
EnglishNilda Pedraza es la madre de Iskander, uno de los incontables cubanos que intentaron llegar a nado y pedir asilo en la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo. Cuenta que a su hijo, de 26 años, le dispararon en el mar desde una de las torres de vigilancia, a 50 metros, con fusiles AKM antes de llegar a la costa; y que luego lo enterraron sin nombre, en un cementerio de Guantánamo.

Es una historia desconocida, cruel, terminante y mortífera. Cuba, en pleno 2015, tiene su propio muro de Berlín. Se trata del perímetro de la Bahía de Guantánamo, en el sur de la isla, que divide el territorio soberano de Cuba con la base naval estadounidense: está circunvalado por antitanques, agentes de las Fuerzas Armadas cubanas, torres de vigilancia, alambradas electrificadas, miles de minas antipersonales y sensores de movimiento.
Esta versión tropical del muro caído en Berlín hace poco más de 25 años tiene asimismo un mismo patrón: se cercó con el objetivo de impedir a los cubanos partir hacia la base naval. Si bien esto resulta un riesgo mortal para ambos sentidos (entrar o salir de la base de Guantánamo), la inmensa mayoría de los que han perecido han sido cubanos disidentes.
Sin embargo, la versión oficial afirma que el campo minado más grande del mundo fue puesto como medio de defensa ante una invasión estadounidense.
#Cuba El otro #MurodeBerlin es el de #minas antipersonales (70 mil) que el gobierno de Castro tiene en territorio de Caimanera, Guantanamo.
— Dr. Oscar Biscet (@OscarBiscet) November 14, 2014
Sin datos certeros de ningún tipo, se cree que más de 10 mil cubanos han muerto ahogados, como consecuencia de las mareas o de los tiburones, intentando llegar a nado a la Bahía de Guantánamo desde la década del 60.
La organización Cuba Archives informó que aquellos valientes que se lanzaron por tierra debieron hacerlo esquivando más de 50 mil minas antipersonales y antitanques que fueron colocadas en primer lugar por el Gobierno de Estados Unidos en plena Guerra Fría, y luego quitadas, sin mucha publicidad, en 1996.
La administración de Bill Clinton reportó que el personal estadounidense que trabajaba en la base naval había sido testigo de la cantidad de cubanos asesinados a manos de agentes de la policía comunista.
Los guardias cubanos tienen orden de disparar a cualquier compatriota que intente fugarse rumbo a las tierras administradas por la Armada de los Estados Unidos. Hasta el día de hoy, los cubanos no son libres de salir del país cuando así les plazca. El artículo 215 del Código Penal cubano establece que para salir o entrar al territorio cubano los ciudadanos deben tener un pasaporte al día y un permiso de entrada o salida al país otorgado por el Ministro del Interior.
“Mientras que la prisión para los terroristas en la base naval recibe una condena generalizada, los campos de la muerte de Cuba permanecen completamente ignorados. Es hora de ponerle fin a la doble moral y a esta tragedia humana”, insiste la organización Cuba Archives.
El poblado de Caimanera, lindante con el territorio disputado, es uno de los terrenos en los cuales el Gobierno cubano sembró más minas. Estas no discriminan: han causado graves heridas y muertes de niños, adultos y animales.
“Plantaban estas minas en el perímetro; convirtieron el lugar en escuela y nunca revisaron que había estos artefactos activos”, indicó Anderlay Guerra a Martí Noticias.
Además, otros periodistas locales insistieron en que los pobladores desconocen la localización de muchas de estas minas y hasta militares jóvenes se han convertido en víctimas de tales artefactos. Hoy el régimen de los hermanos Castro es el único en América Latina que aún no ha firmado el acuerdo mundial en Convención de Ottawa para su eliminación. Dice que lo hará una vez que Estados Unidos se retire del país.
“Lo que le preocupa al Gobierno es tener el perímetro minado para que las personas en Cuba no vayan en busca de su libertad”, precisó José Manuel García, periodista.
Ivan Picón, balsero que está impedido de regresar a Cuba, aseguró que él tiene un amigo que cruzó a Guantánamo por el lado de las minas y otro que cruzó a nado.
“El cruzó por las minas y no sabía, porque en Cuba no todos sabían hace unos años que había minas allí. Muchos perdieron extremidades, brazos, piernas… Hubo muchísimos mutilados”, insistió, en conversación telefónica con PanAm Post.
Para él, no hay dudas de que las minas fueron colocadas por el régimen de los hermanos Castro para impedir que los cubanos crucen al otro lado. “Yo no creo que las hayan quitado. Están ahí, puestas todavía. En Angola también colocaron las minas antipersonales”, sentenció.
Dijo también que las explosiones, por momentos, se escuchaban desde distintas partes de la isla.
Picón se preguntó qué otra opción tiene un cubano para salir de lo que él denomina una “isla prisión”. En este sentido, advirtió que mas de 10 mil cubanos se ahogaron tratando de llegar al territorio de Estados Unidos dentro de la isla.
A pesar de que en 11 días se reabrirá la embajada de Estados Unidos en Cuba, las autoridades de ambos países no han hecho declaraciones aún sobre este tema, que parece pasar inadvertido en el marco de las relaciones bilaterales.