Por Andrés González:
Juan José Rendón, mejor conocido como JJ, es una figura que no admite matices. Para algunos, es un héroe de la libertad. Un estratega que con sagacidad ha enfrentado y vencido a las variantes del Socialismo del siglo XXI en Latinoamérica. Para otros, no es más que un asesor político sin escrúpulos. Alguien que juega sucio y que no conoce los límites de la ética cuando de ganar se trata.
JJ nunca pasa desapercibido. Ya sea declarando fraude en el Revocatorio de 2004, vaticinando en Bayly la victoria de Capriles en el 2013 o decretando la muerte de la MUD en 2017 en CNN, sus intervenciones siempre generan revuelo. Desde 2004, mantiene una promesa pública: vestir de negro hasta que Venezuela recupere su democracia. De ahí el luto perenne de su indumentaria.
Enigmático. Exitoso. Misterioso. A dos meses de la farsa de la Operación Gedeón, hecho donde se vio envuelto una vez más por la polémica y que marcó su salida del gobierno interino, nos concedió un seriado de entrevistas exclusivas para Politiks y que hoy, gracias a una colaboración, también se publican en el PanAm Post. Hicimos las preguntas que nunca le habían fecho, tocamos los temas que jamás había tocado y dio las respuestas que jamás había pronunciado en público.
“JJ: más allá del mito” es el título del seriado. Ninguna frase resume mejor el espíritu de las conversiones sostenidas. Crudas, francas, profundas.
En el capítulo 4, nos detuvimos a explorar su más grande anhelo, pero también su desafío más esquivo: la transición política en Venezuela. A continuación, reproducimos íntegramente la primera parte de nuestra conversación, brillantemente conducida por Alejandro Armas.
Entrevista
AA: Me gustaría comenzar con aquello que ha marcado la agenda del país por lo menos desde el chavismo, que es esta convocatoria a elecciones parlamentarias para diciembre de este año. Parte de eso ha sido que aquellos partidos de oposición que se han negado a participar en esos comicios, el Tribunal Supremo de Justicia alineado con el régimen, les quitó sus símbolos, sus tarjetas electorales, y se los dio a unas personas que dicen que sí van a participar utilizando sus símbolos. JJ, ¿a qué crees que obedece esta nueva maniobra de quitarle a los partidos de oposición sus símbolos?
JJ: Primero, Alejandro, podríamos hablar más, pero para resumir la respuesta: ¿Cuáles elecciones? Ni siquiera en el sentido más básico de lo que significa la palabra elegir. Si tú buscas en el diccionario en lo que significa elegir, y de allí vas subiendo a democracia, a voto legítimo, a sistemas electorales. En Venezuela no hay nada que se parezca a un proceso electoral limpio, decente, etcétera.
Yo creo que la Asamblea que ganaron la vez pasada, de pronto la ganaron 80 a 20, y al CNE no le quedó otro remedio que reconocerles un 55-45, porque era tan avasallador el resultado que era imposible que ejecutaran el fraude. Y la oposición, en diferentes momentos, se ha conformado con lo que le han dado. Si nos dieron 60-40, y era 80-20, bueno, vámonos con eso.
Y después se dieron cuenta diciendo que se les fue la mano, y los agarraron a los diputados indígenas, los del Amazonas, e hicieron un madrugonazo designando la Corte Suprema en diciembre. Y montaron todo un cuento, y después el desconocimiento, y la inhabilitación de la Asamblea, y montaron la Constituyente. Alejandro, yo antes pensé que podían ser gente bien intencionada, que bueno creían en el voto como la única salida y la democracia. Y yo les daba el beneficio de la duda. Hoy creo otras cosas, a la luz del momento actual de esta narco dictadura: 1. El proceso los idiotizó. Las neuronas se les quemaron y ya no piensan más, por lo tanto, lo que dicen es propio de una persona que está en estado de demencia. 2. Los compraron, los cooptaron. Y son parte de una oposición que no es oposición. 3. Es triste, una mezcla del síndrome de Estocolmo con indefensión aprendida, donde no tienes ya contacto con la realidad.
Estás discutiendo si participas o no, pero tienes a tus compañeros diputados presos como Requesens, Marrero, como otros, y militares presos y jóvenes muertos, y vamos pasando la página. Y viene Padrino y dice: “Aquí no van a ganar nunca. Aquí vamos a permanecer con votos o con balas hasta que la muerte nos separe”.
