A horas de conocerse la noticia de la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, en su hogar, en el piso 13 de las torres Le Parc, en Puerto Madero, Buenos Aires, todavía hay muchas dudas sobre el caso. Se manejan varias hipótesis: una es el suicidio, teoría sugerida por el Gobierno. La otra es un presunto asesinato o un “suicido inducido”, dudas planteadas desde uno de los sectores de la oposición.
Los resultados preliminares de la autopsia revelaron que el disparo entró por la sien —no tiene orificio de salida—, y que la bala es de calibre 22. La fiscal del caso, Viviana Fein, informó que al lado de su cuerpo se encontró una pistola calibre 22 y un casquillo. También comentó a los medios que según las pericias en el lugar se pudo determinar que su muerte sucedió el domingo 18, “varias horas antes de la cena”, es decir, aproximadamente a las 5 de la tarde.
A pesar de que la misma fiscal aclaró que la pistola “no tenía silenciador”, no consideró oportuno entrevistar a los vecinos esta misma mañana.
La viñeta de hoy: aparece muerto de un disparo al fiscal Nisman. http://t.co/Wvz1CKG6TK Buenos días (si pueden). pic.twitter.com/0mmvtSIhQJ
— Bernardo Erlich ? (@berlich) January 19, 2015
¿Suicidio o asesinato?
La diputada por la Coalición Cívica Elisa Carrió, conocida por denunciar casos de corrupción en la política, dijo en una entrevista telefónica con TN que la muerte del fiscal Nisman “era previsible”.
Además, indicó que espera que este trágico caso “traiga al pueblo argentino claridad de la envergadura de los problemas que enfrentamos”.
Según las declaraciones de la fiscal, en el lugar del hecho no se encontraron ni cartas, ni testigos que hubiesen sido parte del mismo. Además, la puerta del baño, donde fue encontrado ensangrentado, no estaba cerrada desde adentro. Otro dato que se conoce es que el departamento tiene dos puertas de acceso y que la muerte se dio con un solo disparo.
Luciana Genua, periodista, precisó que si hubiese sido un suicidio, sería muy llamativo que no haya dejado ningún mensaje a las hijas o a la madre, teniendo en cuenta su relación tan cercana con ellas.
Otro periodista, Nicolas Wiñaski, quien estuvo en contacto con Nisman hasta el sábado a la tarde, afirmó que lo notaba seguro de lo que iba a hacer en el Congreso: “Estaba firme. Me llamo muchísimo la atención la noticia. No parecía una persona que estaba a punto de suicidarse”.
Añadió el periodista que él sabia que contaba con custodia personal “porque investigaba un caso de terrorismo internacional”. Entre lo que hablaron el sábado, Wiñasky agregó que el fiscal le contó que poseía “330 CDs de escuchas telefónicas” y que su equipo estaba haciendo copias por seguridad. “Ojala que se den a conocer esas pruebas”, agregó.
El reconocido periodista Jorge Lanata, quien ha desmantelado en los medios casos de corrupción, lavado de dinero y enriquecimiento ilícitos a empresarios cercanos al Gobierno, le dijo a los medios que es “raro que alguien se mate después de trabajar 10 años y a punto de presentarlo [en el Congreso]. Ahora, la discusión para él es saber quién lo mató, ¿fue “el poder, el terrorismo?, ¿quién fue?”. Dijo que “esto no es tan complicado si se lo quieren investigar en serio”.
“Es completamente inverosímil, para mi, que esta persona se haya matado”, remarcó Lanata.
Lo que viene y lo que falta por investigar
Adelantos de la autopsia indicaron que la pistola encontrada al lado de su cuerpo se había utilizado en las ultimas horas, descartando la posibilidad de que esa arma fuera “plantada” en el lugar.
Entre las claves del caso, esta la de determinar si el fiscal tenía pólvora o no impregnada en sus manos; y analizar las cámaras de seguridad del edificio.
Para Mariano Obarrio, periodista político del diario La Nación, esto va a tener una “repercusión social importante”. Dijo que lo que sucedió fue un “hecho insólito e inédito” y que “va a cambiar el mapa de la política en los próximos meses (…) Uno se queda sin palabras por lo que pudo haber ocurrido”.
La escasa respuesta del Gobierno
Lo que le sucedió al fiscal Nisman pegó muy fuerte en la opinión pública argentina, siendo trending topic en el país desde que se conoció la noticia.
El ex canciller Héctor Timerman, uno de los acusados junto con la Presidenta Kirchner por Nisman, explicó al aterrizar en Nueva York que se enteró de la noticia “por un mensaje de texto” y que lamentaba la muerte “de un ser humano”.
“Es todo cuanto tengo para comunicar, en virtud de que esta investigación judicial se halla a cargo del juez Manuel Arturo de Campos y tiene por supuesto todo el apoyo de las fuerzas de seguridad para garantizar un total esclarecimiento de este hecho doloroso”, remarcó reticentemente el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich durante su habitual conferencia de prensa matutina.
Fiscal Nisman me respondió un e-mail el sábado. Decia que "obviamente" le interesaba hacer una entrevista esta semana. Parecía muy decidido!
— Andres Oppenheimer (@oppenheimera) January 19, 2015
Por su parte, el secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli por “expresa instrucción de la Presidenta de la Nación”, Cristina Fernández de Kirchner, le autorizó a la Jueza Servini de Cubría a desclasificar información relacionada a la causa AMIA, tal como había solicitado Nisman antes de morir.
La investigación de la muerte del fiscal está en manos del Juzgado Nacional Criminal de Instrucción número 5, Manuel Arturo de Campos y de la la fiscal Viviana Fein.