Alzas de impuestos, poco o nulo recorte de gastos y reestructuración de su deuda pública son algunos de los remedios que tomará el Gobierno de Estado Libre Asociado de Puerto Rico en medio de una crisis fiscal que ya lleva casi una década.
El Gobierno de Puerto Rico se reunirá hoy lunes 13 de julio, a las 3 pm (hora local) en Nueva York con los representantes de sus acreedores, con el objetivo de reestructurar la deuda pública, que asciende a USD$72.000 millones, e informar sobre la situación fiscal del estado caribeño. Días atrás, el gobernador Alejandro García Padilla había declarado públicamente que la deuda era “impagable”.
La comitiva portorriqueña, liderada por Melba Acosta, asesora financiera de la administración de Padilla y presidenta del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), apuntará a modificar los términos de pagos a sus acreedores.
Esta primera cita será en las oficinas de CitiGroup de Manhattan, compañía autorizada para operar en representación de la isla y participarán, entre otros expertos, la economista Anne Kruger, la exdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Kruger preparó un informe sobre la crisis fiscal de la isla que sentó las bases para que el Gobierno puertorriqueño asegurara que no estaba en condiciones de afrontar sus deudas bajo las condiciones convenidas. Entre los puntos destacados del documento están aumentar ciertos impuestos, como los de inmuebles; ajustar presupuestos a la educación y modificar la legislación laboral, además de reducir US$2.000 millones en gastos.
Jaime Perelló, presidente de la Cámara de Representantes boricua, indicó que en la reunión “todas las cartas deben estar sobre la mesa” y que se debería tomar el informe de Kruger solo como una recomendación.
Acosta, defensora de la política de la reestructuración, indicó durante el fin de semana que el Gobierno necesitar tomar esa decisión para impulsar la economía local.
Además, había precisado que el Gobierno local necesita el dinero para pagar los servicios básicos a la población.
El BGF indicó el viernes 10 que no tiene suficiente liquidez para sustentar el nuevo ciclo fiscal que empezó el 1 de julio, por lo que buscará recomprar US$4.000 millones en bonos a un precio inferior de su valor nominal. Estos bonos, que se pagarían en efectivo o con la emisión de nuevos pagarés, se encuentran hoy, en un gran porcentaje, en poder de bancos y cooperativas puertorriqueñas.
“Espero que esa reunión, en la que va a estar la doctora Krueger, no sea solo para leer su informe. Debe haber una expectativa de ellos [los bonistas] de que hayan planes concretos del Gobierno para una reducción de gastos, no todo puede ser impuestos a la gente. Nosotros en Puerto Rico no hemos visto un plan concreto, vamos a ver si en esa reunión lo presentan”, sostuvo Jenniffer González, vicepresidente del Partido Nuevo Progresista (PNP).
Añadió que los representantes puertorriqueños “deben ir a la reunión con la intención real de pagar”.
Algunos economistas, y hasta el principal acreedor del Gobierno, Oppenheimer Funds, destacaron que el “el Estado Libre Asociado de Puerto Rico tiene la capacidad de pagar sus deudas” e hicieron mención de que solo 48 horas después de las declaraciones del gobernador sobre que la deuda era impagable, el Gobierno realizó el pago correspondiente del servicio de la deuda.
Según datos de la Fundación Impuestos, Puerto Rico es el territorio estadounidense en donde más se paga en tributos. Desde el pasado 1 de julio, el Gobierno local aumentó el impuesto sobre ventas y uso (IVU) del 7 por ciento al 11.5 por ciento. Eso dará a las arcas públicas unos US$1.200 millones.
“El mejor escenario para Puerto Rico es que la deuda no se reestructure”
Luis Davila, abogado y analista de noticias, comentó a PanAm Post que hay una ausencia de credibilidad total del Gobierno de Puerto Rico.
“Tu no puedes negociar con un Gobierno que ha violado la Constitución, que no respeta los contratos, que deja sin efecto los pactos contributivos, que falsea estadísticas, que rehúsa recortar, que despilfarra. ¿Qué confianza te puede merecer eso?”
Dávila entiende que la administración de Padilla “no tiene un plan de reducción de Gobierno, de reglamentación, no hay un plan de privatización, de rebajas contributivas, de reforma laboral (…) Se le van a reír en la cara hoy. No creo que puedan reestructurar nada”.
Agregó que “los presupuestos son mas altos que nunca y se duplicó el impuesto a las ventas. Y todavía dicen que no tienen dinero cuando están recibiendo mas que nunca”.
Para el analista, el mejor escenario para Puerto Rico es que no se reestructure la deuda. “Que ajusten. Al Gobierno hay que acorrararlo como hizo el Eurogrupo con Grecia. No van a tener más remedio que hacer lo que tienen que hacer. Deben dejar de aplazar las decisiones difíciles”, manifestó.
La administración del Presidente Obama ha sido, según Dávila, “indolente e irresponsable” ya que “el Gobierno, el Presidente y el Congreso debieron dejarle claro a Puerto Rico que el no pago de la deuda no era una opción y que la consecuencia de no pagar representa la eliminación de todas las ayudas federales a Puerto Rico”.
En este sentido, de que todo está permitido en el país caribeño el analista fue determinante: “Esto es una milonga”.
Finalmente explicó que la deuda pública que tiene Puerto Rico, si bien es considerable, no es inmanejable. “No hay una enorme deuda publica. No caigamos en la trampa, la deuda publica no sobrepasa el 17 por ciento total de su presupuesto consolidado”, concluyó.