Ese planteamiento que uno podría haberlo discutido quizás hace años, y que además tiendes a compararlo con la no participación donde supuestamente todo el proceso de radicalización de Chávez ocurrió, cuando la Asamblea no participó. Sí, pero todavía ahí había un poquito de condiciones. Hoy, creo que el régimen se radicalizó, creo que lo que tú dices que les quitaron las caretas es porque en el mundo la gente no va a entender que un proceso, van a decir “bueno, hubo unos partidos que participaron, igual a lo que pasó la vez pasada con Falcón”, perdóname, pero Falcón participó, Claudio Fermín participó, y este señor pastor evangélico, Bertucci, participó.
Y entonces, ¿cuáles elecciones? Y que salga Henri Falcón a decir que lo que hay que hacer es ganar alcaldías y gobernaciones ¿A ganar qué? Si ya venía esto así desde el Plan Bolívar 2000, Alejandro. Chávez para no darle el situado constitucional a los estados y alcaldías, se inventó el Plan Bolívar 2000, donde bajaba el presupuesto directamente a los gerentes de proyecto y se los quitaba a las alcaldías y gobernaciones, y la gente se dejó.
Este siempre ha sido un juego, desde el inicio. Alejandro, otra vez el tema del guerrillero en el tiempo, de mover la línea. Yo tengo la línea aquí, te maté gente, te secuestré, te torturé, la muevo un poquito más. Luego un toque de queda. Lo que tenemos en Venezuela con el coronavirus es un toque de queda, un estado de sitio permanente, donde además pueden estar pasando cosas que ni te imaginas. Allanamientos, secuestros, prisión inmerecida, lo que te dé la gana. Y ni siquiera puedes ir a visitar los presos políticos a las cárceles. Son metódicos, yo no los subestimo. Son metódicos, entonces dicen “ah ya descubrimos que la pandemia es un mecanismo histórico de control social, apliquémosla”. Va y la aplican. Y así van. Cuando las cosas van mal adentro dicen “Tenemos que buscamos un enemigo externo. ¿Cuál es el enemigo externo? Los trocheros, los Estados Unidos… Trump está loco y los trocheros son el enemigo. ¡Todos los casos de coronavirus son importados!”. El único país del mundo cuyo argumento de sus propios casos de coronavirus son importados. Ah, pero se han muerto 14 médicos por coronavirus en el Zulia. Ah bueno, pero… Ajá explícame esa. ¿Pero y tu gente? Fulanito, sutanito y menganito y otros personeros de la dictadura ¿Por cuál trocha pasaron esos? Eso no les importa, porque ellos no juegan con la realidad, ellos juegan con la percepción. Ellos no juegan a lograr, ellos juegan a oprimir. Su objetivo no es resolver el problema sino para ganar tiempo. Este proceso electoral es un proceso más de enredo, de mover la línea a ver cuál país no entiende y diga
-No pero ahí está Voluntad Popular ¿Ese no es el partido de Leopoldo?”
-Bueno, pero ahí no está
-Bueno, porque renunció
-No renunció, se lo quitaron.
-Ah bueno algo habrá hecho.
Y en ese jueguito, enredan. Y esa es la jugada histórica de ellos.
AA: Si claro, esto es algo propio de regímenes autoritarios de nuevo cuño. Siempre he dicho que la clave es la simulación. Tú hablaste de las percepciones, es una simulación de democracia, aunque no lo sea realmente. Es lo que vemos en Rusia.
JJ: Yo lo llamaba desde hace años, y lo sigo haciendo: neo totalitarismo. Desde 2004 vengo hablando de esa frase, vengo hablando de la domesticación, ahora a través del hambre y las medicinas, de la indefensión aprendida. Ellos han hecho una ensalada, duele decirlo, eficiente. Tienen lo peor del comunismo soviético con lo peor de la opresión del pueblo cubano, lo más eficiente para oprimir en el libro verde, y del libro de Mao Tse Tung, del libro rojo; y si Mugabe hizo alguna cosa, ellos van recogiendo, recogiendo y recogiendo, y aplicando. Y tienen pisos completos de gente dedicada a eso.
