El marxismo es una ideología perversa, le ha costado la vida a más de 150 millones de seres humanos pero aún así sigue teniendo adherentes. Marx y Engels, basan su doctrina en el materialismo dialéctico, sacando parte del filósofo Hegel y la teoría hegeliana, manipulando su esencia, la materia.
Para Marx la única unidad objetiva es la materia, la cual está en constante movimiento, es dinámica y no estática, y por supuesto la lucha entre contrarios.
Hegel jamás consideró la materia como la unidad objetiva, él concibe la realidad como formada por opuestos que, en el conflicto inevitable que surge, engendran nuevos conceptos que, en contacto con la realidad, entran en contraposición siempre con algo.
Y esto lo toma Marx, creando su propia versión del materialismo dialéctico, los opuestos, intereses materiales incompatibles, lo cual para él es la opresión de la clase obrera. Entonces el motor del cambio será la lucha de clases y así basará el manifiesto comunista.
Es decir, solo existe feudalismo porque existen esclavos, solo existe burguesía por la explotación del proletariado. Y como todo evoluciona contra lo opuesto, el proletariado anula la burguesía y así eliminará el capitalismo para entrar en un sistema comunista.
Esta evolución no puede tener carácter cuantitativo o pequeño, debe ser en una línea ascendente para lograr cambios cualitativos reales, para eso se llama a la revolución. Y lógicamente esta revolución la encabezará Marx y Engels.
Si bien existen pobres, cada día menos gracias al capitalismo, esto no es por culpa de los ricos. Las transacciones voluntarias y el mercado no es un juego de suma cero. Donde uno gana y otro pierde, de ser así no habrían transacciones, al menos no libres.
Basado en la teoría de Marx, no existe movilidad social, la pobreza o riqueza son estáticas no dinámicas. Pero dice que todo evoluciona y que la materia está en constante movimiento. ¿Para los pobres no? El pobre para Marx solo deja de ser pobre por la revolución, jamás por la acumulación de riqueza, acumulación de conocimiento o el fruto de su trabajo.
También utiliza la misma lógica para abolir la religión. Según él, el hombre hace la religión y la religión no hace al hombre. Por tanto la religión —cito a Marx—:
“La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y protesta contra la miseria real. La religión es una queja de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, y el alma de unas condiciones desalmadas. Es el opio del pueblo”.
Con Marx se tendrá una sociedad sin propiedad y sin religión, es decir, un sistema totalitario. Donde toman todos los medios de producción y el control total de la sociedad, una dónde realmente se generan opuestos, los gobernantes y los gobernadores, quiénes son excluidos de todos sus derechos y el más esencial la libertad.
José Francisco Cuevas V. es economista. Fundador y presidente de la Fundación Camino al Desarrollo.