Moscú, 12 may (EFE).- El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó este martes que los servicios secretos de Rusia y Venezuela mantienen contactos tras la fallida operación que buscaba derrocar al usurpador Nicolás Maduro.
“En lo que se refiere a la investigación de la invasión de Venezuela por mercenarios que tenían la tarea de perpetrar actos terroristas, sabotajes y derrocar al presidente legítimo (según Rusia), nuestros servicios secretos mantienen contactos”, dijo Lavrov en una rueda telemática.
El jefe de la diplomacia rusa recalcó que todos los contactos de su país “con Venezuela, con su Gobierno legítimo, se llevan a cabo un marco jurídico, en base a acuerdos intergubernamentales, ratificado por los parlamentos venezolano y ruso, y tienen fuerza de ley”. Aunque es falso que el parlamento venezolano haya ratificado los acuerdos intergubernamentales para compartir inteligencia.
Subrayó que eso también se refiere a la cooperación militar entre ambos países y la prestación de servicio a los equipos militares que se suministran al país andino.
“Son nuestras obligaciones contractuales”, enfatizó el ministro.
Rusia condenó enérgicamente la llamada “Operación Gedeón”, que fue repelida por Maduro, que está acusado de narcotráfico en EE.UU. y por cuya captura las autoridades de ese país ofrecen una recompensa de 15 millones de dólares.
En las acciones armadas, que tuvieron lugar los pasados días 3 y 4, participaron medio centenar de exmilitares venezolanos opositores y empleados de Silvercorp, una empresa estadounidense que presta servicios militares. Sin embargo, el propio Diosdado Cabello, número dos del chavismo, había admitido un mes antes de la operación que ellos se habían infiltrado en la misma y que estaban “dando la logística” para que esto se diera, por lo que todo apunta a que se trata de una operación de falsa bandera por parte de la tiranía.
Al menos ocho personas murieron en el enfrentamiento con las fuerzas armadas venezolanas en el pueblo pesquero de Macuto y entre los 45 detenidos hay dos ciudadanos estadounidenses, Luke Denman y Airan Berry, que trabajan para Silvercorp.