La fuga de México del exgobernador Javier Duarte ha sido un misterio, ya que no usó puertos aéreos ni fronteras terrestres para abandonar el territorio mexicano, sin embargo, el misterio comienza a aclarase al descubrir que el exfuncionario habría ingresado a Guatemala por medio de la población de Sololá, que se ubica a unos 150 kilómetros de la capital de ese país y que es cercana a puntos ciegos de la frontera de Huehuetenango que colinda con México, y por donde se cree Duarte ingresó a territorio guatemalteco.
El ingreso de Javier Duarte y su esposa a esta zona, habría sido con el apoyo de una red logística conformada por mexicanos y guatemaltecos que ayudaron para que el exfuncionario pasara de incógnito en una población que está compuesta en su mayoría por indígenas que no hablan el español.
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Javier Duarte habría echado mano de la bondad de los habitantes de esta zona para pasar desapercibido y no era difícil en el segundo país con mayor número de etnias de América, y le fue fácil escabullirse para evadir el cerco migratorio que estableció para su captura la Interpol y la Policía Nacional de México.
Tanto el exgobernador como su esposa, se movilizaron metódicamente por varias poblaciones indígenas, sin acercarse a Ciudad Guatemala, capital de ese país, sino que siempre estuvieron entre etnias como Achi,’ Akateco, Awakateco, Chalchiteco, Ch’orti,c’, Chuj, Itza’, Ixil y Jacalteco.
Su último punto fue Panajachel, municipio del departamento de Sololá, que se ubica a cuatro horas de la capital guatemalteca y en donde se hablan dos lenguas mayas: Kaqchikel y Tz’utujil.
Medios mexicanos como Sin Embargo, destacan la ironía de la situación que vivió Javier Duarte en Guatemala, en donde dependió de indígenas para encubrir su anonimato mientras que cuando fue gobernador de Veracruz, en donde la población de etnias es importante, practicó la represión y el engaño en cuanto a obras públicas que nunca ejecutó, pero sí cobró.
Fuente: Sin Embargo