Según un estudio del Centro de Investigaciones Pew, 5,8 millones de mexicanos viven en Estados Unidos sin tener un estatus migratorio legal, esto se traduce en más de la mitad de la totalidad de inmigrantes indocumentados. Esta cifra por grande que parezca en realidad demuestra una disminución, ya que en el año 2009 eran 6,4 millones.
Por esto el gobierno de México muestra tal preocupación ante el endurecimiento de las políticas migratorias que ha hecho el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con lo que se amplió las potestades de los funcionarios para deportar a los inmigrantes indocumentados así como el incremento de los casos considerados como prioridad lo que además de incluir a las personas que hayan cometido delitos graves, también abarca a quienes hayan cometido cualquier delito.
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Para hacer frente a esta situación, el gobierno de México anunció que abrirá centros de asistencia legal en consulados de 50 ciudades estadounidenses. Dichas oficinas proveerán asesoría legal gratuita a los ciudadanos mexicanos que sientan que sus derechos en territorio estadounidense se encuentran en peligro.
Luis Videgaray, canciller de México, indicó que a su país le interesa que los derechos humanos de los mexicanos que viven en Estados Unidos, pero aclaró que estos centros “no promoverán la ilegalidad”.
Actualmente las relaciones entre México y Estados Unidos se encuentran en su punto más bajo en varias décadas, ya que al endurecimiento de las políticas migratorias se suma la construcción del muro fronterizo en el cual ha insistido Donald Trump desde su campaña electoral.
Sin embargo, actualmente el diálogo se encuentra abierto entre las autoridades de ambos países y en junio se comenzará la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que es otro punto delicado entre México y Estados Unidos.
Fuente: Milenio