Actualmente la estabilidad económica de Nicaragua se ve afectada no solo por el cierre de su principal fuente de financiamiento externo que es Estados Unidos, sino por la abultada deuda que este país centroamericano tiene con Venezuela, misma que entre los años 2008 y 2015 llegó a representar el 27,6 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua.
El monto de la deuda acumulada por el país centroamericano hasta el año 2015 ascendía a US$3.500.8 millones según lo publicado en el informe de Cooperación Externa Oficial del Banco Central de Nicaragua.
Si Venezuela decidiera hacer efectivo el cobro de lo adeudado, el nivel de endeudamiento público del gobierno de Daniel Ortega crecería hasta un 58,3 % del PIB mientras que la proporción del total de endeudamiento sobre los ingresos tributarios hasta el 319,7 %.
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Esta situación pondría a Nicaragua en una seria crisis de sostenibilidad y vulnerabilidad ya que los niveles de endeudamiento estarían “muy por encima de lo recomendado por organismos financieros internacionales” según el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
Por otro lado, el Gobierno nicaragüense tendría dificultades para conseguir financiamiento de organismos financieros internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Es importante recordar que el Gobierno de Venezuela se encuentra enfrascado en una crisis política, por lo que la continuidad de los préstamos como la concesionalidad de los mismos, podría variar en el mediano plazo, por lo que de revertirse las condiciones descritas, tanto el apoyo a los distintos programas productivos y sociales, como la sostenibilidad fiscal de Nicaragua, quedarían seriamente comprometidos, obligando al país a adoptar medidas extraordinarias para la conservación de las condiciones fiscales actuales, debido a que solo en 2015 la ejecución de préstamos fue equivalente al 13,3 % del total de gastos devengados por el Gobierno central”, señala el Icefi.
Si Venezuela adelanta el cobro de la deuda a Nicaragua, “se produciría un aumento en la brecha fiscal y el crecimiento económico misma que pasaría de -0,07 % a 0,09 % y que reflejaría indicios de insostenibilidad de la política fiscal” dice el Icefi, quienes explican que “dicho valor implicaría que el crecimiento económico de Nicaragua no logra compensar los resultados deficitarios generales, de tal forma que no logra estabilizar la razón deuda PIB a su nivel actual”.
Fuente: La Prensa