Los autodenominados izquierdistas son los principales consumidores y dependientes del capitalismo.
A grandes rasgos se consideran izquierdistas a quienes forman parte de la ideología que busca establecer un sistema político donde las personas sean beneficiadas de manera igualitaria por el Estado; hay que agregar que además se centran en limitar a la empresa, la iniciativa y la propiedad privada, y el alcance al que cada individuo por sí mismo pueda lograr ya que de ser así, se perdería la “igualdad” que debe haber entre todos; buscan la dependencia de un Estado amplio al máximo posible al que no consideran una organización político territorial sino, una estructura paternalista que todo lo debe dar.
Los defensores de la izquierda mantienen una constante lucha contra sus adversarios liberales, capitalistas o de derecha. A ellos los acusan incesantemente de solo crear productos, bienes y servicios para el consumo y el enriquecimiento personal, catalogando todo lo anterior de actividades contradictorias a sus postulados humanistas ya que tanto el consumismo como la obtención de riquezas individuales, van en contra de los principios de la izquierda por esto la derecha es el enemigo del que deben alejarse o destruir.
A continuación, se hará un desglose que dejará en evidencia que los izquierdistas no solo son contradictorios en su discurso, sino que, además son los mayores consumidores del capitalismo del cual dependen al 100 %.
Todo lo que adquieren, consumen, visten y compran los izquierdistas es hecho con fines lucrativos no solo por los liberales también por sus propios partidarios. Los alimentos, calzados, ropas y prendas de vestir, medicinas, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, equipos electrónicos y electrodomésticos, autos y en general la adquisición de cualquier bien y servicio tiene un costo que hay que pagar para adquirirlo, la otra manera que se conoce para poder obtener estos sin una contraprestación es por medio del hurto, el robo o la estafa.
Para ilustrar un poco sobre el tema basta situarnos en el espacio y en el tiempo presente; la campaña mediática contra el sistema liberal que combaten los izquierdistas la llevan a cabo usando computadoras o teléfonos hechos por liberales, utilizando sus redes sociales, con vestimenta hecha por la derecha, posiblemente mirando una película hollywoodense comiendo papas y bebiendo cervezas o gaseosas (made in capitalismo), es decir, los izquierdistas son los mayores consumidores de sus enemigos al que creen combatir de palabras pero en la praxis viven del, para y en el capitalismo.
La izquierda no produce nada, solo ideología y resentimiento. Tomemos la situación a la inversa; un izquierdista que se dedique a producir prendas de vestir, llaveros o adornos de los mesías marxistas como el Che Guevara para la venta a sus compañeros, es el acto lucrativo que tanto critican, la adquisición de esos productos es un consumo por el cual alguien está pagando y otro se está enriqueciendo, es decir, si ellos se lucran está bien, si otros lo hacen es inhumano e individualista.
Referente a los medios de comunicación donde sobresalen los artistas, músicos, deportistas o cualquier personalidad pública que salga en defensa de la izquierda, serian estos la muestra más clara de que es una ideología de enajenación mental y contradictoria a tal punto que; de existir empresarios o personalidades públicas que han hecho una fortuna gracias al capitalismo (y no se desprenden de ella para distribuir equitativamente la riqueza), han entendido lo que es el esfuerzo de cada individuo promovido por el sistema liberal que dicen combatir.
Para concluir, en los países donde se han impuesto el socialismo y el comunismo hay hambruna y miseria porque no hay producción de los liberales. A esto se le llama “bloqueo económico”, demostrando con ello que el sistema de izquierda es un fracaso que no se puede sostener por sí mismo porque es improductivo, inviable e insostenible. Razones suficientes existen para entender que, los sistemas de izquierdas no han funcionado, no funcionan ni funcionarán porque no producen nada, y cuando producen no distribuyen sus riquezas, pero exigen y pretenden hacerlo con las de los demás.