Santiago de Chile, 3 abr (EFE).- El subsecretario del Ministerio del Interior en Chile, Manuel Monsalve, afirmó este domingo que el Gobierno de Gabriel Boric “no dialogará con amenazas” después de que un grupo radical de etnia mapuche se atribuyera el sábado un ataque incendiario y lanzara advertencias al Ejecutivo.
“Bajo amenaza y bajo hechos de violencia no hay posibilidades ni de diálogo ni de acuerdo con el Gobierno”, indicó Monsalve a la prensa.
- Lea también: Grupo radical mapuche se atribuye ataque y da ultimátum a Boric
- Lea también: Sin tregua: rebelión mapuche pone a Boric entre la espada y la pared
El subsecretario agregó que desde el gabinete “están disponibles para buscar la paz” y anunció que han tomado “una serie de medidas que van a regir de manera inmediata, para seguir fortaleciendo las capacidades de las policías” y para mejorar la seguridad pública en el sur.
En la víspera, una organización radical de la etnia mapuche –la más numerosa del país– se adjudicó en un comunicado público la quema de 15 viviendas en la región del Biobío, en el sur de Chile, una zona donde existe un enconado conflicto territorial entre algunos indígenas, el Estado y grandes empresas agrícolas y forestales.
El ultimátum de 48 horas
La Resistencia Mapuche Lavkenche (RML), uno de los grupos del movimiento “autonomista” mapuche, lanzó una serie de advertencias al Gobierno de Boric e informó que de no cumplirse las exigencias detalladas en el documento en menos de 48 horas, se convocarían “nuevas movilizaciones en todos los territorios”.
Entre sus demandas están el retiro inmediato de todas las querellas en las cuales el Gobierno es persecutor en causas mapuche o el traslado a centros de educación y trabajo de todos los detenidos de esta etnia, entre otras peticiones.
Después del ataque, que no dejó víctimas mortales ni heridos, Monsalve anunció una reunión extraordinaria en el palacio de La Moneda, tras la cual anunció que se está estudiando la posibilidad de interponer una querella contra los implicados en el ataque.
Sin tregua al nuevo gobierno
En varias regiones del sur de Chile existe desde hace décadas una enquistada disputa entre el Estado, algunas empresas forestales y agrícolas pertenecientes a grandes grupos económicos y algunos colectivos de la etnia mapuche que reclaman la devolución de tierras que consideran ancestrales.
En el marco de este conflicto, que se ha agravado en el último año, se han registrado numerosos disturbios, ataques a maquinaria agrícola y predios, huelgas de hambre de presos indígenas, incendios y tiroteos con víctimas mortales.
Desde que Boric asumió el cargo, el pasado 11 de marzo, ha desplegado una estrategia que consiste en mantenerse en la zona a través de diversas autoridades de gobierno para tratar de establecer “diálogo” con representantes de todas las partes afectadas por la disputa.
Sin embargo, la ministra del Interior, Izkia Siches, fue recibida hace semanas en una comunidad indígena con una serie de disparos al aire, y hace días Monsalve tuvo que interrumpir su agenda en la región del Biobío porque un grupo de personas le cortó el paso en una de las carreteras.