A exactamente un año del reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington DC y La Habana, 126 ex presos políticos cubanos le enviaron una carta abierta al Presidente Obama para que revalúe su política hacia la isla, a la que consideran “un lamentable error”.
La carta la entregó el ex preso político y poeta cubano Ernesto Díaz Rodríguez al Consejo de Seguridad Nacional, pasadas las 9 de la mañana. Rodríguez estuvo en prisión y realizó trabajos forzados por más de 22 años bajo el régimen castrista. En este marco, PanAm Post intentó, sin éxito, comunicarse con Díaz Rodriguez.
Los ex prisioneros de conciencia solicitan al mandatario estadounidense que llame telefónicamente a Raúl Castro y le demande a la seguridad del Estado de Cuba que “deje de golpear a las Damas de Blanco”. Asimismo, pidieron que cesen las golpizas y los abusos perpetrados contra los disidentes.
Consideran que en lo que va del 2015 hubo un considerable aumento de la represión política contra los activistas pacíficos de derechos humanos en la isla.
Los 126 firmantes del documento entregado el 17 de diciembre a la Casa Blanca suman, en conjunto, 1.945 años vividos dentro de las cárceles políticas cubanas y en campamentos de trabajo forzado.
“Esa política prolongará a la dictadura en el poder, está empeorando la situación de los derechos humanos en la isla, marginalizando a la oposición democrática y arriesgando la seguridad nacional de los Estados Unidos,” sostuvieron.
Tres días antes, Obama había declarado su intención de viajar a la isla antes de que finalice su mandato en el caso de que vea “algún progreso en la libertad”. A raíz de esto, los ex reos politicos dijeron que “la historia terrible de las violaciones a los derechos humanos en Cuba ha empeorado y ha habido un aumento en las golpizas contra los activistas pro derechos humanos a lo largo del 2015”.
En la carta mencionan asimismo el hecho de que Obama “puso en peligro la seguridad nacional de EE.UU.” al conmutar “las dos sentencias de cadena perpetua de Gerardo Hernández”, uno de los cinco cubanos que terminaron presos en Estados Unidos por espionaje.
Explican que Hernández “puso en peligro la seguridad nacional de los EE.UU.” y que fue “convicto por otras cosas, por conspirar para asesinar a tres ciudadanos norteamericanos y a un residente de los EE.UU.”.
Sobre las detenciones arbitrarias, expresaron que ellas ascendieron en noviembre de 2015 a 7.686 y que están camino a romper el récord de 2014, con 8.899 arrestos.
“A lo largo de este año el número de detenciones ha escalado: 178 en enero; 492 en febrero; 610 en marzo; 338 en abril; 641 en mayo; 563 en junio; 674 en julio; 768 en agosto; 882 en septiembre; 1.093 en octubre; y 1.447 en noviembre”, precisaron.
No dejaron de criticar tampoco el hecho de que Cuba haya participado de la VII Cumbre de las Américas en Panamá en abril de este año.
“La naturaleza antidemocrática y violenta de la dictadura se hizo evidente durante la Cumbre cuando ciudadanos cubanos y americanos fueron golpeados por la seguridad del Estado, necesitando ser hospitalizados”, declararon en la carta.
Por último, consideraron un error el hecho de haber removido a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo. Para ellos, el régimen de los Castro “fue sorprendido traficando con armamentos bélicos y municiones por Colombia el 28 de febrero de 2015” y esta “en violación de sanciones internacionales de la ONU contra Corea del Norte el 15 de julio de 2013 cuando fue sorprendida traficando toneladas de armamentos y municiones, incluyendo tecnología de misiles balísticos”.
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El reestablecimiento de los vuelos comerciales
Mientras tanto, en sus “bodas de papel”, como se conoce al primer año de casados, Estados Unidos y Cuba pusieron fin a las idas y vueltas de las negociaciones y acordaron restablecer vuelos comerciales de manera regular.
Luego de tres días de negociaciones, el “Memorando de Entendimiento para el establecimiento de los vuelos regulares entre Cuba y los Estados Unidos” fue aprobado en Washington DC en la madrugada del 17 de diciembre.
Este acuerdo podría presionar al Congreso estadounidense para que levante la prohibición de viajar a Cuba para hacer turismo.
Lea aquí la carta completa: