Debido a las particularidades históricas de América Latina, diversos grupos étnicos han convivido y se han mezclado en la región. En países como Colombia, Panamá, Paraguay y Ecuador la mayoría de los ciudadanos son mestizos. A pesar de esta diversidad étnica, en algunos países de la región han surgido movimientos que reivindican la superioridad “racial” de su grupo étnico sobre otros.
Aunque en su mayoría, estos movimientos reivindican la superioridad de la “raza” blanca, también existen grupos que defienden la superioridad de otros grupos étnicos. Algunas organizaciones políticas han ido más allá y han llegado a planear la forma de expulsar grupos diferentes a los suyos. Estas organizaciones llegaron a tener cierta relevancia política en ciertos países de la región. En el PanAm Post le contamos sobre algunas organizaciones políticas de la región que han reivindicado el nazismo.
Chile: el Movimiento Nacional-Socialista de Chile
El Movimiento Nacional-Socialista de Chile (MNS) también conocido como Partido “Nacista” fue creado en 1932. Esta organización política fue creada por varios germanófilos racistas como Jorge González von Marée y Carlos Keller. Según el académico estadounidense, y experto en fascismo Stanley Payne, el MNS defendía la fuerte intervención del Estado en la economía, el proteccionismo y el antisemitismo. Este movimiento nacionalista demostraría su rechazo al capitalismo y al marxismo, promoviendo la creación de impuestos a las empresas internacionales que invertían en Chile.
El MNS buscó apoyo electoral entre descendientes de alemanes y obreros en el país austral. Esta organización política obtuvo tanta fuerza que logró representación parlamentaria en 1937. En estas elecciones esta organización totalitaria llevó a tres “nazis” al legislativo chileno. En 1938, militantes del MNS intentarían dar un golpe de Estado. Los nazis, atrincherados en edificio de la Caja de Seguro Obrero serían reprimidos de forma contundente por la policía chilena. El intento de golpe y la decadencia militar del totalitarismo alemán llevarían al MNS a disolverse. Luego de estos hechos, el MNS se dividía en dos bloques: uno, más socialista que nacionalista, la Vanguardia Popular socialista; el otro, más nacionalista que socialista, el Partido Nacional Fascista. Ninguno de los movimientos obtendría considerable apoyo popular. Desde entonces, el nazismo se convertiría en una anécdota electoral en Chile.
A Chile llegarían algunos alemanes que huyeron durante la Segunda Mundial. Este es el caso de Colonia Dignidad, una comunidad creada por el médico nazi Paul Schäfer. A esta comunidad se le acusa de promover una ideología inspirada en el nacional socialismo. En la actualidad se investiga a líderes de esta comunidad por posibles torturas, abusos sexuales y otros delitos.
Algunos nazistoides chilenos apoyarían a Pinochet durante la primer fase de la dictadura chilena. Estos totalitarios nacionalistas respaldaban el proyecto inicial de Pinochet: el corporativismo. No obstante, con el giro económico de la dictadura hacia la apertura de mercado, muchos neonazis retirarían su apoyo a Pinochet.
Argentina: país de acogida de algunos nazis
El país suramericano promovió desde el siglo XIX la llegada de inmigrantes, especialmente europeos. Esta política permitió la llegada de italianos, alemanes, españoles, polacos y otros europeos al país. Una parte de la comunidad alemana en Argentina, así como “nacionalistas blancos” y otros racistas argentinos apoyarían el nacional socialismo. En 1938, Luna Park de Buenos Aires sería el escenario de una concentración pronazi. Según el diario español El Mundo, en esa ocasión, unas quince mil personas expresarían su apoyo a la anexión alemana de Austria.
Con la derrota del totalitarismo nazi, algunos nacionalistas argentinos ayudarían a nazis alemanes a llegar al país del sur. Al menos 68 criminales de guerra nazis llegarían a Argentina. Debido al discurso nacionalista de Perón, algunos de los seguidores del general argentino llegarían a simpatizar con ideas nazis. En Argentina se esconderían importantes criminales nazis como Otto Adolf Eichmann y Josef Mengele. Además de recibir nazis alemanes, la Argentina de Perón recibiría líderes nacionalistas croatas, aliados de los nazis. Argentina recibiría a los criminales de guerra croatas como Ante Pavelić y Anton Elez.
