EnglishLas Zonas de Empleo de Desarrollo Económico (ZEDE) en Honduras, a pesar de haber superado diferentes procesos legales de impugnación y de protestas civiles, siguen enfrentando la oposición de poblaciones y movimientos sociales que aseguran sentirse amenazados por la audaz iniciativa socioeconómica.
La más reciente manifestación sucedió en el sur de Honduras el pasado jueves 23 de octubre, cuando unas 500 personas originarias de 13 municipios de los departamentos de Valle y Choluteca se movilizaron para mostrar su descontento contra el proyecto.
Según el sacerdote Benardino Lazo, quien participó de la protesta, las ZEDE “solo beneficiará a empresarios nacionales y extranjeros” y agregó: “En esta manifestación nos une el dolor del pueblo del sur, por lo que buscamos desarrollo integral del pueblo, pero no queremos las ZEDE”.
En un comunicado afirmaron que el objetivo central de su lucha “no es la derogación de las ZEDE, sino la construcción de un verdadero desarrollo que sea sostenible y que respete su cultura que realmente sea para los pobres”.
Además aclaran que no están en contra de la población de Amapala (lugar donde según ellos se construirá una ZEDE), sino que advierten los desalojos y más pobreza que generaría el proyecto. Denuncian que el Gobierno hondureño pretende seguir desarrollando a la clase político-empresarial en lugar de la población tierra adentro.
En el marco de esta protesta en el sur de Honduras se reunieron representantes de la Iglesia Católica, de Cáritas y habitantes de la zona. Fue apoyada por el Comité de la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca y ONG internacionales como Peace-Brigada Internacional, Proyecto de Acompañamiento Internacional en Honduras (PROAH), Oxfam y Pease-Solidaridad con Centro América.
Por otra parte, Ebal Díaz, secretario ejecutivo del consejo de ministros, manifestó que contrario a lo que los manifestantes afirman, aún no se ha identificado el sitio concreto donde será construida la primera ZEDE, lo cual será decidido tras el estudio de “prefactibilidad” llevado a cabo por técnicos y científicos coreanos. Sí se determinó en septiembre que en el Golfo de Fonseca se construirían tres componentes de apoyo a la futura ciudad emergente, que estaría ubicada en algún lugar del sur del país. El plan maestro se tendrá en 2015 con todas las especificaciones ambientales, de población, gobernabilidad y comercio.
Antecedentes de la oposición
Estas protestas han sido recurrentes desde que se inició la socialización de la idea de ciudades modelo o emergentes en Honduras en 2011, cuando el primer proyecto planteado se denominaba Regiones Especiales de Desarrollo (RED). Debido a que fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema en 2012, este debió ser reformulado en el actual proyecto ZEDE en 2013 tras enmiendas a la Constitución hondureña.
Una comunidad que ha levantado su voz en diferentes ocasiones ha sido la aldea de Suyapa, ubicada en las periferias de Tegucigalpa, la capital hondureña, ya que en varios momentos se ha hablado de convertir en ZEDE a este pueblo de 7.000 habitantes que posee un bagaje histórico y religioso muy importante.
“No vamos a permitir que nos traigan a la aldea de Suyapa una ciudad modelo [ZEDE] porque se van a apropiar de nuestro patrimonio cultural que tenemos hace 300 años”, había manifestado en 2013 Carlos Márquez, presidente de Indios Laboríos de la Aldea de Suyapa.
Los advesarios de las ZEDE también han recurrido a acciones legales como el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por representantes de diferentes organizaciones gremiales, sindicales, de artistas y estudiantes el pasado mes de febrero. Sin embargo, esta acción legal no prosperó, ya que la Corte Suprema de Justicia lo declaró no ha lugar, con lo cual ratificó la constitucionalidad de las ZEDE en base a la Ley Orgánica de las ZEDE aprobada por el Congreso en 2013.
Las ZEDE ayudarían a forjar el respeto a la ley, afirman
Dentro de las voces que defienden el proyecto se encuentra la de Jorge Colindres, coordinador local de Estudiantes por la Libertad Honduras, quién declaró al PanAm Post:
“El miedo al cambio es una de las principales motivaciones detrás de estas protestas, pero las ZEDE consisten en la aplicación de las mejores prácticas a nivel global en materia de hacer negocios, de seguridad ciudadana, de resolución de conflictos, y de mantenimiento de un verdadero Estado de derecho, que ha sido la principal carencia de nuestros Gobiernos latinoamericanos”.
Con respecto a las inquietudes del proyecto, Colindres cree que “estos miedos pueden desvanecerse si se estudia el éxito que estas políticas han tenido en países que eran más pobres que Honduras, y se entiende que una sociedad de hombres libres y prósperos sí es posible y que alcanzarla no es un milagro o un golpe de suerte, sino una decisión”.
Editado por Daniel Duarte.