Luego de que Donald Trump asumiera su cargo en la Casa Blanca, varias ciudades estadounidenses fronterizas con México registraron importantes bajas en sus pues sus ventas dependen, en gran medida, de los compradores mexicanos, muchas de estas se localizan en el estado de Texas.
Dentro de las localidades más golpeadas por la baja de compradores provenientes de México son McCallen y Mission en donde la reducción en las compras ha provocado, en algunos casos, la reducción de empleos y en otros la reducción de horas laborales a quienes aún mantienen su puesto de trabajo.
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Como una medida para agradar a los mexicanos, las autoridades de estas ciudades han colocado letreros en las casetas de control migratorio en las que se lee: “Buen viaje, regrese pronto. Siempre amigos”.
Estos mensajes que están inscritos en manta tienen una medida aproximada de un metro de alto y ocho metros de ancho. En cuanto a esto, el administrador de dicho punto llamado Puenta Anzaldúas, Rigo Villareal, manifestó: “Lo puso la ciudad”.
#Nacional: Piden a compradores mexicanos regresar pronto a Texas https://t.co/5HywCjGvEM pic.twitter.com/fWaP5vn2fe
— Periódico Zócalo (@PeriodicoZocalo) May 3, 2017
Los compradores mexicanos son muy importantes para estas y otras ciudades de Texas como Rio Grande Valley en donde sus autoridades así como compañías de medios locales, en una alianza público-privada, pagaron un estudio a la firma Nielsen que se encarga de estudiar los hábitos de compra y uso de medios de los consumidores, para saber el impacto que tienen los compradores mexicanos en el mercado local.
Nielsen descubrió que los visitantes frecuentes hicieron un promedio de 48 viajes en 2016, o casi una visita por semana, y que el 36 % de los visitantes mexicanos en Rio Grande Valley compró un vehículo.
Fuente: Zócalo