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Belgrado/Budapest, 4 jun (EFE).- El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjártó, ha dado hoy a entender que la Comisión Europea (CE) y el magnate estadounidense George Soros no solo impulsan y organizan la llegada de refugiados a Europa, sino que también les animan a cometer delitos.
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«Llegó el último momento para que Bruselas y las oenegés de Soros dejen de animar y organizar la inmigración», declaró Szijjártó en la ciudad norteña serbia de Subotica, donde se reunió con el primer ministro serbio, Nikola Selakovic.
«Pedimos que no les animen a cometer delitos y a que vulneren la soberanía de Serbia y Hungría», enfatizó el jefe de la diplomacia a la prensa.
Aludía a los enfrentamientos violentos que hubo el sábado pasado entre dos grupos de refugiados que acampaban en un bosque de los alrededores de Subotica, a un kilómetro de la frontera con Hungría, en los que una persona murió y otras seis resultaron heridas.
La zona forma parte de la llamada ruta de los Balcanes, por la que muchos inmigrantes intentan llegar a la Unión Europea (UE) para pedir asilo, al huir de conflictos en Oriente Medio, Asia y África.
En sus declaraciones, que publicó también en las redes sociales, el ministro magiar aseguró que los inmigrantes ilegales «son cada vez más agresivos».
«No se trata de ningún derecho humano, es una cuestión de amenaza de seguridad», dijo.
Por otro lado, Szijjártó vaticinó que una crisis alimentaria desatada por la invasión rusa de Ucrania intensificará el flujo migratorio, y advirtió de que su país «no permitirá la entrada de ningún inmigrante ilegal».
Varias ONG han acusado reiteradamente a las autoridades de Hungría, país gobernado por el conservador partido Fidesz del primer ministro, Viktor Orbán, de violar los derechos de los refugiados y efectuar con frecuencia las prohibidas devoluciones en caliente de éstos a la vecina Serbia.
Szijjártó se reunió hoy en Subotica con el jefe de la diplomacia de Serbia para firmar un acuerdo que regula el control del tráfico fronterizo terrestre, ferroviario y fluvial.
