La Sociedad Real del Commonwealth planea abrir una oficina en Estados Unidos con el propósito de atraer a ese país como un “miembro asociado”. Este proyecto, que se comenta está siendo apoyado por la reina Isabel, se ha dado en parte como resultado de los vínculos que tiene el presidente Donald Trump con Gran Bretaña y la familia real.
Estos esfuerzos tienen como objetivo desarrollar el Commonwealth como una herramienta para construir relaciones que van desde la política exterior hasta el comercio después de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea por medio del Brexit.
“El Reino Unido dejó este tesoro en el ático y lo olvidó porque la gente estaba muy pegada a Bruselas” indicó Michael Lake, director de la Asociación del Commonwealth quien también agregó que la apertura de una sucursal en el país norteamericano reforzaría los lazos entre Gran Bretaña y Estados Unidos y también permitiría crear nuevas conexiones entre los países que ya tienen un lenguaje en común.
Lake detalló que estos planes se han visto acelerados por la “oportunidad de un nuevo presidente, y la oportunidad ligeramente peligrosa pero grande que ofrecieron los ‘muchachos malos del Brexit‘”.
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En el pasado mes de diciembre, Lake escribió una carta a Trump que fue llevada a Estados Unidos por Andrew Wigmore, un cercano colaborador de Nigel Farage, este último que ha surgido como un aliado clave para el presidente de Estados Unidos, promovió la idea con aliados de alto rango, de presentar la carta a Steve Bannon, el principal estratega del mandatario. Según Farage, la alianza del Commonwalth encaja bien con la perspectiva de la política exterior de Trump.
En su carta, Lake le detalló al presidente Trump que la apertura de una rama del Commonwealth en Estados Unidos ayudaría tanto al Reino Unido como a Estados Unidos a “encontrar maneras creativas” para trabajar juntos”. Lake indicó al medio The Telegraph que la respuesta de la Casa Blanca a esta propuesta fue “muy positiva” y aunque aún no ha recibido una confirmación formal, se dice que todo está en marcha para establecer una sede en Nueva York.
Parte del esfuerzo de Lake por elevar el perfil y la relevancia de la Commonwealth en la actualidad, es el tratar de que se convierta en un asunto de política exterior: “Ha sido muy introspectivo, necesita ser más extrovertido. En ese sentido, hemos adoptado una política por medio de la cual se abran más ramas del Commonwealth en países no pertenecientes a este sistema”.
La idea es promover vínculos “mutuamente ventajosos” con “amigos confiables” alrededor del mundo en temas que van desde negocios hasta defensa.
La ventaja del Commonwealth, dijo Lake, es que opera de forma menos formal que los gobiernos, como un arreglo libre que es fomentado por valores y cultura en común: “Funciona porque las empresas encuentran más fácil y más agradable trabajar en los países del Commonwealth”, indicó.
Fuente: The Telegraph