El robo de combustible en México puede llegar a ser un negocio más rentable incluso que el narcotráfico y ya se le considera como la segunda fuente de ingresos del crimen organizado según expertos.
Según Armando Rodríguez, investigador sobre el crimen organizado en el Colectivo de Análisis de Seguridad con Democracia, el robo de combustibles “es una actividad muy redituable, un negocio más lucrativo, en sus periodos de mayor éxito, que las drogas”.
Mientras que el legislador Roberto Gil Zuartg del Partido Acción Nacional (PAN) reveló que este ilícito es ya “el segundo ingreso más importante del crimen organizado” en el país azteca.
“El crimen organizado dejó de lado el negocio del tráfico de estupefacientes y se dedica a un negocio de enorme rentabilidad (el robo de combustibles), de más de USD $20.000 millones” detalló el diputado.
- Lea más: México: vniculan a Pemex y al expresidente Felipe Calderón con caso Odebrecht
- Lea más: Robo de combustible desangra a Pemex: en 10 años se detectaron más de 14 mil casos
Por su parte Animal Político, medio especializado en investigación, reveló el pasado mes de febrero, que la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó pérdidas por USD $3.291 millones entre los años 2009-2012 como resultado de fugas y robo de combustibles de sus ductos.
Durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto las pérdidas de Pemex ya suman USD $5.086 millones por lo que el senador Gil está solicitando que comparezcan ante el Senado los funcionarios del sector energético.
Y es que durante los últimos diez años, el control de las operaciones del robo de combustibles ha sido transferido de cárteles de la droga a grupos locales, lo que ha sido un detonante de la violencia.
Uno de los hechos más violentos que se han registrado por los llamados “huachicoleros” o ladrones de combustibles, fueron los enfrentamientos con miembros del Ejército de México en el estado de Puebla en donde resultaron 10 personas muertas, dentro de ellas cuatro soldados. Según Gil, hechos como estos se dan porque el gobierno de México ha abandonado programas de prevención a este delito y enviando fuerzas policiales y militares a enfrentarse a estos grupos que “ordeñan” los ductos.
Según el senador panista, el gobierno debe ejercer acciones en conjunto con la petrolera estatal: “La participación federal va a ser importante pero no es suficiente; Pemex tiene la tecnología para detectarlas (las tomas clandestinas), pero no tiene la capacidad de despliegue para impedirlas y detener ( a los responsables)”.
Los estados más afectados por el robo de combustibles son Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, en el norte y oriente del país; Guanajuato, Estado de México, Puebla, en el centro, y Jalisco y Sinaloa en el occidente.
Fuente: El Nuevo Herald