Según las cifras de la secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) de la Ciudad de México, alrededor de dos millones de personas se dedican a la economía informal mientras que en todo el país azteca un 48,1 % están en dicho sector.
Las delegaciones de la capital mexicana en donde más vendedores ambulantes se registran son Cuauhtémoc, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Iztacalco y Miguel Hidalgo.
Según expertos, dicho sector económicos se ha convertido en la principal válvula de escape ante la falta de empleos formales en el sector privado mientras que analistas indican que el problema es la dimensión económica que dicho fenómeno ha alcanzado en recientes años.
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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 25 % del Producto Interno Bruto (PIB) en México es generado por la economía informal lo que se traduce en una cuarta parte de la riqueza es generada por casi el 60 % de las personas empleadas en el país azteca y el otro 40 % de la población aporta el 75 %.
En cuanto a la realidad de la Ciudad de México, el 40 % del PIB es generado por la informalidad o vendedores ambulantes. Respecto a esto, representantes de cámaras de comercio de esa ciudad aseguran que dicho sector se ha convertido en un negocio apetitoso y rentable no solo para quienes lo desarrollan sino para líderes, políticos y funcionarios.
También destaca que gran parte de la derrama económica que generan estos negocios ambulantes no se queda en manos de quienes la desarrollan sino que va a parar a los bolsillos de quienes a diario cobran cuotas para dejarlos operar.
“Se vuelve apetitoso para las delegaciones el comercio informal porque representa votos. Se reciben cuotas de las que no se tienen que rendir cuentas, es como la caja chica de los políticos. Y no llevar una contabilidad apropiada vuelve turbias las cosas y eso hace tentador mantener la actividad del ambulantaje”, indica Humberto Lozano, director de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco).
La Canaco también señala que un aproximado del 60 % de la mercancía que se vende en las calles de la Ciudad de México es robada o pirata, mientras que el otro 40% son productos que entraron por las aduanas de forma ilícita.
Fuente: El Universal