Por: Giovanna Scattolini
Los derechos de los italianos en el extranjero se encuentran actualmente mancillados por la delincuencia organizada. Esto, a pesar de que es algo que está ocurriendo con relativa frecuencia, no se visualiza en ningún aspecto, pero pasa. La verdad es que pasa y muy seguido. Los secuestros cada día son mayores y, por lo general, hay italianos que también forman parte de estos grupos antisociales. Buscan atacar a sus coterráneos.
Hay un caso en particular en el que nos podemos centrar. Ocurre en Venezuela, específicamente en las ciudades de Caracas y Maracaibo. En estos territorios se acaparan la mayoría de casos de secuestro en contra de comerciantes, productores agropecuarios y colonias extranjeras. La comunidad italiana encabeza a los afectados.
Tanto en Colombia y Venezuela, según cifras recogidas por la ONG “Justicia para los italianos en América”, los episodios registrados en 2020, han sido realizados por bandas con gran capacidad logística.
El modus operandi es meticuloso. A través las redes sociales, específicamente Facebook captan a las víctimas. En primer lugar, se acercan a la comunidad italiana: socializan y se ganan su confianza. Posteriormente, inicia una clonación de correos y teléfonos. Por último, se suministran datos a los ejecutores del secuestro. Las sumas de dineros son astronómicas e incluyen hasta criptomonedas.
Esta forma de actuar la estaría llevando a cabo un grupo estructurado de tres o más personas, quienes actúan concertadamente con el propósito de cometer delitos con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico.
Existen varias pruebas de lo antes mencionado. Por ejemplo, la Fiscalía colombiana desmanteló una banda identificada como “La Vecindad” y envió a prisión a: Eduard Jesús Arrioja Blondei, Francisco Javier Vargas, Brayan Enrique Valencia Mosegue, Lisnelda del Valle Vásquez Carvajal, Pedro Luis Romero Nieves y Johnson Rafael Grimal Valenzuela. Todos de nacionalidad venezolana, reseña la prensa del Táchira.
Por los mismos hechos se señala, de manera extraoficial, a Antonio Adolfo Calvino Guarnaschelli, de aproximadamente 40 años. En este particular, la investigación se dirige hacia el objetivo de ahondar sobre sus presuntos vínculos con la banda “La Vecindad”, así como también por supuesta legitimación de capitales derivados del narcotráfico.
Hoy, más allá del llamado que hago a la comunidad italiana en América Latina, para que protejan sus datos y eviten plagios o extorsiones, como representante y defensora de italianos en el extranjero, les recuerdo que es necesario mantenernos unidos, como una fuerza monolítica, para sobreponernos y superar no solo el desarraigo, sino también el daño de quienes atenten contra nuestra comunidad.
Giovanna Scattolini es abogada especialista en derecho penal egresada de la Universidad Alcalá de Henares en Madrid. Defensora de los derechos de ciudadanos italianos en el extranjero.