EnglishLa alianza CREO-Suma tuvo un impresionante desempeño en las elecciones de febrero de 2017, casi triplicando su número de curules en la Asamblea Nacional de Ecuador. Cuéntenos, ¿cómo lograron que su mensaje resonara con el pueblo ecuatoriano?
La idea original de la estrategia fue cambiar el paradigma normal de una elección legislativa: estábamos acostumbrados a que siempre el legislador le hacía propuestas al electorado de acuerdo a su agenda, a su experticia o a su formación ideológica.
Entonces decidimos dar la vuelta a la idea y hacer un período intenso de precampaña en donde fuimos a las diferentes provincias, ciudades y barrios y recolectamos las preocupaciones más importantes de los ciudadanos especialmente de los más pobres y de ahí armamos la propuesta de campaña.
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Pensamos que tuvimos una excelente acogida ya que hasta el movimiento oficialista terminó tomando algunas de nuestras propuestas.
Los observadores internacionales, entre ellos la Unión Europea, han criticado al Gobierno ecuatoriano por el uso excesivo de recursos estatales en la campaña oficialista. ¿Cómo afectó esto el resultado de las elecciones?
Lo que hizo el oficialismo no solo fue abusivo, ilegal sino hasta falto de toda moral y ética. Movilizó todo el aparato estatal en favor de su campaña, cosa que está prohibida por nuestra legislación y está incluso castigada, pero que teniendo un Consejo Electoral absolutamente obsecuente, terminó en un gran manto de impunidad y una cancha absolutamente inclinada para la oposición.
Utilizaron los medios públicos e incautados como cajas de resonancia de la campaña, armaron una campaña sucia sin precedentes en la historia democrática del Ecuador, inauguraron obras invitando a sus candidatos, pusieron a trabajar a empleados públicos como soldados de campaña, movilizaron las instituciones del Estado buscando votos a cambio de dádivas y crearon un ejército de trolls digitales para amplificar la campaña sucia infamando y calumniando al candidato de la oposición.
La elección de Lenin Moreno fue afectada por un accidente en el sitio web del Consejo Nacional Electoral a medida que llegaban los votos, e informes de irregularidades en todo el país. ¿Cree usted que Guillermo Lasso fue, de hecho, el ganador de esta elección?
No me cabe duda que Guillermo Lasso fue el triunfador de la elección y, al margen de lo que sucedió con un órgano cooptado absolutamente por el régimen como es el Consejo Electoral, fue haber visto en todo el país el respaldo que tenía del pueblo ecuatoriano, las gigantescas concentraciones que se hacían con su llegada, le aceptación de su mensaje basado en la generación de empleo.
Después, lo que sucedió el día de la elección es importante señalar que ante la presencia masiva de hermanos venezolanos en nuestro país, hubo muchos que con antelación sabían que este tipo de “apagones” pueden suceder, ya que en su país de origen ha pasado varias veces desde que Tibisay Lucena es presidenta del CNE .
A pesar de una fuerte oposición en Ecuador, el partido del oficialismo todavía mantiene una leve mayoría en la Asamblea Nacional. ¿Cuál es la clave para influir en el proceso legislativo?
Como le explicaba anteriormente, nuestra idea central es llevar los proyectos que nos reclama la ciudadanía y para ello, vamos a pedir que sean ellos, la sociedad civil, los colectivos ciudadanos, los maestros, los jóvenes, los jubilados, los que acompañen el proceso de propuesta y aprobación de las leyes.
Creemos que ante la ciudadanía las mayorías ya no deberían importar, puesto que serán proyectos que lleven las legítimas aspiraciones del pueblo ecuatoriano que son los mandantes de todos los asambleístas, del oficialismo y de la oposición.
¿Cuál es su evaluación, hasta ahora, del trabajo que el nuevo presidente, Lenin Moreno, está realizando?
Tengo dos lecturas a ese respecto: la primera es que siempre será saludable la convocatoria a un diálogo, tener la mano extendida y convocar a todos a esa iniciativa. Claro, si es en base de propuestas y una agenda programática y no para lograr apoyos circunstanciales o debido a la suerte de entredicho con el que llegó el actual presidente al poder.
Sin embargo, lo que hemos visto hasta ahora son pequeñas señales que no cambian el tema de fondo: hacer una cirugía mayor a la corrupción de la década pasada, recuperar las libertades conculcadas, pero sobre todo dar un giro total al manejo económico fracasado del anterior gobernante que tiene al país en una crisis económica grave. Hasta que esos cambios de fondo no lleguen, pensamos que esta suerte de maquillaje no cambia la parte estructural de los problemas.
