Pueden criticar lo que sea del presidente Donald Trump, pero el nivel de desarrollo; el salto cuántico que le proporcionó al —hasta ahora debilitado— programa espacial norteamericano, le garantiza un lugar ilustre en la historia estadounidense.
Y hecho el trabajo más difícil, Joe Biden aparentemente estaría dispuesto a realizar una jugada casi antiamericana, en caso de que se cristalizara una petición de sus asesores.
Al infinito y más allá
La gente del equipo de transición de la NASA de Joe Biden está instando a que se dé inicio a lo que podría ser la mayor transferencia de tecnología realizada por EEUU a China: trabajar unidos en un programa especial.
Semejante movimiento podría resultar en que los militares chinos dominen el espacio y, con él, pues, los asuntos mundiales. “Tratar de excluirlos, creo, es una estrategia fallida”, dijo Pam Melroy, exastronauta y posible próximo administrador de la NASA, refiriéndose a los chinos. “Es muy importante que nos comprometamos”.
Pero es bueno aclarar que el programa espacial chino es militar en su esencia. Aunque China tiene una política de fusión cívico-militar. Esto significa que el ejército tiene la primera opción en la toma de decisiones… Y luego, los civiles. Además, no debemos olvidar la estructura del régimen chino. El ejército es un brazo del Partido Comunista, que controla todos los programas del gobierno central chino, así como todas las instituciones educativas y de investigación del país.
En cuanto a los planes del gigante asiático, el ejército chino tiene como una de sus metas ir a la Luna… Y controlarla. Como dijo el analista militar Richard Fisher, “China quiere extraer helio de la Luna para alimentar sus futuros reactores de energía de fusión y utilizar los recursos de la Luna para ayudar a construir enormes satélites recolectores de energía solar, para liberarse de la dependencia energética extranjera.
Las apuestas son altas
Como explica Brandon Weichert, autor de “Winning Space: How America Remains a Superpower”, “quien controle el terreno espacial finalmente controlará lo que ocurra en la Tierra, incluyendo el ciberespacio”.
Tales ambiciones espaciales chinas deberían preocupar a otros países. Y es que China no tiene la intención de permitir que otros investiguen en la Luna, lo cual se traduce en que la idea de los asesores de Biden es una completa locura.
Aunque ya hubo un acercamiento público de China a la administración de Joe Biden. Hace poco, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yí, pidió a Joe Biden que ‘reinicie el diálogo’ con Pekín y tenga en cuenta puntos en común, como la respuesta al COVID-19, la recuperación económica y el cambio climático.
Wang Yi instó a Joe Biden, a tener la “percepción correcta” de China y cooperar con Pekín “para reiniciar el diálogo, devolver las relaciones bilaterales al camino correcto y reconstruir la confianza mutua”. Por eso, ¿qué confianza sería más grande, que viajar juntos al espacio?