Fuerzas de seguridad de El Salvador arrestaron a seis integrantes de un grupo de sicarios que era financiado principalmente por políticos y empresarios de ese país quienes pagaban entre USD $500 y USD $5.000 por cada homicidio que encargaban a los perpetradores.
Aún no han sido reveladas las identidades de los políticos y empresarios vinculadas a esta banda de exterminio; las autoridades aseguraron que “la investigación está abierta y revelar las identidades podría entorpecer el trabajo”.
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Han sido identificadas cinco personas asesinadas por los miembros de esta estructura criminal quienes tendrán que enfrentar a la justicia salvadoreña. Todos los homicidios habrían ocurrido entre los años 2014 y 2016. Según las investigaciones, ninguna de las víctimas estaban vinculadas a pandillas, sino que fueron asesinadas por conflictos personales con políticos o empresarios.
“Los políticos y empresarios pagaban para que la estructura asesinara a las personas por el simple motivo de que alguien les caía mal o porque sentían que política o económicamente les estorbaban”, indicó un investigador de la División Élite Contra el Crimen Organizado (DECO).
Quienes encargaban los asesinatos utilizaban un intermediario para solicitar el servicio de los homicidas; esta persona era la encargada de pagar así como de confirmar que el asesinato se realizara según lo acordado. Esta persona que servía como enlace entre los criminales y los políticos o empresarios aún no ha sido detenida.
Las investigaciones también han indicado que no todos los homicidios de este grupo fueron realizados por dinero, ya que en 2014 asesinaron a dos jóvenes en la localidad de El Carmen por creer que eran miembros de una pandilla.
Durante la operación de arresto la policía también incautó 12 armas de fuego con municiones: “Todavía estamos en el proceso de verificación, para determinar el historial de las armas y a quiénes pertenecían”, aseguró el investigador quien también detalló que dentro del armamento había pistolas calibre 9 milímetros, escopetas y fusiles.
Fuente: La Prensa Gráfica.