Yo digo siempre, gente, y lo voy a decir pero no voy a nombrar a quien, pero siempre veo gente en la oposición que dice “no, pero tenemos que salir a la calle, y tenemos que ir a las elecciones, y tenemos que hacer A y tenemos que hacer B”. Y yo vivo los últimos 33 años de hacer estrategia, y no lo digo con alardeo, en mi carrera me ha ido bien, o sea que algo sé de esto. Yo lo que digo es que cuando uno está en estado de indefensión o de minoría, o de un estado deficiente de fuerzas, digámoslo así, comparado con el otro, toda teoría estratégica dice que tienes que concentrar tus fuerzas en un solo punto.
Todos los que hacen artes marciales –yo hice aikido, hice kendo, y tal–, yo soy muy amigo de Steven Seagal, los que no me creen pueden ver en mi Instagram. Steven Seagal es más grande que yo, pesa más que yo, tiene más experiencia que yo, está más entrenado que yo. Todo lo que tú quieras, y mi pensamiento siempre era: sí, pero, yo puedo jugar a evadir. Las pocas veces que entrenamos juntos nunca me tumbó, nunca me pasó nada porque nunca le di la oportunidad de que lo hiciera. Yo no me concentré en atacarlo, yo no pensé que era mayor que yo, ni que era más gordo, nada. Yo dije: “Si me pone una mano me tumba”. Esa fue mi estrategia: no dejar que me pusiera una mano y que él se cansara. Y en algún momento poderlo tocar, punto para mí, chao. Y así debe ser.
En cada ocasión que tú te enfrentas contra algo sobrecogedor, apabullante, tú tienes que decir como David y Goliat: ¿Cuál es el punto que me permite hacer eso? Eso no lo hemos hecho. Hay cosas que no importa si las haces o no, ir a elecciones es una de ellas. Plantearse el tema de las elecciones es algo que no nos lleva a ningún lado. Ir a ellas es peor.
Planteárselas es ya una pérdida de tiempo.
AA: Estamos hablando de la Asamblea Nacional. Estamos llegando del quinquenio para el cual fue electa la Asamblea Nacional vigente. ¿Qué balance se puede hacer? ¿Cuáles han sido los aciertos y los errores, y que se puede aprender de los errores?
JJ: Primero, quiero no corregirte, pero hacerte un corchete en la parte que dice “su vigencia”. Yo no creo que la vigencia de la Asamblea Nacional se acaba. Y creo que cualquier constitucionalista serio esté de acuerdo con lo que yo estoy diciendo.
AA: Si, en una entrevista que le hicimos en Politiks a José Ignacio Hernández nos habló de eso.
JJ: Yo creo que la Asamblea Nacional es el último órgano legítimamente electo. Después de eso –antes de un fraude -, pero la comunidad internacional lo reconoció después de eso. Por lo tanto, mientras no haya cese de la usurpación y no haya elecciones libres, la última autoridad electa es esa. Bueno, ya veremos si los diputados quieren asumir eso o no, o quieren pelear por su legitimidad o no, o tienen miedo que el régimen los meta presos o no. En cualquier caso, lo mínimo que deberían hacer es darle la libertad al presidente Guaidó para que pudiera ejercer con el mandato de la Asamblea legitima, aunque ellos se dispersen. Si no quieren continuar por lo menos que dejen un grupo colegiado, o una cosa que tenga una permanencia, que tenga una instancia al mundo a la cual referirse, a la cual reconocer.
Dicho eso. Yo te voy a decir. Estando nueve meses como Alto Consejero Presidencial para Estrategia y Manejo de Crisis con énfasis en el cese de la usurpación, empecé a tener contacto con el presidente Guaidó desde junio y me nombraron en agosto, por ahí, en septiembre.
Yo creo que los principales tres errores que se cometieron, de esos tres errores deriva todo lo demás. A mí me gusta el tema de causa y efecto. Todo lo demás es efecto de estas tres cosas que te voy a decir.
La primera. Pensar que el régimen estaba caído o pre caído y que esto era una cosa más rápida.
Segundo error, que como era más rápido y no íbamos a tener tanto aval internacional necesitábamos un aval interno, y para lograr un aval interno necesitábamos un gobierno colegiado, lo cual hablaba del G4 y del Estatuto de la Transición que prácticamente le amarra las manos a quien sea presidente encargado, en este caso el presidente Guaidó.
Y el tercero, la unión de las dos presidencias. Yo entiendo que mucha gente dice que la autoridad del presidente es derivada del hecho de ser o haber sido presidente de la Asamblea Nacional. Yo siempre digo que hay que diferenciar los hechos jurídicos de los hechos políticos. El hecho político es que esta era una situación sobrevenida, no tipificada explícitamente en la constitución ni en las leyes, que implicaba una legislación de emergencia para esos efectos. Entonces si la legislación no permitía eso, pudo haber una ley transitoria que resolviera el tema.