En el país suramericano han existido algunas organizaciones políticas que han usado simbología e ideología nazistoide. Es el caso reciente del Partido Nuevo Triunfo (PNT). Este movimiento político fue prohibido en 2009 por la Corte Suprema de Justicia debido al uso de simbología e ideas neonazis. Y es que el PNT utilizó banderas, saludos y uniformes similares a los nazis. Alejandro Biondini, antiguo líder del PNT, niega la vinculación de su organización política con el nazismo. Sin embargo, en una entrevista en 1991, Biondini reivindicó a Hitler. Durante esa misma entrevista, Biondini negaría el holocausto judío. Pocos años después, en la primera década del siglo XXI, Biondini seguiría negando el Holocausto. En la actualidad Biondini hace parte del movimiento político Bandera Vecinal.
Colombia: Tercera Fuerza
A pesar de que Colombia es un país de mayoría mestiza, en este país existen y existieron movimientos nazis y neonazis. Durante el periodo de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial, este país suramericano vivió el apoyo de algunos ciudadanos hacia el nazismo. En Barranquilla, ciudad colombiana en el Caribe, se registrarían reuniones de simpatizantes del nazismo.
Durante los últimos años, varias organizaciones racistas y antisemitas aparecerían en el país andino. El movimiento más reconocido fue Tercera Fuerza. Esta organización promovería la separación entre “razas” y se opondría a mestizaje. Tercera Fuerza ganaría notoriedad con un reportaje realizado por revista Semana en 2011 y dedicado a la organización política. En uno de los videos publicado por Semana, se puede ver a varias personas usando uniformes nazis. En la actualidad existe un Centro de Estudios Políticos Tercera Fuerza, esta organización usa una simbología parecida a la del movimiento Tercera Fuerza.
Paraguay
A finales del siglo XIX, y antes de la creación del Partido Nacional-Socialista de los Trabajadores de Alemania, varios alemanes nacionalistas y anti-semitas emigraron a Paraguay. Bernahrd Förster junto a su esposa Elizabeth Nietzsche (hermana del filósofo Friedrich Nietzsche) llegaron a Paraguay en 1887. Una vez instalada en Paraguay, la pareja fundó una nueva ciudad: Nueva Germania. Förster se comprometió a instalar varias familias alemanas en Paraguay, sin embargo, no pudo cumplir con su palabra. Pocos meses después de su fracaso, el fundador de Nueva Germania se suicidaría.
Debido a la presencia de los alemanes en Paraguay, algunos paraguayos nacionalistas de ascendencia alemana apoyarían las doctrinas del nazismo. Según el investigador paraguayo Alfredo Seiferheld, en Paraguay se fundaría el primer partido nazi fuera de las fronteras alemanas. Este movimiento tendría especial fuerza en la ciudad de Villa Rica.
Años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, el dictador paraguayo Alfredo Stroessner, de ascendencia alemana, habría permitido la llegada de nazis a su país. Criminales de guerra como Eduard Roschmann y Josef Mengele habrían vivido en Paraguay. En la actualidad, existen algunas organizaciones neonazis que operan en el mencionado país suramericano. Uno de los más reconocidos es Paraguay Nacional Socialista, organización política sin mayor visibilidad electoral en el país.
Conclusión
Aunque América Latina ha sido terreno fértil para la creación de movimientos políticos totalitarios, nazismo y neonazismo han sido fuerzas políticas irrelevantes electoralmente en la región, pero peligrosas. A pesar del atraso económico y la destrucción de las libertades más básicas por parte de las dictaduras militaristas en la región durante la Guerra Fría, éstas no practicaron el nazismo. El nacionalismo militarista gobernó varios países de la región durante la Guerra Fría. Sin embargo, es deber de todos los defensores de las libertades económicas y civiles impedir que estos movimientos obtengan mayor relevancia política.