EnglishDespués de reunirse con miembros del partido oficialista Unidad Nacional y con opositores y funcionarios del Poder Judicial de Colombia, el Gobierno colombiano presentó este miércoles el proyecto de ley de reforma al Estado colombiano en el cual se plantea, entre otros cambios, la eliminación de la reelección presidencial y la creación de un supratribunal que se encargaría de juzgar a los altos funcionarios públicos.
La reforma constitucional que tendrá como objetivo ajustar el equilibrio de poderes fue presentada por Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, y tiene como columna vertebral eliminar la figura de la reelección para todas las autoridades de jerarquía del Gobierno colombiano.
Juan Manuel Santos, quién asumió su segundo mandato por cuatro años el pasado agosto gracias a la reforma adoptada por el expresidente Alvaro Uribe en 2006, aseguró que si bien no tuvo que cambiar la Constitución para lograr su segundo período al frente del Ejecutivo, siempre respetó el imperio de la ley.
“Aunque no tuve que reformar la Constitución para poder aspirar a un segundo mandato y fiel a lo que ha sido mi talante, respeté todas las reglas de juego, la reciente campaña electoral me confirmó, me confirmó personal y políticamente, que la reelección es inconveniente”, manifestó el mandatario tras un discurso explicativo sobre la reforma.
Además, el presidente de Colombia expresó que “desmontar la figura de reelección es la puerta de entrada al restablecimiento del equilibrio de poderes en nuestro país”.
Dentro de las acciones que presentaremos en el proyecto de equilibrio de poderes está: eliminar reelección presidencial y voto preferente.
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) September 3, 2014
Ejes clave de la reforma
Según explica la propuesta oficial, “se establece que en todos los cargos públicos sujetos a período fijo, quienes resulten elegidos o designados no podrán ser reelegidos para el período siguiente”. Esto incluye a la figura del presidente, al defensor del pueblo, y a los integrantes del Consejo Nacional Electoral, pero deja de lado a los legisladores puesto que, según Santos, ellos deberán ver si restringen o no su período en la función pública.
Se eliminará asimismo la Comisión de Acusación de la Cámara (ente dentro del Congreso que recibe acusaciones disciplinarias y denuncias penales contra altos dignatarios del Estado), la cual será reemplazada por el Tribunal de Aforados, integrado por magistrados independientes.
Este nuevo organismo tendría siete miembros que juzgarían por casos penales, fiscales o disciplinarios al procurador, al contralor y a los jueces de las altas cortes colombianas.
Más aun, se propone que el segundo en cantidad de votos en una elección presidencial reciba la posibilidad de obtener un escaño en el Senado nacional.
En cuanto al Legislativo, la iniciativa prevé un cambio en la composición del Senado: Hoy el Senado tiene 100 miembros elegidos por circunscripción nacional y dos representante de las comunidades indígenas; eso se modificaría a 89 miembros por circunscripción nacional, más un miembro por cada uno de los 11 departamento de menos de 500.000 habitantes.
Otro de los puntos que trataría el proyecto es eliminar el voto preferente. De esta manera, la elección para los miembros del Congreso no será por un candidato en particular sino que los electores votarán a un partido en especial (lista cerrada).
La propuesta además elimina la imposibilidad de que los legisladores sean llamados a trabajar en otras áreas del Gobierno. Los congresistas podrían, en caso de que se apruebe el proyecto, ser nombrados embajadores o ministros, algo que actualmente no es posible.
En cuanto al Judicial, extiende los requisitos para poder ser elegido como magistrado para la Corte Suprema, la Corte Constitucional y el Consejo de Estado; se necesitarán al menos 20 años de experiencia profesional, y no 10, para asumir un cargo de este tipo.
Sin embargo, se prohibiría la posibilidad de que los jueces de estas cortes, así como los trabajadores del Sistema Nacional de Administración Judicial y del Consejo Nacional Electoral, el Fiscal General, y otros cargos, sean candidatos a cargos de elección popular durante el tiempo que estén ejerciendo sus funciones, ni dentro del año siguiente a su vinculación.
¿Voto obligatorio en Colombia?
El presidente aclaró que en la propuesta presentada no está contemplado hacer obligatorio el voto, pero sí aseguró que era algo que venía siendo discutido previamente en las diferentes reuniones. No obstante, el escrito sí prevé que quien no vote en las elecciones no podrá aspirar a ser contratado por el Estado, ni trabajar en ningún cargo público.
Sobre la aprobación del proyecto, José David Name, presidente del Senado y miembro del partido oficialista, fue optimista y aseguró que cuentan con la mayoría parlamentaria para su aprobación, aunque no desestima la posibilidad de que se le agreguen nuevas propuestas al proyecto.
Opiniones encontradas
“El compromiso del Congreso es sacar adelante esta reforma necesaria para que pueda existir equilibrio de poderes en el país. Tanto el presidente de la Cámara y yo nos hemos comprometido en darle trámite ágil a ese proyecto”, manifestó Name.
Clara López, presidenta del partido progresista Polo Democrático, criticó el cambio en la composición del Congreso.
“Una reducción de la circunscripción nacional pone en peligro la existencia de todos los partidos minoritarios en el Congreso de la República. Hacemos un llamado a que en pleno proceso de paz que trata de ampliar y profundizar la democracia colombiana, no se deshaga con el codo lo que se está haciendo con las manos”, dijo.
El cinismo de Santos no tiene límites. Dice que antes de su reelección había propuesto eliminar la figura. Se burla del país.
— Ernesto Macías Tovar ?? (@ernestomaciast) September 3, 2014
Por su parte, el senador del conservador Centro Democrático, Ernesto Macías ironizó al respecto de la postura del presidente: “Santos propone eliminar la reelección después de haberse reelegido. Yo lo he sostenido: el presidente Juan Manuel Santos prostituyó la figura de la reelección con todo lo que ocurrió en las pasadas elecciones. La figura de la reelección no es mala de por sí”.