La violencia y la inseguridad en México parecen haber escalado a un nuevo peldaño luego de que la procuraduría reportara a seis personas muertas, 25 heridas y 57 desaparecidas desde el pasado viernes por la noche en el Estado de Guerrero, al sudoeste del Distrito Federal.
El saldo es el resultado de varios episodios violentos ocurridos entre la policía y una manifestación de estudiantes de docencia de la academia Normal Rural de Ayotzinapa.
Según informó Iñaky Blanco, procurador de justicia de Guerrero, las autoridades estatales y militares iniciaron un operativo de búsqueda en las entradas y salidas del Estado y una logística de sobrevuelo luego de los acontecimientos.
El funcionario indicó que 22 miembros de las fuerzas de seguridad locales permanecen detenidos por ser presuntamente los autores de los disparos que recibieron los estudiantes que se encontraban en autobuses al momento de la increpación policial.
Los agentes detenidos descartan su responsabilidad en el hecho, a pesar de que varios estudiantes presentes los han acusado.
“Hay elementos para fijar responsabilidad por el delito de desaparición forzada en contra de los elementos de la policía municipal […] Se ignora el paradero de 57 estudiantes”, dijo Iñaky Blanco, procurador general de Guerrero.
Los antecedentes de la desaparición
El confuso episodio sucedió el viernes a las 20:00 (hora local del centro de México), cuando los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa recordaban los 36 años que pasaron de la matanza en la Plaza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968.
Las víctimas de los ataques se habían dirigido al municipio de Iguala para tomar tres autobuses y dirigirse a sus protestas cuando los policías dispararon contra ellos, acusándolos de robar los autobuses. Esto hizo que muchos estudiantes corrieran por el centro de la ciudad.
En otro episodio similar, esa misma noche, otras personas dispararon con fusiles de asalto a otro autobús que llevaba a un equipo de tercera división de fútbol mexicano (Los Avispones de Chilpancingo), el cual venía de jugar un partido. Los perpetradores del crimen dispararon además contra dos taxis.
A causa de los dos tiroteos murieron tres estudiantes, una mujer que viajaba en taxi y dos miembros del equipo de fútbol.
Estudiantes de otras nueve escuelas normales anunciaron un paro en solidaridad con los desaparecidos hasta estos que sean encontrados. La Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero se manifestó este lunes en una marcha en Chilpancingo (capital de Guerrero) para exigir la vuelta de los estudiantes.
¿55, 56 o 57 desaparecidos?
El abogado del Centro de Derechos humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales, expresó que ‘‘sólo se tienen los datos cotejados de 55 desaparecidos; había una confusión de que eran 57, pero uno está lesionado, y en otro caso estaba repetido un nombre’’.
Sin embargo, la Procuraduría General de la República (PGJE) publicó una lista de 57 normalistas presuntamente desaparecidos hasta el momento.
Por su parte, el subdirector académico de la Normal Rural de Ayotzinapa, Bardomiano Martínez Astudillo, dijo en una entrevista por la radio que ellos habían contado un total de 56.
Más de 50 estudiantes desaparecidos tras masacre en México. @democraciareal RT http://t.co/Qm2tFVqHa0 #Ayotzinapa pic.twitter.com/Ti6tNruOKH
— Erika Lozano (Kuru) (@e_lozanog) September 30, 2014
Entre los lugares donde se están tratando de localizar a los desaparecidos —que tampoco han contactado a sus respectivos familiares— están la morgue local, hospitales, instalaciones militares y distintas comisarías.
Brutalidad policial
Además de los 22 policías aprehendidos el domingo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México ha abierto un expediente en el cual activistas de derechos humanos buscan denunciar con un juicio político al alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, y al gobernador Ángel Aguirre Rivero.
“El Gobierno federal debe intervenir: estamos ante un Estado en el que se persigue a los dirigentes sociales”, manifestó el diputado Ricardo Monreal.
Mientras, 16 de los 22 agentes detenidos y acusados de homicidio calificado, dieron positivo en la prueba de radiozonato, un examen que comprueba el uso de armas de fuego. Luego de que familiares de los oficiales amenazaran con entrar a la fuerza a rescatar a los acusados, estos tuvieron que ser trasladados al cuartel de la Procuraduría en el balneario de Acapulco.
Para el titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Iñaki Blanco, ‘‘no hay justificación alguna para que hayan hecho uso de armas de fuego’’.
Los manifestantes, según Blanco, habrían arrojado piedras contra los uniformados.
Asimismo indicó que las cámaras de vigilancia muestran a hombres encapuchados y vestidos de negros en uno de los hechos violentos. ‘‘Pudiera tratarse de delincuencia organizada, pero no tenemos los elementos para acreditarlo’’, señaló.
Sospechas de vínculos con grupos criminales
Denise Maerker, periodista de El Universal de México, se pregunta irónicamente si de verdad lo que sucedió la noche del viernes y madrugada del sábado fue un exceso de fuerza policial contra el grupo de estudiantes.
“Quizás resulta menos complicado y comprometedor presentar la historia de una veintena de policías enloquecidos que dispararon contra estudiantes, y desaparecen a otros, antes que plantarse la pregunta de saber a quién obedecen realmente los policías en Iguala”, inquirió Maerker.
Asegura que encarcelar a 22 miembros de las fuerzas policiales locales no va a solucionar el problema de la inseguridad si no se resuelve el problema de raíz: “son los grupos criminales los que tienen el control de las instituciones locales”.