Te repito, el gobierno de coalición, ese G4 que no le dio la verdadera preeminencia al presidente Guaidó, la subestimación del enemigo, y una sobreestimación de los tiempos. Podríamos hablar de unos errores derivados, por ejemplo, haber pensado que era posible dividir a las Fuerzas Armadas y que Padrino y Maikel Moreno, que ahí se podía hacer algo. Es muy fácil evaluar negativamente las cosas después que pasaron, yo entiendo la mejor intención del intento, sin embargo, yo creo que fue un error.
Ya, yo creo que todo lo demás es derivado de eso. Y de pronto haber incluido a cierta persona en los bloques opositores, no voy a entrar en detalle, pero ciertos exchavistas que siempre buscaron, y siguen buscando una salida donde ellos representan la transición.
Tú tienes al régimen que es una minoría, estos son, los disidentes del régimen son una mini minoría, y la mayoría que no quiere al régimen. Estos pretenden pasarse a este grupo y aquí lograr hacer unas cosas que llaman el engranaje entre los dos. Y, por último, una falta de entendimiento de factores que no son partidistas de la oposición que han creído que estaban en una situación normal, y que por lo tanto es válido hacer todo para atacar y criticar al gobierno transitorio.
Este gobierno interino, o transitorio como lo quieras llamar, encargado, se ha visto en el infierno venezolano, que es que mientras estas tratando de salirte de esta coalición para montar una cosa independiente y estas logrando reconocimiento internacional y estás construyendo capacidades, al mismo tiempo tienes un poco de actores “propios” que te están torpedeando todo el tiempo. En un país, bueno nosotros no tenemos instancias, si alguien cometió un delito, cometió un error, una corruptela ¿a cuál tribunal va? “Bueno eso garantiza la impunidad”, dicen. Temporalmente hay otras prioridades, ese es mi punto de vista.
Como pragmático, mi énfasis hubiera sido, en toda la oposición saquemos a Maduro y vayamos a elecciones libres, y después revisamos si el embajador hizo la cosa bien o no la hizo bien, que la historia se los cobre.
Yo prefiero hacerme la vista gorda por un año y salir de estos 22 años fatídicos a estar jugando otra vez como si estuviéramos jugando con excesiva fuerza los 20 frentes de ataque. Atacas al presidente Guaidó, atacas a los diputados, atacas a los embajadores, atacas a los gerentes, nos atacan los periodistas, ellos mismos, las fundaciones se matan entre ellas. Vivimos en un mundo de alta polarización y atomización de la venezolanidad, que creo que le ha hecho mucho daño al proceso al margen de los partidos políticos y a la Asamblea.
AA: ¿Y cuáles piensas que han sido los aciertos en lo que va de la Asamblea Nacional electa en 2015?
JJ: Mira, el principal acierto es haber sobrevivido. Sobrevivir y prevalecer en el tiempo tiene un gran mérito. Todos los diputados, sin excepción, los mas cool, los menos cool, los más de acá y los más de allá. Todos han arriesgado su pellejo. Bueno, exceptuando la facción alacrán que se plegó. Pero, todos los demás, a sus familias las amenazaron, les ofrecieron dinero y lo rechazaron, les quitaron la cédula, les cayeron a golpes y eso no se les reconoce. Todos han trabajado, creo que hasta la fecha todavía no han cobrado, recaudando de aquí y de allá y de amigos y tal. Muchos de ellos pasaron al exilio forzoso, rápido. Otros estuvieron en la clandestinidad mucho tiempo, y unos están todavía en la clandestinidad. Eso no se valora.
Creo que, de los logros concretos, todo proceso creo que incluso previo al nombramiento de Borges. Ese, y el trabajo de Borges también y el del embajador de aquí, el embajador Tarré en la OEA, toda una vertiente que yo te diría un buen trabajo. El rescate de los activos de Venezuela en el extranjero, podríamos discutirlo. Quién los administra, cómo se administra, quiénes nombraron a las directivas. Pero que los hayan logrado parar, que esté en discusión todo eso, creo que ha sido algo positivo.
