El barco guardacostas de Estados Unidos, Stratton, se encuentra a unos 800 kilómetros del sur de la frontera entre Guatemala y El Salvador, corredor utilizado para el contrabando de drogas que es considerado uno de los más grandes a nivel mundial.
La misión del Stratton es “interceptar embarcaciones que transportan cocaína hacia ciudades de Estados Unidos” la cual es una tarea inmensa y que según han pasado los años ha aumentado especialmente desde que fue el auge de la producción de cocaína en Colombia.
Pero para apoyar esta tarea, la Guardia Costera estadounidense está sumando otras tecnologías y servicios de inteligencia para tener más efectividad en sus operaciones.
Este guardacostas es una nave de 127 metros, que tiene especialidad en información de radares, videos infrarrojos, helicópteros en misiones de reconocimiento.
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“En los viejos tiempos, si no divisabas o no pillabas nada, nos dábamos una palmada en la espalda y nos decíamos que seguramente los frenamos” indica el almirante Paul Zukunft, quien es comandante de la Guardia Costera desde hace más de 40 años y que aclara que la situación actual es distinta ya que “ahora rara vez pasan 72 horas sin que suceda algo o que despachemos una nave que regresa sin varias intercepciones”.
Estas intercepciones se dan gracias a la la tecnología de punta con la que el guardacostas cuenta y que puede ayudar a explicar por qué la Guardia Costera intercepta cargamentos cada vez más grandes. En 2016 se fijó un récord cuando interceptaron más de 240 tonelada de cocaína con un valor por más de USD $5.900 millones además de registrar la detención de 585 contrabandistas.
Por otro lado, hay que valorar lo que está pasando en la producción de la cocaína, puntualmente en Colombia en donde en 2016 incrementó un 18 % la cantidad de tierra dedicada al cultivo de coca lo que llegó a 188.000 hectáreas, según un informe de la Casa Blanca. Esta es a su vez la producción de coca más grande desde que Estados Unidos comenzó a invertir en el año 1999 miles de millones de dólares para combatir el narcotráfico en el marco del Plan Colombia.
Mientras que en el guardacostas, el capitan del Stratton, Nathan Moore opina: “Lo que sabemos aquí en el mar es que el negocio ha sido muy bueno el último par de años”. Y es que este incremento se atribuye en parte a la decisión de Colombia de suspender en el 2015 el rociado de herbicidas por preocupaciones en torno al impacto en la salud de los pobladores.
A su vez, también aumentaron los incentivos para los campesinos para que estos cultiven coca y así poder acogerse a los generosos pagos del gobierno para empezar a cultivar plantas legales como parte de un acuerdo de paz entre el gobierno y los guerrilleros.
También, es de destacar que al menos una docena de países de Centro y Sudamérica dejan en responsabilidad del gobierno de Estados Unidos el interceptar cargamentos de cocaína y otras drogas por lo que el país norteamericano estaría considerando que los narcotraficantes sean juzgados en sus países de procedencia aunque con esta medida se corre el riesgo de que sus delitos queden impunes.
Fuente: El Nuevo Herald