El segundo delito más cometido en México es la extorsión por vía telefónica según indica el periodista Héctor de Mauleón en su columna en el diario El Universal publicada este lunes, en donde también indica: “Nunca se había revelado en forma tan escandalosa, sin embargo, la manera en que se lleva a cabo desde el Reclusorio Norte, bajo cobijo y la protección de las autoridades penitenciarias”.
El periodista sustenta sus argumentos en varios videos captados por internos del mencionado penal y que fueron divulgados la semana anterior por Imagen Televisión y el diario El País de España en donde se demuestra que en ese centro penal existen “verdaderos ‘call centers’ instalados en celdas del dormitorio 7 así como en pasillos y otras áreas comunes” detalla De Mauleón.
“Desde esos sitios, mientras los custodios pasan a su lado sin volver la cara, los reclusos perpetran y organizan diariamente uno de los delitos que mayores dolores de cabeza ocasionan a los mexicanos” refiriéndose a las extorsiones telefónicas.
Según describe el periodista en su texto los reclusos tienen mesas de trabajo en donde se reúnen a manera de equipos y utilizan “audífonos, micrófonos, bases para teléfono” con lo que los internos amenazan y engañan a sus víctimas.
“En las imágenes aparece un custodio, el guarda del anexo 8, llamado Crispín. Crispín fue grabado diciendo que para tener un teléfono para extorsionar hay que pagar ‘150 pesos (USD $6,81) por turno'” indica el periodista.
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Entre el 75 % y el 90 % de las extorsiones que se dan en México provienen de celulares que se encuentran dentro de centros penales de la Ciudad de México, especialmente del Reclusorio Norte y de Santa Martha según datos del Consejo Ciudadano.
Miriam Moreno, reportera, ha indicado que cada extorsión puede dar una ganancia de entre 1.000 (USD $45,45) y 300 mil pesos (USD $13.600). Los datos documentados entre 2011 y 2015 por la organización civil México Denuncia, detallan que los extorsionadores tuvieron como ganancia unos 1.350 millones de pesos (USD $68 millones) de los delitos denunciados.
“Si te toca estar junto a una celda desde la que están extorsionando, te jodiste. No puedes hacer ruido. Tienes que estar callado todo el día. Muchas veces no te dejan acercar ni siquiera al pasillo” indicó una fuente que estuvo cinco años en el Reclusorio Norte.
Esta fuente también describió que en “el dormitorio 7 es el más protegido, pero no es el único desde el que se hacen extorsiones. Hay extorsión en el 6 y en el 8. Y muchas veces, las ‘cabañas’ de las explanadas, que son usadas para la visita íntima, son ocupadas también por los extorsionadores”.
Los que quieran cometer extorsión desde el Reclusorio Norte deberán pagar una cuota de 5.000 pesos al mes (USD $250,00) a los comandantes y cuando realizan operativos externos en el centro de reclusión, los encargados de esconder los teléfonos móviles son los custodios, y el usuario del celular tiene el deber de no delatar a los funcionarios del penal en caso de que el celular sea descubierto.
De Mauleón destaca en su texto: “En 2012 se colocó en los reclusorios capitalinos un sistema de bloqueo de celulares. Un año más tarde, en un reporte interno, se señaló que reos y custodios habían descompuesto los inhibidores, mediante el recurso de mover las antenas o apagarlas. Fueron 25 millones de pesos (USD $1 millón) se fueron a la basura, pero muchos otros millones llegaron al bolsillo de los funcionarios“.
Fuente: El Universal