Por Dominique Selman
Con tantas energías negativas que están rigiendo la política, los intercambios, los procesos de liderazgo en los países con modelos socialistas o tendencias hacia ellos, nos hemos descuidado en los medios tradicionales de comunicar sobre temas que no aborden solamente los abusos de poder en el sector público. La más novedosa forma de oprimir la expression de ciudadanos que trabajan arduamente ha sido en el arte.
El arte en sí mismo surge como una necesidad de expresar un sentimiento de desahogo, de liberación, y de denuncia social contra un medio opresor. El socialismo ha llevado a a la fatal destrucción de valores patrios, familias, puestos de trabajo, y necesariamente a que emigren artistas a otros lugares para poder exponer su talento y capacidad productiva.
Entre las exposiciones a nivel Latinoamericano, caben resaltar dos por ser una denuncia contra el socialismo. La primera se trata de la exposición “Venezolanos en el Mundo” en la galería Art SDQ en la ciudad de Santo Domingo.
Si bien Art SDQ, en mi opinión, es una de las galerías mejor administradas y con un equipo que no toma a la ligera la importancia de la capacidad creativa, la apertura de la exposición fue realmente emotiva por como su propietario, Edward del Valle, transmitió un mensaje de libertad y un sentido honesto de compasión por la situación de Venezuela. Es admirable el sentido de solidaridad que se transmitió en esa noche porque en ningún momento se habló de la venta de las obras expuestas, por el contrario, se habló de compartir, de ayuda y de cambio.
En el video que fue reproducido en la noche de la apertura (hecho por el mismo propietario) se pudo apreciar la situación de caos extremo que se vive actualmente en Venezuela, lo que conmovió a todos los espectadores, en especial a los compatriotas de los artistas. Los tres artistas expuestos en dicha exposición, que seguirá en la galería hasta diciembre de este año, son Migdalia Salazar, Miguel Grillo y Ramón Aular.
Por supuesto que la exposición no podía llamarse “Venezolanos en Venezuela,” porque bajo el régimen de Maduro resulta casi tan irracional como tirarse de un avión sin paracaídas el no buscar una forma de escape. Lo importante, sin embargo, es que se sigan llevando a cabo iniciativas como las de Art SDQ que crean concientización sobre los peligros de vivir en los países cuyos gobernantes adopten estos modelos de gobierno y que fomenten la apreciación de un arte con un sentido de sensibilidad social profundo.
La segunda muestra que debe mencionarse cuando hablamos de relacionar el arte con una denuncia social en contra de las grandes burocracias, que en este caso no tuvo un desenlace tan placentero, se trata de la muestra “Colección Al Límite, Sin Límites.”
Dicha exposición del artista cubano Antuan Rodríguez contiene una obra llamada “Izquierda Derecha,” la cual está constituida por una serie de bolsas de boxeo con las caras de diversos políticos. Entre ellas, una lleva la cara del presidente Nicolás Maduro. La causa real por la cual fue removida sigue sin saberse. Entre las teorías de que la orden vino de Venezuela o si fue Telefónica directamente desde España por proteger algunos intereses, está por descubrirse aun.
En mi opinión, no es coincidencia que de todos los políticos, de quien se quitó fue del que está reconocido en todo el mundo como uno dictador abusivo del poder. ¿Acaso no podría el presidente Trump estar igualmente ofendido de que su rostro figure en algo que incite a la burla o a que su cara sea golpeada siendo impresa o pintada en una bolsa de boxeo? Sin embargo, esa es la diferencia entre un gobernante de un país desarrollado, que entiende que existe la oposición y no se sienten amenazado por algo tan subjetivo y sujeto a la preferencia personal de cada individuo como es el arte. Aunque la muestra sigue hasta el 5 de noviembre en Espacio Fundación Telefónica, no será con la cara del presidente Maduro.
El objeto en cuestión se encuentra actualmente en la Colección Ca.Sa en Chile. Obras cuyo significado excede el entendimiento de un individuo incapaz de interpretar el sentido filantrópico de obras como la de Antuan, que involucran el arte, la política, la ciencia y el humanismo no deberían ser expuestas en espacios de menor nivel que el de la Colección Ca.Sa, la cual representa todo lo que debería de ser un centro cultural que fomente la intelectualidad y la cultura. Los lugares que fomentan la educación y despiertan la curiosidad son los que promueven los valores que deberíamos priorizar todos los seres humanos, empezando por la libertad.
El arte, en su esencia, tiene la función de servir como un motor de desarrollo y de escape. La libertad de expresión y de poder tomar sus propias decisiones es lo que conlleva a al empoderamiento de los pueblos y por eso es importante fomenter la integración artística de todos los pueblos, pero en especial Latinoamérica para que podamos competir en un mundo globalizado y no ser vistos como seres que viven en el subdesarrollo.
Dominique Selman es dominicana. Tras haber crecido entre Estados Unidos, Argentina y República Dominicana, regresó a Santo Domingo a trabajar en diversos sectores culturales, de manufactura y exportación en su País. Actualmente dirige su propia empresa de consultoría y manejo de proyectos enfocada al fomento de la creatividad en los negocios a través del uso de colores, fragancias y arte.