EnglishLos disparos recibidos por un joven argentino oriundo de la provincia norteña de Jujuy, el pasado 8 de agosto, justo un día antes de las elecciones primarias a gobernador, comienzan a repercutir hasta lo más alto del poder político.
Por un lado, la presidenta Kirchner anunció por cadena nacional que, según una certificación del juzgado electoral, el militante fallecido estaba afiliado al Partido de la Soberanía Popular, liderado por la dirigente kirchnerista Milagros Sala.
Sin embargo, el partido opositor Unión Cívica Radical respondió rápidamente y confirmó que el joven activista era militante de esta fuerza política; y que el día antes de ser baleado (el día antes de las elecciones primarias) estuvo repartiendo boletas electorales con el resto de la juventud radical.
Minutos después de la declaración de la presidenta, los dirigentes radicales ratificaron “expresamente que el militante asesinado en San Pedro, Jujuy, pertenecía a la UCR y el día que fue baleado trabajó en la campaña junto a otros militantes radicales”.
El joven estaba afiliado al Partido de la Soberanía Popular, pero militaba para la oposición, una paradoja que la UCR explica en un comunicado de la manera siguiente: “la afiliación de la que ha dado cuenta hoy la presidente de la Nación, es el método compulsivo y extorsivo que utiliza la agrupación Tupac Amaru para cooptar a jóvenes, exigiéndoles esa afiliación para poder acceder a una escuela pública que maneja la Tupac Amaru con fondos del Estado nacional”.
La UCR emitió un comunicado en el que sostienen su “profundo pesar” y exhortan a las autoridades provinciales y nacionales a esclarecer el asesinato.
A su vez, Mauricio Macri, dirigente de Cambiemos y principal opositor del oficialismo en las próximas elecciones presidenciales de octubre, denunció que “si su muerte fue un crimen de tipo político, estaríamos ante un hecho de muchísima gravedad”.
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Macri exigió el viernes 22 que el asesinato se esclarezca lo antes posible y acusó a la presidenta Kirchner “de encubrir a sus socios de la [organización] Túpac Amaru difundiendo mentiras”.
Sobre el lugar de la muerte del militante, Macri dijo que se produjo “en una provincia que vive un clima de conflictividad política, de autoritarismo y de clientelismo, principalmente por el accionar de la Túpac Amaru”.
La Agrupación Barrial Tupac Amaru es una organización social argentina fundada por Sala, que recibe subsidios del Estado nacional. En 2012 esta activista anunció la creación del Partido de la Soberania Popular con el objeto de participar en la arena política.
Finalmente, Macri cuestionó cuestionó la actitud de la mandataria frente a la muerte del joven: “¿Hubiese reaccionado de la misma forma si el joven militara en [el grupo político kirchnerista] La Cámpora?”.
Por su parte, el candidato oficialista a la presidencia, Daniel Scioli, instó a que no haya haya “utilización política en situaciones desgraciadas” como sucedió con el joven jujeño, haciendo referencia a la oposición.
Velázquez, de 20 años, murió el miércoles 19 luego de 11 días de hospitalización por causa de un disparo que le perforó el hígado y el bazo. El joven fue baleado cuando ingresaba a su casa del barrio Juan Pablo II de la ciudad de San Pedro en la provincia de Jujuy.
“Esa noche, estábamos con mi esposo en mi casa, escuchamos un disparo y salimos a ver, y mi cuñado sale del costado de la casa. Mi esposo lo hace entrar y dice que le habían pegado, y se agarraba una parte del cuerpo. Mi esposo se fija y tenía una herida de bala. Después, lo llevaron al hospital y él decía que eran seis personas”, dijo el viernes 21 la cuñada del activista asesinado, Silvia Vázquez.
Desde su agrupación social, Sala mostró su adhesión al Gobierno de Kirchner en reiteradas ocasiones. Se mostró junto con los miembros de esta organización en una marcha frente al Congreso en apoyo al nombramiento de Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Central. Además es recibida con frecuencia por Alicia Kirchner, cuñada de la presidenta y responsable del Ministerio de Desarrollo Social.
El senador de la UCR Gerardo Morales sostuvo: “no sabemos quién le pegó el tiro, pero en Jujuy hay una escalada de violencia por parte de la agrupación Tupac Amaru, amparada por el Gobierno y donde se agrede y se ataca a militantes de la UCR”.
El ataque fue catalogado en un principio como un robo, pero según precisaron sus familiares, cuando lo vieron entrar a la casa todavía en estado consciente, el joven llevaba consigo su celular y dinero.
“Estamos convencidos de que no le robaron. Desde el Gobierno han dejado de lado la hipótesis del crimen con intencionalidad política para hablar de un robo que nunca existió”, advirtió Julio Bravo, diputado provincial.
Por su parte, el presidente del radicalismo a nivel nacional, Ernesto Sanz, tampoco se mantuvo al margen de la cuestión y dijo que “no hay nada más genuinamente kirchnerista que la intolerancia y el desprecio por quién piensa diferente”. Además, precisó que fue una lastima que “la presidenta haya perdido una buena oportunidad de disculparse por cadena nacional”.