El lobby, barato, porque este es un lobby a pulso, de la presión internacional en Europa y en los Estados Unidos por las sanciones, creo que también es un éxito. Que exista una flota frente a las costas venezolanas hoy a la orden de frenar el principal flujo de caja del régimen, que es la droga y el narcotráfico, me parece positiva. Y quitarle la careta al régimen más que nunca. Si alguien tiene dudas que el mundo está convencido que en Venezuela hay un autoritarismo o dictadura, o narcodictadura o tiranía, hoy el mundo está más convencido que antes.
¿Por qué? Hay que hablar de legislaciones que aprobaron, aplicables a la situación actual, como reformas a la ley, que fue criticada hace tiempo, del autismo, y los familiares de autismo decían “ah bueno, cómo te atreves los autistas son importantes”, y yo bueno lo que te estoy diciendo es que si el Ejecutivo y el Legislativo no coordinan cualquier ley que tú hagas aquí no va a pasar en la vida real.
Lo importante es lo que es aplicable, ser pragmático con el uso de tu tiempo. Creo que esa escisión mental de la oposición de creer que tú puedes hacer “Punto de orden para hablar de las comunidades indígenas” y que con eso tú satisfaces la opresión de las comunidades indígenas, y que con eso pierdes, y yo sé que se van a ofender con eso, una tarde hablando de eso. O reconociendo a la prisión de Requesens, que yo soy solidario con él, o reclamando la liberación de Marrero, al margen de lo que opina mucha gente positivo o negativo de Marrero. Nadie habla de este muchacho que mataron en el centro de Caracas, Joao… siempre tengo problemas con su nombre, que le pegaron un tiro a un estudiante, tú te debes acordar.
Pero fíjate, nos han matado tantos, Oscar Pérez, Caguaripano, y yo se lo decía al presidente Guaidó en su momento, ha habido como un proceso de acostumbramiento, donde tú vas caminando en una marcha y matan a uno, y meten preso al otro, y torturan al otro, y tú sigues. Y hacen una manifestación del pueblo de dos o tres días, y otros presionan porque de ellos nadie se acuerda, pero otro cae. Y ha sido como un proceso donde nos hemos acostumbrado, adentro y afuera, a eso.
AA: Hablemos ahora del libro de John Bolton, el ex asesor de seguridad de Donald Trump. En su capítulo sobre Venezuela, Bolton dice que Trump pidió a sus asesores que consideraran una acción militar norteamericana en Venezuela, pero que Bolton y otros asesores disuadieron a Trump de eso, dijeron “mira, eso no vale la pena”. Esto es, repito, algo que dice John Bolton, no es algo oficial que diga el gobierno estadounidense. ¿Ese relato te parece creíble? ¿Ese relato de Bolton?
JJ: La primera impresión que te diría es que una gente seria no publica libros sobre eso. Mira, yo el día que publique algo de eso, lo haré ficcionado. Nunca le pondré el país ni el nombre, porque eso es información privilegiada. Cuando tú tienes acceso a ese nivel de información tú tienes que tener un mínimo de honor, y saber respetar la información que recibiste. Es como los hombres que terminan con una mujer y salen a hablar porquerías de la mujer con la que estuvieron. Se dice “los caballeros no tienen memoria”, ¿estás de acuerdo? (Alejandro asiente). Bueno, los estrategas tampoco.
Cualquier estratega que hable de los intríngulis de lo que él habló en una sala, como se llama el libro, donde todo pasó, me parece –a mí- lamentable, triste. Dicho esto, que no es una calificación a Bolton sino a gente que hace eso, los EE.UU. como otros países, por ejemplo, Colombia, tienen escenarios. El Comando Sur debe tener 20 planes de cómo hacer una acción militar en Venezuela desde hace mucho tiempo. Y eso lo evalúan con cada cierta periodicidad y, sí, probablemente los asesores le dijeron “ahora no es el momento, eso no tiene sentido, ese no es el momento”, equis, y eso pasa.
Ahora, cuando Bolton dice que el presidente Trump dijo que Maduro era fuerte y Guaidó era débil, sí, tanto como tú podías decir que Goliat se veía grandote y David se veía chiquito. Eso me parece objetivo. Decir Maduro es fuerte, tiene las fuerzas militares, los policías, los paramilitares, los colectivos, sí. Y Guaidó seguro es débil, sí. Ahora, Guaidó tiene el reconocimiento de 60 países o más –ya van casi 70- y Maduro es visto como un narcotraficante. Uno es reconocido como un defensor y de las libertades civiles y de la democracia en Venezuela, y este como un narcotraficante que tiene el precio sobre su cabeza.
