English El Startup Cities Institute (Instituto para las Ciudades Modelo o SCI) de la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala, lanzó junto con el Centro Vernon Smith de Economía Experimental el Laboratorio Lean City (Lean City Lab) con el objetivo de ofrecer herramientas para la toma de decisiones y asesoramiento integral a la comunidad interesada en la creación e investigación de Ciudades Modelo. Estas herrmientas y asesoramiento se llevarían a cabo principalmente en base a ensayos de control aleatorio y economía experimental. Hablamos con Zachary Cáceres, Director Ejecutivo del SCI, para que nos cuente sobre su más reciente proyecto.
El Instituto para las Ciudades Modelo, proyecto de la universidad guatemalteca Francisco Marroquín, es una organización de investigación sin fines de lucro que estudia la aplicación y creación de ciudades modelo como forma de reforma política y social. Las denominadas ciudades modelo son jurisdicciones pequeñas y altamente autónomas establecidas dentro de una nación determinada que tienen como objetivo combatir la corrupción, la inseguridad, y poner a prueba las innovaciones de políticas públicas en los servicios, la transparencia administrativa y la gestión ambiental.

El Lean City Lab está diseñado para ayudar a los interesados a tomar importantes decisiones en la planificación estratégica de una ciudad modelo, como por ejemplo, encontrar una ubicación adecuada, estructurar subastas de terrenos, y aprender sobre qué tipo de instituciones y estructuras de mercado se adecúan mejor a sus intereses. Una vez establecida la ciudad modelo, Lean City Lab también asiste en la realización de ensayos de control aleatorio para someter a prueba innovaciones en materia de legalidad, gobernabilidad y políticas públicas. Estas técnicas experimentales son las mismas que utilizan hoy en día gobiernos y empresas para estructurar decisiones que implican miles de millones de dólares.
¿Cómo funcionarían estos experimentos en el Laboratorio Lean City?
Los detalles de los experimentos dependerán de las necesidades de cada estudio. En términos generales, la economía experimental trae gente a los laboratorios de computación para simular los mercados u otras estructuras económicas. Tenemos uno de estos laboratorios disponible en nuestra oficina de la Universidad Francisco Marroquín.
El laboratorio permite a los investigadores ajustar las variables y cambiar la estructura del mercado para ver los diferentes efectos que surgen de éstas, tales como las reglas de la subasta.
Además de estos experimentos de laboratorio, Lean City Lab también puede realizar estudios de campo y ensayos de control aleatorio (ECA). Los ECA son un referente en la investigación médica, que en las últimas décadas fueron llevados a las ciencias sociales. Si bien ninguno de estos métodos es impecable, es fundamental usar un enfoque ampliamente experimental para obtener una sólida comprensión de los fenómenos sociales.
Para SCI, esta asociación también significa nuestro profundo compromiso con el método experimental. La etapa inicial de las ciudades modelo es igual a la de las nuevas empresas de tecnología, en la que el ensayo y error juega un papel fundamental. Y precisamente, estas herramientas son ideales para aprender sobre el mundo social a través del ensayo y error.
El éxito de las empresas de reciente creación depende de su capacidad de aprender y adaptarse al mercado. Las ciudades modelo funcionan de manera similar respecto a la gobernabilidad, ya que su éxito depende de que la comunidad propuesta resulte atractiva para los ciudadanos.
La economía experimental es un método ideal para analizar estos proyectos. Es el método experimental llevado en su sentido más genuino.
¿Quién sería el público objetivo del proyecto del laboratorio?
Nuestro público son reformadores de políticas públicas, empresarios y activistas políticos. Estas personas son las que impulsan las reformas para la creación de las ciudades modelo y son las más propensas a necesitar experimentos económicos para guiar sus esfuerzos. Queremos que ellos actúen de manera responsable, ética y con la mayor cantidad de información posible.
Los municipios con un alto grado de autonomía también son ideales para someter a prueba las hipótesis sobre la innovación, así como para la investigación de lo que hace a una comunidad saludable.
¿Qué otro país además de Honduras ha aprobado alguna legislación respecto a las ciudades modelo?
El único otro país que ha aprobado leyes específicas para favorecer el surgimiento de ciudades modelo es la República de Georgia. Otros países como China han utilizado muchos aspectos de este enfoque en la expansión de sus zonas económicas especiales.
En SCI hemos hablado con gente de muchos países y de todos los continentes, desde pequeñas islas de Oceanía hasta Somalia.
Para algunos este proyecto está a años luz de poder realizarse. Para otros podría convertirse en una realidad en un par de décadas. Un pequeño grupo ya ha comenzado a trabajar hacia el lanzamiento de las ciudades modelo en su propia nación, aunque las leyes necesarias aún no han sido aprobadas. El fuerte interés y el crecimiento que hemos tenido en el SCI nos da muchas razones para despertar cada mañana llenos de optimismo.
¿Se necesitan leyes especiales para que sea posible la creación de estas ciudades modelo?
Las ciudades modelo no necesitan específicamente la creación de leyes especiales. Es importante señalar que algunos países pueden no necesitar la aprobación de nuevas leyes o puede que solo necesiten modificar las leyes existentes. Algunas naciones, como Panamá, ya tienen estas leyes, pero por ahora no se cumplen.
Muchas naciones tienen una rica historia en cuanto a zonas económicas, zonas empresariales, distritos de desarrollo de negocios y otras áreas semiautónomas, además de los nuevos municipios de este tipo que se incorporan en todo el mundo cada año. Pero la mayoría simplemente no tiene suficiente autonomía como para que pueda existir una verdadera y saludable dinámica competitiva entre ellas.

Hay muchos caminos para arrancar con una ciudad modelo y algunos son mejores y más eficaces que otros. Las ZEDES hondureñas tienen muchos beneficios potenciales, pero también riesgos que les son propios. No hay tal cosa como la forma “perfecta” para crear una ciudad modelo. Es un error suponer que alguien sabrá el camino ideal para la construcción de zonas para implementar reformas económicas saludables, especialmente en esta etapa inicial.
En SCI estamos trabajando para armar una biblioteca general sobre legislación que pueda ayudar en el desarrollo de las ciudades modelo. Pero muchos descubrimientos dependerán de quiénes estén dispuestos a aventurarse en este emocionante territorio.
Las ciudades modelo no son un proyecto o una ley particular, es una aproximación, una manera de encarar una reforma. Es un método, una actitud humilde ante la complejidad de la política y una forma de aprender y adaptarse al futuro, al igual que las nuevas empresas de tecnología lo hacen con su visión audaz en la etapa inicial de sus operaciones.
Las ciudades modelo hacen uso de las mejores herramientas disponibles en cuanto a tecnología, encarnan el espíritu empresarial del aprendizaje por ensayo y error, y se inspiran en una reflexión profunda sobre lo que hace a las mejores formas de gobernanza. Ese conjunto de factores es mucho más poderoso que cualquier ley particular.