corrección que hay con su mismo personal” de seguridad en la frontera.
El muro fronterizo que contará con 3.000 kilómetros de longitud ha sido uno de los puntos de agenda más polémicos del presidente Trump, apoyado por un sector amplio de la sociedad estadounidense, y rechazado por otra, ya que creen es innecesario y crea una división no solo geográfica sino racial con Latinoamérica.
Al inicio de la administración del republicano muchas eran las dudas de que este proyecto se echara a andar, pero ahora con los prototipos ya levantados, la realidad comienza a asomarse, con lo que pone en riesgo no solo la migración de personas, sino el libre comercio con México.
Actualmente, México exporta a Estados Unidos el 80 % de su producción, por lo que este país es su principal socio comercial, ya que las transacciones comerciales entre ambos alcanzó en 2016 los USD $480.000 millones. Pero esto podría cambiar si no se llega a un acuerdo conjunto respecto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el muro que desea construir Trump no ayuda a que las conversaciones se tornen cordiales.
Fuentes: El Economista, Actualidad RT