Dos pandilleros pertenecientes a la organización MS-13 originaria de El Salvador, comparecieron a la corte de Houston el pasado miércoles para conocer los cargos que pesan sobre ellos; estos son de secuestro y tortura a una víctima y por asesinato contra otra persona.
Los detenidos son Diego Hernández-Rivera, de 18 años, y líder del grupo, además Miguel Álvarez-Flores, de 22 años, conocido también como “Diabólico”; ambos fueron arrestados el pasado lunes por cargos de secuestro agravado en un caso y por el asesinato en un segundo crimen en el que se dio muerte a una mujer no identificada cuyo cuerpo fue encontrado a principios del mes de febrero en una carretera de Houston.
Ambos se rieron, sonrieron y saludaron a las cámaras de la prensa presente en la audiencia del jueves por la mañana. Por otra parte, los registros judiciales revelaron que son inmigrantes indocumentados viviendo en Estados Unidos.
En cuanto al caso de secuestro, los hombres habrían llevado a su víctima de su escuela a un apartamento en Glenmont, de este lugar la mujer trató de fugarse pero la mantuvieron en cautiverio por cuatro días en los cuales fue violada por uno de los miembros de la pandilla. En total, la persona fue retenida durante 14 días entre dos diferentes ubicaciones.
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Según los cargos leídos en la audiencia de este miércoles, la víctima dijo a las auoridades que eran seis pandilleros los que vivían en el apartamento en donde la obligaron a consumir drogas y alcohol para mantenerla intoxicada la mayor parte del tiempo.
Días después, fue encontrado el cuerpo de una mujer joven en el oeste de Houston, este se encontraba en una acera de la calle Sharpcrest. La víctima fue reconocida como “Génesis”. Esta persona habría hecho un escándalo por los rituales satánicos que los pandilleros salvadoreños realizaban, lo que le costó que fuera una “ofrenda” de sus victimarios que sacrificaron su alma para dársela a “la Bestia”.
La sobreviviente indicó que cuando ella despertó un día, “Genesis” ya no estaba. La policía le encontró con dos disparos, uno en la cabeza y otro en el tórax, sin embargo los investigadores creen que fue ejecutada en otro lugar y su cuerpo abandonado en donde se realizó el hallazgo.
La fiscal Lisa Collins dijo este jueves al juez que Hernández Rivera le confesó a la policía que había llevado a la mujer a un área remota y le disparó dos veces. Ambos sospechosos son identificados dentro de los registros de la corte como pandilleros de la MS-13 de El Salvador.
Actualmente se encuentran en manos de las autoridades federales de inmigración. Los dos acusados, han solicitado un abogado nombrado por el tribunal y sus casos han sido asignados a la corte del distrito 339 con la jueza María Jackson.
Fuente: Chron