Washington, 29 abr (EFE).- El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró este lunes que “convencerá” al Congreso para que ratifique el acuerdo comercial conocido como T-MEC, que sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre EE.UU., México y Canadá.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, fue quien expresó ese compromiso durante un debate en el periódico The Hill.
Pompeo rechazó fijar una fecha para la aprobación del T-MEC, pero aseguró que él personalmente trabajará con los legisladores del Congreso “para convencerlos de que este es el camino correcto para Canadá, EE.UU. y México” y, por ello, deben ratificar el tratado comercial.
“Es lo correcto para nuestras relaciones en materia de seguridad y también para esos dos países. Aunque no puedo predecir cómo votarán los miembros del Congreso, sí trabajaré para que apoyen los objetivos de la Administración y puedan poner este acuerdo más allá de la línea de meta”, prometió Pompeo.
Sus declaraciones llegan después de que Trump amenazara a México con cerrar la frontera común en represalia por la llegada de caravanas de migrantes procedentes del Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala), que atraviesan territorio mexicano en su viaje hacia EE.UU.
A principios de abril, Trump cedió en su amenaza de cerrar la frontera; pero aseguró que México tendrá un año para detener el flujo de drogas, o de lo contrario impondrá aranceles del 25 % a la importación de los automóviles fabricados en ese país.
EE.UU., México y Canadá firmaron el T-MEC el pasado 30 de noviembre, pero para entrar en vigor necesita ser ratificado por los Parlamentos de los tres países.
Entre los cambios más importantes del T-MEC, conocido en inglés como USMCA, figura la norma de que al menos el 75 % de los componentes de los automóviles deben fabricarse en Norteamérica, frente al 62,5 que establecía el TLCAN, en vigor desde 1994.
Sin embargo, uno de los obstáculos clave que queda en la relación comercial entre México, EE.UU. y Canadá son los aranceles que Trump impuso a la importación de acero (del 25 %) y del aluminio (10 %).
Canadá y México confiaban en que EE. UU. levantara esos aranceles cuando se firmara el acuerdo, pero Washington se mantuvo firme.
En una columna de opinión en el diario The Wall Street Journal, el senador republicano Chuck Grassley consideró este domingo que Trump debe levantar esas tarifas para que el Congreso apruebe el T-MEC.
“Si esas tarifas no se levantan, el USMCA está muerto. No hay ningún apetito en el Congreso para debatir el USMCA si esas tarifas siguen en vigor”, dijo Grassley, que preside el comité de Comercio del Senado y, por tanto, es una de las voces más importantes en el debate legislativo sobre el tratado.