La impresión que a mí me queda en el libro, era que ahí estaba hablando de poder en el territorio. O sea, que era fuerte. Si es fuerte, en ese sentido. Moralmente es miserable, por ejemplo. Un tipo como Maduro y su grupo son unos indolentes, ¿sabes? Unos tipos sin escrúpulos, no les importa el sufrimiento de los demás. Para mí, no están débiles, están debajo de la alfombra, en términos de valores.
AA: Bolton también dijo en su libro que el Ministro de Defensa del régimen, Vladimir Padrino López y su canciller, Jorge Arreaza, se aproximaron al gobierno interino para discutir ofertas de amnistía. ¿Eso revelaría que en el seno de la cúpula chavista hay más fisuras de lo que se aparenta?
JJ: Fíjate. Yo nunca la subestimo. Yo creo que Padrino es un radical y que está buscando ser el sucesor político de la cosa, y que sus discursos recientes son más políticos que militares y que sus posturas… yo creo que ellos exploraron como un escenario ¿Qué pasaría si cesamos la usurpación y entregamos? Buscamos una cosa estilo Pinochet, entregamos y me respetan y yo sigo siendo Comandante en Jefe. Yo estoy seguro que entre ellos hubo 500 opiniones, y al final, aunque estuvieron infiltrados o no, fue un plan sin base o no, eso no tenía ningún lugar a donde iba a llegar, y no llegó a ningún lado.
Yo creo que ellos no tienen ninguna intención de ceder el poder. Y además los comportamientos reales son esos. Llegan las baterías rusas, fortalecen los sistemas de radares, entra más gente, le entregan armas a la milicia –chimbos mal entrenados, con unas cosas ahí que dan pena- sí, pero no importa, tienen más armas que la oposición. Si tú vieras, por ejemplo, Ruanda en los 90, tú pusieras los opositores somos los tuxis y ellos son los hutus, ellos tienen todos los machetes. ¿Los van a usar como los usaron en África? ¿La locura de arrasar y matar a un millón de personas? No, no creo, el venezolano no es así, pero es una gente amedrentadora que ante cualquier posibilidad de ruptura dice bueno las armas las tenemos nosotros, el poder lo tenemos nosotros, el dinero lo tenemos nosotros, los vínculos con los narcos, con los grupos terroristas, no estamos dispuestos a irnos.
Padrino debe tener como la edad mía. Si él echa hacia adelante le pueden quedar 20 años de vida. Mira, la mentalidad del sicario es interesantísima. El sicario sabe que lo van a matar, sabe cómo lo van a matar y vive matando porque piensa que, en su mente, su vida va a ser más pudiente en un periodo más corto. Tú dices a mí no me importa, yo soy un sicario global, el sicario del país, un asesino, violador de derechos humanos y tengo todas mis medallas. Y ya. Y me voy a morir así, y mis hijos quedarán bien, ¿tú crees que los narcos no piensan en sus familias? Dentro de todo tienen en su código dejar legado. [Padrino] De otra manera ganaría un sueldo como general, tendría una vida como era la de un militar, como mi papá antes, de servicio a la patria y punto, y no sería un tipo que están nombrando en los discursos en la Casa Blanca. Ellos se sienten grandes por eso. Maduro es equivalente a una mezcla de Gadafi con Castro y Brezhnev, él se siente de ese tamaño. Sus cuates son el de Norcorea, el de China y el de Irán.
AA: En el año 2017, tú dijiste que la Mesa de la Unidad Democrática había muerto. ¿Tú dirías que ya se emitió el acta de defunción de la presidencia encargada, o que es cuestión de tiempo que eso ocurra?
JJ: Depende. Yo creo que, y es una cosa que yo le digo a la gente siempre, uno tiene que pensar en las instituciones, no en las personas. Si por mi fuera yo haría todo el esfuerzo, porque no estoy ya ahí, pero los que estén, que la institución reconocida por más de 60 países que está, permanezca, que la modifiquen, que la mejoren, que le quiten las anclas, y que la dejen ser, y tengamos algo.