Durante su década en el poder, Rafael Correa amplió enormemente el papel del Estado en la economía, aumentó los impuestos y aumentó los niveles de deuda de Ecuador. ¿Cómo afectará esto al pueblo ecuatoriano en los años que vienen?
Un economista prestigioso de Ecuador, Vicente Albornoz, hizo una metáfora que me parece pertinente: dijo que el país es como un avión de dos motores (el uno el Estado y el otro la empresa privada) que actualmente vuela con uno solo: el público.
Si el nuevo Gobierno no recupera a la empresa privada a través de incentivos y de una adecuada competencia, seguiremos inflando el presupuesto para pagar a los empleados públicos y seguiremos ampliando el déficit que sólo el año pasado fue de más de 7 puntos de PIB.
Ud. ha dicho que “no solo en el discurso presidencial, sino en la tónica de la política ecuatoriana están los insultos, la intolerancia. Hemos visto un clima político, particularmente polarizado en los últimos meses, específicamente en EE. UU. ¿Qué puede hacer para poner en práctica este consejo en el clima político actual?
Bueno, creo que el tono del discurso político y el nivel del debate político es una gran responsabilidad que tenemos los políticos. Lastimosamente cuando llegan a la presidencia personas que utilizan la confrontación, el insulto y el agravio como estrategia de posicionamiento, ese nivel baja considerablemente y eso termina permeando en todo el tejido social y luego vemos la violencia que se desata por ejemplo en las redes sociales.
Hay que elevar siempre el nivel del debate, arrancar de raíz los prejuicios, los calificativos peyorativos y discutir ideas y propuestas.
La refinería de la ciudad portuaria de Esmeraldas, en el noroeste de Ecuador, que usted representa en la Asamblea, ha estado en el centro de una investigación sobre un escándalo de corrupción de Odebrecht que involucra sobornos. El presupuesto para el proyecto pasó de menos de USD $200 millones a más de USD $1.500 millones, y hay informes de que aún quedan problemas operacionales. ¿Qué salió mal y qué puede hacer el gobierno para erradicar la corrupción?
No es muy complicado saber lo que pasó en la refinería pues es muy similar a todo lo que ha venido sucediendo en casi todos los sectores estratégicos de la economía ecuatoriana (carreteras, telecomunicaciones, hidroeléctricas, etc.): se han detectado redes de corrupción que basaban su acción en dos resquicios de la contratación pública, el uno fue la declaratoria de emergencia en esos sectores y el otro que se denomina “giro específico de negocio” y que hace que no se tenga que hacer licitaciones públicas y abiertas y favorece la opacidad en la contratación dando entrada a sobreprecios y sobornos.
El candidato presidencial de CREO, Guillermo Lasso, se comprometió a crear un millón de nuevos puestos de trabajo como propuesta fundamental de su campaña. ¿Qué puede hacer Ecuador para impulsar su crecimiento económico y crear empleos mejor remunerados?
Hay que hacer un cambio radical de modelo económico. Volver la vista al sector privado, permitir que llegue la inversión nacional y extranjera con reglas claras e incentivos, favorecer el emprendimiento a todo nivel, ser parte de acuerdos comerciales beneficiosos y no seguir inflando el aparato estatal que debe tener sus cuentas equilibradas.
Usted ha sido una defensora del baloncesto de medianoche para los jóvenes en áreas de bajos ingresos. El presidente Bill Clinton en la década de 1990 también promovió un plan similar en las áreas urbanas como una herramienta de lucha contra el crimen y de desarrollo comunitario. ¿Cómo ha funcionado esto en la reducción de la delincuencia juvenil y la promoción de actividades deportivas en Esmeraldas y en todo el país?
El proyecto está en plena etapa de diseño: hemos identificado barrios y canchas, estamos haciendo lo mismo con los líderes que lo llevarán a efecto en cada sitio, hemos desarrollado todo el marco legal y de estructura, y se están acercando instituciones que han despertado interés en un proyecto como éste: de profundo contenido social.
A eso hay que sumar la experiencia que ya tuve al hacerlo en mi provincia, Esmeraldas, con una gran incidencia en la reducción del consumo de sustancias prohibidas, en el mejoramiento de la convivencia en el área de influencia directa y luego entre zonas cercanas, pero sobre todo en darles a los jóvenes esas actividades que les gusta para canalizar su natural ímpetu y deseo de pertenecer a algo.
Esperamos que los apoyos se sigan sumando y poder ya en un corto período de tiempo implementarlo definitivamente en Quito, como piloto y luego ver la posibilidad de replicarlo en otras zonas del Ecuador.