Por Erik Encinas Ortega:
Aunque si bien es cierto que la separación de poderes a la perfección no existe en la realidad, no se puede obviar que se puede alcanzar algo muy parecido a ello. Sin embargo, las intenciones del Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no son otras que controlar el poder ejecutivo, legislativo y judicial para de esta manera mantenerse en el poder un largo tiempo y dejar a toda oposición sin margen de maniobra.
No obstante, este ejecutivo no se esperaba un rechazo tan grande de la sociedad civil a sus políticas autoritarias, y menos aún un toque de atención de la Unión Europea, tras plantear el Gobierno radical la reforma del Consejo General del Poder Judicial.
Pero no se extrañen tanto. El Gobierno totalitario de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias quiere aglutinar todos los poderes del Estado para mantenerse en el poder durante muchos años en una España en ruinas.
Todo esto forma parte de un plan maquiavélico muy semejante al que hizo el dictador Hugo Chávez en Venezuela y que se está acelerando a una velocidad tremenda para noquear a la oposición española.
Aunque solo un falso y sádico del poder como Sánchez lo podía hacer, aun así, es peor todavía Iglesias, ya que si fuera por él mañana mismo habría una República al más puro estilo chavista en España.
Por ello, debemos ser conscientes que la libertad está gravemente en peligro en este país europeo y ya nos están mirando en el Mundo entero por esta razón. Una situación solo comparable a lo que se vivió en la sangrienta e inestable Segunda República (1931-1936).
Conviene resaltar, que el asalto al poder judicial supone incluso la vulneración del artículo 122 de la Constitución Española, llegando a ser tan asombroso que hasta los socialistas y comunistas no han querido pedir informes a órganos constitucionales como el Consejo Fiscal, el Consejo de Estado y el propio CGPJ.
De hecho, hay quienes aseguran que tamaña y descarada vulneración de la Carta Magna no es más que un farol para forzar al PP a que se avenga a un acuerdo. No obstante, y por mucho que el Tribunal Constitucional tumbe —como probablemente hará— esa ley, no hay ni que minusvalorar las derivas totalitarias del Ejecutivo social-comunista ni el daño que podría causar a lo que queda de independencia judicial.
Pero no seamos ingenuos, la culpa de esta grave situación la tiene la clase política por su falta compromiso con España, algo que ha desembocado en un país claramente dividido y que ha llevado a los españoles a un rumbo en el que se renuncia al bien de la nación y su identidad.
Con este caldo de cultivo los socialistas y comunistas no han desperdiciado su momento para imponer una dictadura bolchevique.
Y efectivamente con esta dirección estatal no se puede generar un proyecto de éxito, todo lo contrario, el comunismo solo genera más muerte, miseria y destrucción, algo que nos conduce a que categoricen a España como un Estado fallido, algo que nos debería preocupar seriamente a todos los españoles, porque de aquí a la Venezuela chavista estamos solo a dos pasos y es lo que Nuevo Orden Mundial nos está imponiendo en cierta forma a través de los medios de comunicación que le siguen el juego a los enemigos de España y que están funcionando como el Nodo particular de este Gobierno.
Erik Encinas Ortega es graduado en Periodismo por la Universidad Pompeu Fabra. Miembro del Colegio de Periodistas de Cataluña. Colaborador en diferentes medios de comunicación, entre ellos, Radio Rubí, Mediterráneo Digital, VAVEL deportes y Radio Las Palmas.