Por Miguel González
La pésima gestión de la pandemia de COVID-19 que ha realizado el gobierno de coalición PSOE (socialistas)-Podemos (comunistas) en España ha generado malestar y descontento entre buena parte de la población española.
El gobierno progresista español, tal como confesó posteriormente el ministro Duque, estaba enterado del riesgo de la pandemia desde enero y, a pesar de ello, incitó a acudir al 8M, aumentando los contagios. Para lograr anteponer la ideología a la salud de los civiles, permitieron todos los eventos y concentraciones hasta la fecha, al punto de que España llegó a situarse como el país más afectado en términos relativos y con mayor porcentaje de sanitarios infectados.
Al día de hoy, España suma más de 28.000 muertos, pero el gobierno achaca esta cifra a la irresponsabilidad de la población y a unos presuntos recortes en sanidad del anterior gobierno de Mariano Rajoy, quien tenía un plan de prevención de pandemias a diferencia del actual gobierno. La falta de prevención obligó al gobierno a tomar medidas draconianas, recluyendo a la población en sus casas (cuarentena que no respeta el vicepresidente Pablo Iglesias), iniciándose la cuarentena el día 14 de marzo hasta la fecha, momento en el que se está iniciando la desescalada. La prórroga de dicha cuarentena, que se ampara en el estado de alarma aunque tiene tintes de estado de excepción, se ha logrado con el apoyo de independentistas y de los herederos del grupo terrorista ETA.
#MADRID ? La Policía investiga una pelea durante la #cacerolada de hoy en #Moratalaz en la que un manifestante resultó herido leve. Según @elmundoes, un grupo de extrema izquierda es el responsable del altercado.pic.twitter.com/D86VqHDdIA
— eSPAINews (@eSPAINews) May 20, 2020
Grupos autoproclamados “antifascistas” atacaron a los manifestantes
El malestar civil se ha materializado en numerosas concentraciones y caravanas en la mayoría de capitales españolas, que se ha saldado en muchos casos con enfrentamientos entre los manifestantes y grupos autoproclamados “antifascistas”. Así pues, el día 21 de mayo, en la plaza María Agustina, en Castellón, un manifestante fue atacado por un ultra izquierdista en el transcurso de la cacerolada.
No se trata de un caso aislado. Un taxista de 34 años fue brutalmente agredido por un grupo de antifascistas en Moratalaz (Madrid) en el mismo día. Las concentraciones, que no han cesado, han seguido siendo reventadas por “antifa”, al punto de que el día 23 de mayo, fecha en la que estaba programada una manifestación de vehículos para minimizar los contagios, antifa arrojó en Madrid clavos desde los balcones para dañar los coches y motocicletas de los manifestantes. También en Jaén, presuntamente se abrió fuego desde un balcón con una escopeta de perdigones.
Estos hechos no deben causar sorpresa, suceden hace meses, porque el propio gobierno socialista ha alentado a sus simpatizantes a atacar a la oposición, a imagen y semejanza de la narcotiranía castrochavista, que ha sido asesorada personalmente por miembros del actual gobierno español. Así pues, el vicepresidente Pablo Iglesias amenazó a Santiago Abascal (líder del partido liberal-conservador VOX) y a Isabel Díaz Ayuso (presidente de la Comunidad de Madrid, del partido democristiano PP) con escraches y agresiones.
SPAIN – ANTIFA have harassed and assaulted VOX España supporters in San Sebastian… ?? https://t.co/bbSypyPQdq
— Juan Keville (@JuanyKeville) April 13, 2019
Los medios de comunicación, que han sido generosamente regados con el erario de los españoles vía subvención para comprar su favor, intentan blanquear al gobierno acusando a los manifestantes de ser de extrema derecha y de clase alta, a pesar de que las concentraciones son multitudinarias y algunos de los manifestantes reconocen haber votado al PSOE —pero se sienten traicionados por los excesos del gobierno y por mentir sobre su intención de pactar con Unidos Podemos y los independentistas—. También el gobierno ha optado por silenciar las redes sociales para evitar que se genere descontento sobre su gestión, amparándose en la prevención de “fake news” para señalar como bulo cualquier información que contradiga la narrativa oficial del gobierno.
Miguel González es experto en seguridad especializado en terrorismo internacional, youtuber e influencer.