EnglishEl miércoles fue el aniversario de la independencia de Argentina frente a España. Con el objetivo de celebrar la soberanía argentina, un grupo de músicos, activistas sociales y actores afines al modelo kirchnerista produjeron un vídeo contra los fondos buitre y lo publicaron en las redes sociales. El mensaje central del vídeo fue “#YoElijoArgentina – No a los Buitres”.
Con un elenco de personalidades, atacan a los holdouts con artillería pesada. Los tildan de especuladores que nunca invirtieron en el crecimiento del país, que son grandes grupos económicos que compraron bonos de la deuda después del “default mas grande de la historia”. Añaden que “los argentinos” —espero poder excluirme de este colectivo— no queremos mas embates económicos que pongan en peligro nuestro crecimiento.
Asumen así que la especulación es mala y que está mal invertir con el cobro de un bono luego de que el país cayera en un default, como fue el caso argentino en 2002.
El gobierno argentino, reforzando esta misma idea, sacó una solicitada en los medios internacionales asegurando que “los únicos acreedores que jamás quisieron negociar con Argentina son los fondos buitres, justamente porque su negocio es la extorsión judicial, y no la negociación en condiciones justas, legales y equitativas para ambas partes”.
Pero no termino de entender: A mí me enseñaron que cuando uno pide plata prestada hay que devolverla. ¿Verdad? ¿Sucede algo distinto si el que pide plata prestada es el Estado y no un individuo? ¿No especulamos nosotros todo el tiempo acaso en nuestra vida diaria?
El doble discurso argentino —vamos a pagar, pero cuándo y dónde digamos nosotros— es típico del discurso latinoamericano: Acato pero no obedezco. ¿Qué significa esto? ¿Que el gobierno argentino está diciendo que va a pagar siempre y cuando el pago no vaya contra sus intereses como nación soberana? ¿En serio?
Y por último, ¿se imaginan diciéndole a un amigo que te presta una bicicleta, “che, te la voy a devolver, siempre y cuando no tenga que usarla más”? O como dijo una amiga en Facebook, “le dije al plomero, voy a pagar, siempre y cuando no vaya en contra de mis intereses”.
En vez de enfurecerse por quien se hizo acreedor del bono de la deuda, deberían estar enojadísimos con el gobierno de Cristina Kirchner, que no sólo piensa pagar la deuda con más deuda, sino que no piensa lo más mínimo en achicar el gasto público.
Si esto es Argentina versus Buitres, pues elijo los buitres. Sin dudarlo.