En el primer trimestre del 2017 el récord de homicidios en 30 estados de México rompió récord, y si esta tendencia continúa, el país azteca podría regresar a una violencia “incontrolable” indicó el director de la organización Semáforo Delictivo, Santiago Roel.
Estos datos se desprenden del más reciente estudio de la mencionada organización que revela que entre enero y marzo de 2017 se registraron 4.322 homicidios, lo que significa un incremento del 70 % respecto al mismo período de tiempo del 2016. De estos asesinatos, el 75 % están vinculados con el crimen organizado, y si esta tendencia se mantiene, este año registraría más de 17 mil muertes violentas, según la medición.
El informe denominado “Grave Deterioro de la Seguridad Durante el Primer Trimestre de 2017” se asegura que si el 2016 fue un “mal año para la paz” en México, el 2017 podría ser mucho peor.
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“Estamos regresando a los niveles del 2011 con más de 2 mil homicidios por mes. Pero lo más grave es que insistimos en aplicar la misma estrategia de seguridad a pesar que esta ha demostrado ser una estrategia fallida y peligrosa” indicó Roel.
En los primeros meses del año, los delitos incrementaron un 29 % en 30 de los 32 estados de México, esta tendencia podría llevar a que el 2017 tenga un nivel igual o mayor en cuanto a violencia que el 2011, el año más violento del gobierno de Felipe Calderón y de la historia de México en general. Un ejemplo de esto, es que de los homicidios registrados, el 75 % son ejecuciones vinculadas al crimen organizado.
Las entidades federativas más violentas son Guerrero, Estado de México, Baja California Sur, Chihuahua, Veracruz, Sonora, Michoacán, Jalisco y Guadalajara, ya que en estos estado se concentraron el 60 % de los homicidios.
De los estados mencionados, el caso que más destaca es el de Baja California Sur, ya que el incremento de homicidios fue de 68 %, mientras que en Nuevo León y Estado de México, se observó una leve disminución.
“Todos los países enfrentan este tipo de violencia en mayor o menor grado, pero México equivocó el rumbo desde 2007, cuando el expresidente Felipe Calderón inició un combate frontal contra algunos capos, siguiendo la recomendación de Estados Unidos, dentro de la Iniciativa Mérida. Lo más lamentable, es que Enrique Peña Nieto mantuvo la estrategia” dijo Roel.
Fuente: Proceso