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Desde el 2010, 615 miembros del Ejército de El Salvador han sido separados de esa institución por tener algún vínculo con pandillas, según detalló David Munguía Payés, secretario de Defensa de ese país.
El funcionario en mención dijo: «Estamos poniendo aún más finos los requisitos o los filtros de ingreso a la institución armada, estamos ahondando más en las investigaciones para prevenir en la primera fase el ingreso de personas que puedan pertenecer a grupo delictivos. Este año no tengo información de separación de elementos por pertenecer a grupos criminales; sin embargo, hay personas que están siendo investigadas».
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El pasado mes de abril, el soldado Óscar Ómar Jiménez fue fichado como pandillero activo de la pandilla MS-13 trabajando a la vez en una oficina de inteligencia militar del Ejército de El Salvador.
Jiménez formaba parte de un grupo asesor del secretario de Defensa que era liderado por el coronel Simón Alberto Molina Mont
oya, sin embargo, el Munguía Payés indicó que el militar con vínculos al grupo criminal, había sido removido en el año 2016.
En cuanto a la protección de los familiares de los miembros del Ejército, el secretario de Defensa indicó que se les hace difícil brindarles protección si habitan en zonas dominadas por las pandillas:
«Es muy difícil garantizarles la vida a ellos [familiares de soldados], todavía tenemos funcionando en el Estado Mayor un centro de llamadas para que soldados puedan llamar cuando estén en peligro o sus familias y atenderlos en tiempo real. Ojalá estas medidas nos den resultados, yo creo que nos han funcionado porque en años anteriores hemos tenido más bajas de las que estamos teniendo».
En 2015 se registraron 24 homicidios de militares, durante 2016 se dieron 22 y en el transcurso de este 2017 ya hay las cifras indican seis soldados asesinados.
Fuente: La Prensa Gráfica