Depende de los egoísmos, depende de las divisiones, depende de la masa crítica que generemos para que eso no sea así, etcétera. Sin embargo, yo creo que lo que sí murió es el gobierno colegiado. Si quieren que sea el presidente Guaidó, o no. Quien sea que asuma esa responsabilidad, lo tienen que dejar que gobierne. Y todos deberían apoyar. Porque entonces “Guaidó no sirve, el presidente Guaidó no sirve”, meten a otro, y no ha terminado de llegar y le están sacando que comía chicle y se lo sacaba y se lo metía otra vez cuando estaba en segundo grado de primaria. O sea, por favor. ¿En qué momento vamos a decir “todos halemos para ese lado, todos juntos por un tiempo determinado, y démosle todo el apoyo”?
¿Tú sabes una cosa? ¿Cuántas veces la gente me ha dicho a mí “para qué te metiste en eso, eso es un grupo político, intereses, Voluntad Popular…”? Yo siempre voy a pensar que vale la pena, que la causa está por encima de ti. Que la causa que es la liberación de Venezuela está por encima de cualquiera. Y yo te diría que, en esta pregunta en particular, pensemos qué es conveniente para la causa ¿Qué permanezca la presidencia interina, encargada como la quieras llamar, o no? ¿Que la Asamblea quede como la última institución legitima, o no? ¿Qué terminemos desconociendo las elecciones y la Asamblea? Porque es una cosa o es la otra. Si desconoces las elecciones la última institución electa apropiadamente fue esta. Y si la reconoces bueno, pierde vigencia, ¿estás de acuerdo? Son dos cosas opuestas.
Pues yo sí creo que vale la pena seguir pensando en ayudar a Venezuela más allá de que las condiciones de la gente con la que lo harías, o los partidos o los que están sean las más apropiadas o no. Porque si uno se pone a escoger en una batalla la calidad de quien tienes al lado, o cerca, prácticamente pelearías solo. Pero no quiero decir que estar alineado con boliburgueses ni con corruptos, ni aceptarles cosas a ellos, no. Porque ya van a decir “que JJ dijo”, no, yo no dije eso. Dije que si nos ponemos con las minucias de cada cosa de cada quien seríamos perfectos. Si somos perfectos seríamos argentinos. Somos venezolanos y somos profundamente imperfectos.
AA: Al momento de grabar esta entrevista, Alex Saab, quien el propio régimen chavista ha reconocido públicamente como un agente suyo, permanece detenido en cabo verde, la nación insular africana a la espera de su posible extradición a los Estados Unidos. Si en efecto, Alex Saab es remitido acá a EE.UU. ¿Qué crees que eso implicaría para el régimen?
JJ: Se alimentaria el sumario. Y cualquier prueba que aporte y tal, avanza en los procesos judiciales que ya existen. Más nada. Podría justificar una acción distinta. Porque una cosa es que seas usurpador, otra cosa es que seas buscado, y otra cosa es que haya pruebas y haya indictment, y otra cosa que es vayas a juicio en ausencia. Eso lo puedes hacer.
Porque lo que protegía a Maduro de que fuera a juicio es que en Estados Unidos hay una ley que dice que tú no puedes procesar a un presidente en ejercicio. Podríamos argumentar si Maduro es presidente o no, y si Maduro no es presidente, y la corte dice que no es presidente, por lo tanto, podría ser juzgado, aunque no esté aquí. Y por supuesto lo van a citar, le van a poner las imposiciones ¿me explico? Van a buscar el mecanismo, pero no quiere decir que el proceso no avance, creo que ese proceso les afecta hacia adelante. A él y a muchos de los que este señor fue su testaferro, o presuntamente su testaferro.
¿Que eso afecta en Venezuela? No creo. Cero. ¿Por qué? Porque la gente ni sabe. Te morirías de la risa, hay gente en Venezuela que me dice hoy –a mí me llegan por otros lados- que por qué no ayudo a Guaidó, y yo perdóname estuve nueve meses ahí hasta la cabeza ayudando. “¿Sí? ¿En qué cargo?”. Fui Alto Consejero Presidencial para Estrategia y Manejo de Crisis y del Cese de la Usurpación. “¿Cuando?”. Los medios afuera creen que ustedes hablan de cosas como si de verdad están pasando. Y la realidad del día a día de Venezuela, muchas de esas cosas la gente ni se entera. La gente está pendiente de buscar agua, comida, medicinas, ver como recibe las remesas.
Andrés González es el director general de Politiks. Ingeniero Civil egresado de la Universidad Rafael Urdaneta (URU), en Maracaibo, Venezuela. Es participante de la undécima cohorte del Programa LIDERA, en el ámbito empresarial. Síguelo en @andreseduardog_