La situación de inseguridad y violencia en México parece no dar tregua, y en lugares como Cancún que en algún momento fue un paraíso turístico, ahora se ha convertido en un infierno para propios y extraños, afectando en gran medida la principal fuente de ingresos de sus habitantes: el turismo.
Esta situación ha llevado a que locales y visitantes cambien sus hábitos ya que antes disfrutaban de la vida nocturna de la ciudad en bares, restaurantes y discotecas pero ahora esta actividad se hace de forma limitada por el temor de ser víctimas de hechos violentos o de verse involucrados en algún delito.
Un estudio de seguridad pública y gobernabilidad señaló que en Cancún hay presencia de cárteles de la droga así como de células y bandas criminales locales, especialmente en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad, Othón P. Blanco, Cozumel y Felipe Carrillo Puerto, lo que representa casi la mitad del estado.
Dentro de los cárteles identificados en esta entidad federativa se encuentra el Cártel del Pacífico y el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación que se considera tienen operaciones en Cancún y Chetumal expandiéndose a otros municipios.
“El Cártel del Golfo y Los Zetas no tienen una estructura clara y se hallan diseminados en distintas células criminales afines y en ocasiones antagónicas, como en el caso de Tamaulipas. En Quintana Roo se registran dos grupos vinculados con estas organizaciones: Los Sureños, relacionados con Los Zetas, y Los Pelones, célula afín al Cártel del Golfo”, indica el estudio.
Dicho reporte también indica que hay grupos criminales locales “en ocasiones relacionados con actores o grupos políticos” siendo su principal actividad el “tráfico de mercancías, personas, piratería, comercio informal y narcomenudeo”.
Una situación que agudiza la situación es que estaría surgiendo el Cártel de Cancún que estaría compuesto por desertores de otras organizaciones criminales. Esta teoría surgió por declaraciones de criminales después que la fiscalía general de Quintana Roo fuera atacada el pasado mes de enero.
En el período de tiempo transcurrido en este 2017, se han registrado 75 homicidios en Cancún, además de asaltos a transeúntes, negocios o agencias bancarias mientras que las balaceras son cada vez más frecuentes. Las fuerzas del orden no están exentas a estos hechos ya que se han registrado ataques y homicidios de policías.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENPIVE) del año 2016 se indica que el 69,9 % de los habitantes dejaron de usar joyas mientras que el 52,7 % ya no portan dinero en efectivo y dentro de los problemas más importantes de Cancún, los ciudadanos enlistan la inseguridad y la delincuencia.
“Hubo un abandono casi total al mantenimiento de la infraestructura de seguridad, porque aunque entraron millones de pesos por parte de la federación, el dinero no se usó o se utilizó de forma ineficaz. Cuando no tienes para la gasolina de patrullas, ni equipamiento para los policías, ni papelería, no puedes esperar nada más que lo que hay”, indico la criminóloga, Mónica Franco.
En la recientemente publicada Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) se demuestra como desde el mes de marzo la percepción de inseguridad en Cancún ha incrementado ya que hace tres meses el 76,5 % de los habitantes decían sentir insegura dicha ciudad, y en junio este porcentaje incrementó a 79,3 % reflejando ser superior al promedio nacional que es de 74,9 %.
Entre el 15 de julio y el 15 de agosto se prevé que Cancún reciba 2,2 millones de turistas nacionales y extranjeros alcanzando con ello casi el 100 % de la ocupación hotelera por ello la inseguridad se vuelve un dolor de cabeza aún más grande para sus autoridades a quienes las medidas implementadas para combatir el flagelo no dan resultado.
Fuentes: El Universal, Razón.