Sao Paulo, 22 mar (EFE).- El Gobierno brasileño recaudó unos 219,5 millones de reales (unos 57,7 millones de dólares) con la concesión, por 25 años, de cuatro terminales portuarias en los estados de Espírito Santo y Paraíba, en una subasta celebrada este viernes en la bolsa de Sao Paulo.
Las áreas concursadas están destinadas al almacenamiento y el traslado de combustibles y en ellas se espera que las empresas inviertan 199 millones de reales (52,3 millones de dólares) para mejoras.
El consorcio Navegantes Logística, formado por las empresas brasileñas Ipiranga, Raízen y BR Distribuidora, esta última una de las mayores filiales de la estatal Petrobras, se proclamó vencedor de la terminal VIX30 del Puerto de Vitória, en Espírito Santo (sudeste).
El grupo fue el único en presentar una oferta, que alcanzó los 165 millones de reales (unos 43,4 millones de dólares), y se comprometió a aportar 128 millones de reales (unos 33,6 millones de dólares) en inversiones.
Esa terminal abarca un área de 74.000 metros cuadrados y tendrá que ser construida prácticamente desde cero.
La gestión de las tres terminales restantes, situadas en el Puerto de Cabedelo, en Paraíba (nordeste), fue rematada por el consorcio Nordeste, compuesto por las mismas tres compañías: Ipiranga, Raízen y BR Distribuidora.
Por su concesión desembolsaron un total de 54,5 millones de reales (unos 14,3 millones de dólares).
El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, en el poder desde el pasado 1 de enero, estableció una oferta mínima simbólica de un real (unos 0,26 dólares) por cada una de las terminales portuarias.
El ministro de Infraestructura de Brasil, Tarcísio Gomes de Freitas, se mostró “muy satisfecho” con el resultado del concurso, pues “superó una vez más” las expectativas y “reafirma la confianza del mercado en la conducción de la política económica del Gobierno de Bolsonaro”.
“Estamos actuando para dinamizar el sector portuario. El sector privado quiere invertir en Brasil” y “nuestro mayor foco” es la “transferencia de activos para la iniciativa privada”, dijo Gomes de Freitas.
El Gobierno brasileño pretende subastar el próximo 5 de abril otras seis terminales portuarias, todas ellas situadas en el estado amazónico de Pará, en el norte de Brasil.
Además, Gomes de Freitas informó que preparan la licitación de otras terminales en el Puerto de Santos, el mayor de Brasil, y en el de Paranaguá, en el estado Paraná (sur).
La concesión de activos públicos es una de las líneas maestras del plan económico de Bolsonaro, capitaneado por el ministro de Economía, Paulo Guedes, un ortodoxo liberal de la Escuela de Chicago que pretende reducir al mínimo el tamaño del Estado brasileño.
El Gobierno ya subastó hace una semana la gestión de 12 aeropuertos del país, con la que recaudó 2.377 millones de reales (unos 625 millones de dólares), un valor muy por encima del mínimo esperado.
Seis de esos aeropuertos, situados en el nordeste del país, se los adjudicó la empresa española AENA, a través de su subsidiaria AENA Desarrollo Internacional.
Además, el Ejecutivo lanzó el lunes una licitación para la concesión de otros 22 aeropuertos, en las regiones central, norte y sur del país y entre los que destacan los de las ciudades de Curitiba, Foz do Iguaçu y Manaus.