Acompañados de unas 20 personas María Corina Machado y Leopoldo López, convocaron el día de ayer a una rueda de prensa en la que intentaron, tímidamente, desligarse de la política pasiva de Henrique Capriles.
El video de casi 20 minutos, irónicamente titulado #LaSalida, fue una experiencia agridulce. Los líderes de la oposición dieron vueltas en un discurso improvisado, sin línea argumentativa, adornado con aplausos de los presentes, y todo para convocar a apagar las luces por 10 minutos y a realizar “asambleas de calle”.
En lo personal, fue lo más cercano a viajar en el tiempo que he experimentado. Si cerramos los ojos escuchando el audio, nos sentiremos de nuevo a principios de siglo, escuchando esa vieja oposición de Salas Römer, cabalgando a Frijolito, y Manuel Rosales decir que hay que salir de Chávez porque sí, sin ofrecer una alternativa que realmente compita ante los ojos de los venezolanos. Esa torpe forma de hacer política fue la que nos llevó a derrotas y a las infames listas de Tascón y Maisanta. Así que fue triste ver cómo caemos en los mismos errores de años atrás.
Primero habló María Corina, quien empezó con uno de sus clásicos “En Venezuela vivimos en dictadura”, se perdió contándonos sobre cómo el espíritu del 23 de enero vive en ellos, y luego enfatizó que el futuro está en manos de los venezolanos y de cómo “…es indispensable que se produzca un cambio de régimen político”. Luego, cayendo en populismo, mencionó a Bolívar y cerró con broche de oro citando a Betancourt convocando a los venezolanos a apagar las luces por 10 minutos a partir de las 9 pm, hora local.
Después, fue el turno de Leopoldo, quien también habló sobre el 23 de enero, y de ese espíritu de lucha que sigue presente, comparando a Marcos Pérez Jiménez con el gobierno actual. Claro que luego llegó el nunca ausente “…este gobierno ha tenido la mayor bonanza petrolera de la historia (…) y tenemos la mayor inflación en la historia del país”, cayendo en una serie de acusaciones, que aunque ciertas, eran dignas de estudiantes de primaria. Para finalizar, nos recordó que existe una élite corrupta y luego, convocó al domingo 2 de enero a asambleas de calle con “los venezolanos que sí quieren cambio”.
Ante esto, yo me pregunto, ¿no deberíamos convencer a aquellos que no crean que hace falta un cambio?
La verdad es que hoy en día, en este momento en que se escriben estas líneas, no importa si a Bolívar le contestaron feo en 1811, tampoco lo es si el pueblo se levantó el 23 de enero de 1958. Todos esos eventos ya sucedieron y no van a cambiar; son parte de nuestra historia y es justo ahí donde pertenecen, en la historia, para nuestro estudio y análisis, mas no como nuestra solución a los problemas.
La rueda de prensa nos presentó a una oposición que dice estar unida, pero que actúa sin coordinación, con un fracaso de “protesta”, llamando a una convocatoria a apagar las luces a una hora donde la mayoría de los venezolanos está pendiente de que la novela está empezando. Una oposición que vuelve a cometer los mismos errores que en el pasado, con el mismo discurso vacío, que no va a ganar nuevos votos y que parece no entender que, “los venezolanos que sí quieren cambio” no hace falta convencerlos más.