EnglishEl crimen de la ex reina de belleza Mónica Spear ha echado luz sobre un tema que acecha a la política venezolana: el continuo derramamiento de sangre. La tasa de homicidios en Venezuela está entre las más altas del mundo, ayudada por la corrupción policial reinante, el dudoso respeto por la ley, las desgracias económicas y la creciente politización de los sistemas judiciales y militares.
Venezuela es uno de los cinco países más violentos del mundo – junto con Honduras, El Salvador, Costa de Marfil y Jamaica — según el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). De acuerdo al estudio que realizaron el mes pasado, calculan que han ocurrido 24.763 muertes violentas durante 2013, lo cual implica un aumento del 24% con respecto a 2012.
El gobierno rechaza estas cifras, acusándolas de ser intentos de la oposición para que la percepción sea peor que la realidad. El Ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, declaró durante una entrevista el pasado diciembre concedida a Reuters, que la tasa oficial de homicidios en 2013 disminuyó a 39 por cada 100 mil habitantes, respecto a la cifra de 2012, de 52 por cada 100 mil – atribuyendo al presidente Nicolás Maduro y a su Plan Patria Segura la mejora en los índices. El Plan Patria Segura se lanzó el año pasado como un esfuerzo conjunto de la policía y los militares para combatir el crimen galopante.
El problema de las estadísticas oficiales es que diciembre de 2003 – cuando se reportaron 11.342 homicidios – fue la última vez que el gobierno difundió públicamente las cifras sobre crímenes, tal como sostuvo correctamente el OVV. Frente a 10 años de censura oficial, el OVV ha debido desarrollar un complejo sistema de análisis de fuentes parcialmente fragmentadas de información, con datos demográficos segmentados a nivel nacional, regional y municipal. De acuerdo al estudio realizado, sus cifras tienen un margen de error de apenas 5%.
Spear representa la realidad
El público se indignó ante el terrible doble asesinato en el estado de Carabobo. Supuestamente como consecuencia de un violento asalto, Mónica Spear (29) — Miss Venezuela 2004 y estrella de telenovelas — y su ex marido Thomas Henry Berry (39), fueron asesinados luego de que les robaran el auto.
Su hija Maya, de 5 años – que fue testigo de esta tragedia – sobrevivió, pero aún así tuvo que estar internada en el hospital dado que una bala seguía alojada en su pierna tres días después del tiroteo, comentó su abuelo, Rafael Spear, a CNN. Para el entierro de Spear y Berry llegaron personas de todo el país, que se agruparon en el Cementerio del Este de Caracas.
La policía detuvo a nueve sospechosos de los asesinatos. Rodríguez Torres, que lidera también los servicios de inteligencia, calificó el caso como un hecho “desafortunado y atroz”. Los investigadores señalaron que las pertenencias de las víctimas fueron confiscadas durante el arresto de los sospechosos.
Luego de esta tragedia, Rodríguez Torres pidió a la policía que quite de raíz la corrupción reinante entre sus filas, argumentando que “atenta contra la autoridad policial frente al pueblo venezolano”.
La policía y los militares han sido “proclives a la corrupción, las detenciones arbitrarias, la tortura de sospechosos y las matanzas extrajudiciales”, según un estudio sobre Venezuela llevado a cabo en 2013 por Freedom House. En 2009, el Ministerio de Justicia admitió que la policía estaba “involucrada en hasta un 20% de los crímenes”, aunque pocos oficiales fueron condenados, “en parte debido a la escasez de fiscales”, agregaba el reporte.
La anarquía en las calles no es un concepto novedoso, sino uno que se ha vuelto endémico en Venezuela. El país ha llegado a este punto bajo lo que Freedom House describe como “una fuerza militar cada vez más politizada [que] ha aumentado su participación en la provisión de servicios públicos”.
“Yo soy la ley”
Ya desde 1999, el fallecido Hugo Chávez utilizaba su Revolución Bolivariana populista para alcanzar el poder en la presidencia y abogar por su “Socialismo del siglo XXI”. En 2007 declaró “Yo soy la ley… yo soy el Estado”.
Maduro se ha aferrado al libreto de su predecesor, quien subyugaba el Estado de Derecho para perseguir a sus adversarios políticos, restringir las libertades de prensa, atacar los derechos de propiedad y militarizar el gobierno. Las políticas anti-mercado de Chávez, que han permanecido vigentes, llevaron a las libertades económicas a encontrarse en pésimas condiciones, según la Fundación Heritage.
La economía de Venezuela está en el puesto 175 del ránking 2014 sobre las economías más libres, con un puntaje de libertad económica de 36,3 sobre 100. A lo largo de sus 20 años de historia, el país ha perdido 23,5 puntos, la peor caída entre los 177 países mencionados en la lista. Dentro de América Latina y el Caribe, Venezuela está en el puesto 28, de 29 países en total.
El sistema judicial disfuncional, sujeto a interferencias políticas, ha afectado al estado de derecho. Los líderes gubernamentales actúan con total impunidad dentro de un sistema político que de acuerdo con el índice mencionado anteriormente “ha perfeccionado el arte de la corrupción en el siglo XXI”, y en donde la economía formal se encuentra totalmente “operada como un mercado negro”, atacada por la inflación galopante y repleta de productos obsoletos.
La inflación superaba el 50% en noviembre de 2013, cuando el Banco Central de Venezuela (BCV) difundió su último reporte. El bolívar se devaluó dos veces el año pasado, resultando la segunda devaluación en una caída de 44%. Luego de 10 años de controles monetarios, el BCV pospuso la salida de su informe anual sobre crecimiento económico, gasto público y distribución de divisas por primera vez desde los años ’90.
La tragedia Spear, en medio del caos financiero y la violencia, ha forzado un debate sobre los “vínculos intrínsecos entre la democracia, la libertad económica, la ley y el orden”, escribió Ana Quintana de la Fundación Heritage.
Inmediatamente luego de los asesinatos, el presidente Maduro se refirió al doble homicidio como una “masacre”, y aseguró que el Plan Patria Segura serviría para dar una respuesta con “mano dura”. En Venezuela, dijo, “debe haber respeto por la vida”.
El líder venezolano propuso una etapa de pacificación nacional dentro del Plan Patria Segura, que podría implementarse a partir de febrero. También prometió que transferiría 10,7 millones Bfs. (US$160 mil) en fondos adicionales para gobernadores y alcaldes de las 79 localidades más afectadas por el crimen.
Luego, Maduro acusó a los medios privados de tratar de convertir el caso Spear en un “show para desmoralizar a Venezuela”, y advirtió a la oposición acerca de usar este incidente con motivaciones políticas.
“Las zonas de guerra activas y los países conducidos por terroristas son más seguros que la Venezuela de Maduro”, profundizó Quintana mientras señalaba que una persona tiene más posibilidades de ser secuestrada en Venezuela que en Afganistán, Colombia, Iraq, Siria, Yemen o Libia. El plan de seguridad de Maduro “no es más que un truco publicitario sostenido por estadísticas falsas”, agregó.
Al final, el daño colateral del Plan Patria Segura incluye a una niña herida e inocente, marcada para siempre por el asesinato de sus padres.
Traducido por Melisa Slep.