Salvador Allende es prácticamente la vaca sagrada de la izquierda y hay una cantidad de omisiones sobre este personaje, que es bueno se conozcan. Algunos jóvenes y no tan jóvenes creen cualquier estupidez y enarbolan la bandera de Allende como una especia de mesías. Hoy al parecer algunos chilenos quieren replicar el modelo, es bueno contar la historia completa.
Allende jamás tuvo una mayoría absoluta, fue cuatro veces candidato presidencial y jamás obtuvo el 50 % +1 o la mayoría para ser electo. En 1970 obtuvo 36,6 % de los votos, frente al 35,2 % del candidato Alessandri.
El Congreso en pleno debería elegir al presidente, así lo establecía la Constitución, fueron decisivos los votos de la democracia cristiana para que Salvador Allende llegara al poder. Reitero, no fue una inmensa mayoría, la diferencia entre Allende y Alessandri fueron menos de 40.000 votos.
¿Era un demócrata? No, nunca lo fue. Era marxista leninista. Validó siempre la violencia con fines políticos, llamó a la lucha de clases e inhabilitó el actuar de Carabineros y como todo socialista, expropió propiedad privada y profundizó la reforma agraria de Frei Montalva.
Vulneró totalmente la ley de garantías constitucionales que se comprometió a respetar, las que permitieron su elección. Su gobierno avanzaba firme hacia el totalitarismo y el país se aproximada a una guerra civil.
Acá se hizo vista gorda con los extremistas y algunos fueron indultados. Muchos de estos grupos cobraban impuestos revolucionarios a las personas, permanentes tomas por la fuerza y dónde se aplicaba la ley del más fuerte.
En lo económico, destruyó al país, al expropiar y fijar precios produjo una escasez sin precedentes y un mercado negro que solo favorecía a los grupos de mayores ingresos. Generó una hiperinflación del 600 % con emisión monetaria, aumento el gasto público y aumento el tamaño del Estado y el resultado fue un 50 % de pobreza, este es el verdadero legado de Salvador Allende.
Moralmente, también es muy cuestionable su figura, no fueron pocas las infidelidades conocidas y su evidente alcoholismo. De eso no se dice absolutamente nada.
Allende jamás pasó hambre o hizo colas. Él, como buen burgués que fue toda su vida, jamás tuvo privación de bienes o servicios. Al estar a la cabeza de un país solo aprovechó sus privilegios. Es como el régimen de Nicolás Maduro hoy, en su país mueren los ciudadanos por inanición, pero Maduro y sus burócratas delgados o famélicos no están. Ellos sí tienen acceso a bienes y servicios.
Es importante analizar lo violento que es un régimen socialista y cómo todos los medios de producción pasan a manos del Estado con el monopolio de la fuerza. La expropiación es una vulneración a los derechos fundamentales de una sociedad libre y este sistema político los vulnera de manera sistemática.
Mucho se habla de la intervención de Estados Unidos en la caída de su gobierno, nadie dice la intervención extranjera de China, la ex Unión Soviética y Cuba a favor del Gobierno de Salvador Allende. Estados Unidos no obligó a Allende a fijar precios, a expropiar, a llamar a la lucha de clases y a salirse del orden democrático. Eo lo hizo Allende.
¿Repetiremos la historia? Hoy no tengo tan clara la respuesta
José Francisco Cuevas Vila es economista. Fundador y presidente de la Fundación Camino al Desarrollo.